Preocupante acelerón del consumo de antidepresivos y opioides al volante: «Son los efectos pospandémicos»

Cabe destacar que también el 42,5% de los peatones fallecidos dio positivo, lo que demuestra, según palabras de Alonso, que ha subido el consumo de psicofármacos entre las víctimas mortales, sobre todo ansiolíticos o benzodiacepinas y los opioides (los forenses han detectado elevados índices de Tramadol y fentanilo en sangre). Alonso, sentado junto al director general de Tráfico, Pere Navarro, y el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, José Ramón Villalbí, entre otros, ha enfatizado que se enmarca en un contexto determinado tras la pandemia, con un incremento notable de personas que se medican para poder conciliar el sueño, con la receta de hipnosedantes o antidepresivos prescritos o no y el tratamiento del dolor o paliativos. «La incidencia de psicofármacos es igual que la del alcohol por primera vez. El consumo de psicofármacos está aumentando claramente por efectos pospandémicos, que se están viendo en otras series analizadas en distintas causas de muerte«, ha recalcado Alonso.

De acuerdo con la última memoria sobre 'Hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidentes de tráfico' del INCTCF, correspondiente a 2022 y de cuya presentación también se ha encargado la directora general del Servicio Público de Justicia, María dels Àngels García Vidal y el fiscal de Sala Coordinador de Seguridad Vial, Luis del Río, los siniestros de tráfico son la tercera causa de muerte violenta en España, por detrás de los suicidios y las caídas accidentales, ha destacado García Vidal.

La tasa de conductores fallecidos con resultados toxicológicos positivos de 2022 supera a la del año pasado, que era la más alta hasta ahora. Y confirma una tendencia continuada de cinco años al alza (42,1% en 2017; 43,4% en 2018; 45,5% en 2019; 48,7% en 2020, y 49,4% en 2021).

La memoria traza el perfil de las 451 personas fallecidas con resultados positivos en el consumo de alcohol, drogas y/o psicofármacos: nueve de cada diez son hombres; con una edad media modal de 45 años (el 63,6% tenía entre 25 y 54 años), y el 51,4% conducía un coche, mientras que un 33% lo hacía en moto o ciclomotor.

El 67,2% de los casos positivos entre los conductores lo fue en alcohol (un 72,6% con una tasa de alcoholemia igual o superior a 1,2 gramos por litro de alcohol en sangre); un 38,6% en drogas, y un 27,7% en psicofármacos.

Alonso ha subrayado que el incremento del porcentaje de conductores que dieron positivo no se debió al incremento del alcohol ni de drogas con respecto a años anteriores, cifras que se han estancado o incluso bajado un poco, sino a la utilización de psicofármacos, especialmente antidepresivos y opioides.

Por sustancias, la droga más detectada fue la cocaína (63,2%), seguida del cannabis (49,4%). En cuanto a los consumos asociados de alcohol y drogas, los de mayor prevalencia fueron los de alcohol y cocaína (46,1%), y de alcohol y cannabis (31,4%).

Según recoge la memoria, que se puede consultar en el portal de datos del Ministerio de Justicia, en el último cuatrienio se ha producido una tendencia alcista de los conductores fallecidos que dieron positivo en alcohol, al pasar de un 26,5% en 2018 a un 35,5% el año pasado. No sucede lo mismo con las drogas, que en 2022 frenó una escalada de siete años hasta situarse en un 20,4% (21,3% en 2021).

El perfil de los 221 peatones muertos en carretera o ciudad dibuja también que en la mayoría de los casos -tres de cada cuatro- era un hombre, y con una edad media modal superior, 59 años. De hecho, en el 35,1% de los casos tenían 65 años o más. Un 48,9% había consumido alcohol (un 58,7% de ellos con una tasa de alcoholemia superior a 1,2 g/l), un 33,0% había ingerido drogas, y un 48,9%, psicofármacos.

Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el año pasado fallecieron 1.746 personas en carretera o en ciudad en España, lo que supone 213 más respecto a 2021. Pere Navarro ha incidido en que en el primer semestre de 2023 se ha cerrado con un 6% menos de víctimas mortales, 500 fallecidos y ha pedido «no romper esta tendencia en verano», con la toma de unas copas de más o a la salida de un evento festivo. «Esto no es una encuesta; son las autopsias practicadas en los cadáveres de las personas fallecidas en siniestros viales. Una fotografía de la realidad en los accidentes de tráfico y el consumo de psicofármacos debe abrir el debate, porque tras el alcohol, dormirse al volante (efecto de estos medicamentos que se toman incompatibles con la conducción) es la segunda causa de mayor siniestralidad en el tráfico«.