Primera ejecución por hipoxia por nitrógeno: la muerte 'dulce' que deja a sus víctimas inconscientes en menos de un minuto

No produce una sensación de asfixia o angustia: «Todo es muy rápido», asegura una experta en Toxicología

Alabama entra en la historia de las ejecuciones con los 22 minutos con los que tardó en matar a Kenneth Smith con gas nitrógeno

Un pastor endeudado e infiel, una esposa y un asesinato por encargo: el crimen que llevó a Kenneth Smith a ser ejecutado con nitrógeno

Camilla de una institución penitenciaria en Texas (EE.UU.) ABC

El preso estadounidense Kenneth Smith ha sido el conejillo de Indias de un experimento macabro en Estados Unidos: conocer cuál es la mejor forma de matar a un ser humano condenado a pena de muerte. La silla eléctrica muestra una crueldad que las instituciones ... prefieren sortear.

Condenado a muerte en 1996 por el asesinato de una mujer ordenado por su marido, fue declarado muerto a las 20.25 horas (02.25 GMT del viernes), 29 minutos después del inicio de la ejecución, indicó un comunicado del fiscal general de Alabama al que tuvo acceso AFP. «Se hizo justicia. Esta noche, Kenneth Smith fue ejecutado por el atroz acto que cometió hace 35 años», declaró Steve Marshall, al afirmar que Alabama «logró algo histórico», según destacó la agencia de noticias.

La inyección letal, la que se consideraba solución más humana, se ha convertido también en un quebradero de cabeza para los estados con pena de muerte por la falta de suministro de los medicamentos que logran paralizar el corazón. La mayoría de las farmacéuticas europeas y estadounidenses se niegan a vender sus productos para ejecuciones por la presión de los activistas contrarios a la pena de muerte y la mala reputación que conlleva.

La alternativa, probada por el estado de Alabama por primera vez, es la hipoxia por nitrógeno. El reo Kenneth Smith ha sido el primero en probar esta forma de morir asfixiado. Se le ha puesto una mascarilla que le obligó a respirar solo nitrógeno para privarle del oxígeno, según los escasos detalles del protocolo de ejecución que han transcendido.

No hay experiencia previa, pero la asfixia por nitrógeno sería una muerte 'dulce', sin sufrimiento. «El nitrógeno es un gas inerte, como el helio, que no interacciona con ningún órgano o tejido. En un ambiente donde solo se puede respirar este gas se va diluyendo la concentración de oxígeno en la sangre. Si se respira una concentración elevada, pueden basta cuatro o cinco respiraciones para notar los efectos y perder la consciencia en segundos», explica María José Polanco, profesora adjunta de Toxicología de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo CEU.

Experimento de los años 70

Polanco recuerda un experimento de los años 70 con pilotos en Estados Unidos a los que se les sometió a una concentración elevada de este gas para imitar las consecuencias de la pérdida de oxígeno en altitud. «Los efectos fueron muy rápidos. Lo primero que notaron fue una visión nublada, a los 20 segundos de exposición ya sentían mareos y la pérdida de consciencia se produjo en menos de un minuto. El experimento se interrumpió en los primeros segundos pero se estima que bastan entre 5 y 7 minutos para tener muerte cerebral.

«Todo es muy rápido», asegura esta experta que recuerda que es la misma sensación que notan los buceadores cuando descienden a más de 30 metros de profundidad o los escaladores que llegan a cotas muy elevadas. A diferencia de otros gases no produciría una sensación de asfixia o angustia, como sucedería al respirar en una habitación cerrada con el tubo de escape de un coche arrancado. «No hay experiencia, pero en teoría sería un método menos cruento que la inyección letal o la silla eléctrica».

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