Con mucha presión en el sur y más aliviada en el norte: así funciona la Atención Primaria en España

Con datos recopilados por la Fundación Civio, el informe sostiene que las áreas de salud consideradas «de alta presión» atienden de media a 31,8 pacientes al día. Las de «baja presión», por su parte, atienden a 26,7 pacientes de media cada día. Así, asegura que son Murcia, Melilla y Madrid las que sufren mayor congestión. En el lado opuesto, Cataluña, Aragón y Castilla y León. Sin embargo remarca también las diferencias que una misma región presenta entre sus áreas de salud. En este caso, son la Comunidad Valenciana y Aragón las que presenta mayor variación.

Influye también, apunta el informe, el nivel de renta de la zona, pues las áreas de salud con menor renta presentan mayor presión asistencial, mientras que aquellas que tiene altos niveles de rentas ven reducida esa congestión. Por cada incremento del 1% de renta, los médicos de AP atienden de media a un 0,20 por ciento menos de pacientes al día, prosigue la investigación. Esto responde a que generalmente se asocia mayor poder adquisitivo con mejor salud, al presentar menos índices de obesidad y de tabaquismo, así como a la posesión de seguros privados.

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Al disponer de datos más desagregados, el informe analiza también la situación concreta de Madrid, de donde resalta la heterogeneidad existente en la presión de los distintos centros de salud. Como ocurre a nivel nacional, en la comunidad también se asocian factores como menor renta, mayor tasa de paro o más población a mayor presión en la Atención Primaria.

En esta línea, la congestión del sistema de AP influye también en la capacidad del mismo para el buen control de pacientes diabéticos e hipertensos. El estudio sostiene que por cada 1% más de presión en los centros hay entre un 0,11 y un 0,16% menos de pacientes con buen control de estas enfermedades.

Para paliar la situación del deterioro de la AP en España, los investigadores proponen varias soluciones, que pasan por fomentar la atracción hacia la Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), la inversión en remuneración de médicos de familia o la redistribución de la carga entre profesionales, especialmente en lo que respecta a los trámites burocráticos.

Como medida para descongestionar los centros, el informe propone que la asignación del centro de salud correspondiente no se haga únicamente por el criterio de distancia, sino que se tengan en cuenta otros indicadores como la presión asistencial del centro y los cupos de cada médico, de manera que el ciudadano pueda elegir el centro más próximo con menor carga.

El gasto sanitario en Atención Primaria, sigue el informe, es mínimo respecto al que se hace en Atención Especializada (un 14,2% del primero frente a un 64% del segundo). El tiempo de espera para ser atendido por el médico de cabecera ha crecido con fuerza en los últimos años. Mientras en 2017 era de 4,14 días, el informe sitúa en 8,8 días la espera en 2020. Además, según el Barómetro Sanitario del Ministerio de Sanidad, este se ha incrementado hasta los 9,3 días.