Es la voz de un paciente que lleva 21 días en el Hospital Policlínico Gemelli, con una neumonía bilateral, y que ha superado cuatro crisis respiratorias. Una voz que entre líneas dice mucho más que los partes médicos de las últimas dos semanas.
Él mismo ha querido grabarlo, para responder a quienes le reprochaban que no hubiera publicado ninguna foto suya desde que entró en el hospital. Habla en español, con acento argentino, su lengua materna, como si le costara trabajo pensar en italiano. Es una grabación «casera», probablemente con el teléfono móvil de uno de los gendarmes vaticanos que vigilan el apartamento que ocupa en el Policlínico Gemelli.
La grabación se ha escuchado en la plaza de San Pedro al comienzo del rosario convocado hoy como todas las noches desde el 24 de febrero, para rezar por la salud del Papa Francisco. Este jueves lo guiaba el cardenal español Ángel Fernández Artime, quien le ha dado paso un poco conmovido. Los cerca de dos mil peregrinos, que no se esperaban escuchar la voz del Papa, han respondido primero con un largo silencio, y después con un gran aplauso.
«Se escuchará la debilidad del Papa», habían avisado a la prensa fuentes vaticanas. El Vaticano sigue recibiendo muchas peticiones de difundir vídeos o fotografías de la hospitalización del Papa para comprobar sus condiciones, pero por ahora él mismo ha decidido no hacerlo. «Cada uno es libre de elegir cómo y cuándo ser visto», alegan desde el Vaticano. Argumentan además que en cualquier caso «para algunos, ni siquiera una foto sería suficiente». El tiempo dirá si esta grabación aumenta o disminuye la preocupación por su salud.
La semana que viene se cumplirán doce años de la primera vez que se escuchó su voz en esta plaza de San Pedro. Aquel «buona sera», «buenas noches», con el que sorprendió al mundo. También el «gracias» de este 6 de marzo será recordado durante mucho tiempo.
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