Portugal moviliza a 3.500 bomberos y militares frente al avance del fuego
Aparece una mujer carbonizada cerca de Leiria, primera víctima mortal de los incendios
Francisco chacón
Corresponsal en Lisboa
La oleada de incendios no da tregua en Portugal y la desolación se extiende como un reguero de pólvora, con personas anónimas convertidas en héroes cotidianos.
La primera víctima mortal del fuego al otro lado de la frontera es una mujer de unos 50 años ... , cuyo cuerpo sin vida fue encontrado completamente carbonizado en una plantación de maíz. Sucedió en Boa Vista, en los alrededores de Leiria, que se alza a mitad de camino entre Lisboa y Oporto.
Un descubrimiento terrible, en medio del campo, que ha sobrecogido a los vecinos y retrotrae a los portugueses a la tragedia histórica de Pedrógao Grande, cuando murieron 66 personas en 2017.
Estamos ante una prueba más de que el calor intenso y el viento continúan arrastrando a Portugal hacia las puertas del infierno de las llamas, que se han perforado este verano con mayor virulencia que otros anteriores.
Arden hectáreas y hectáreas en el norte, en la franja central, en el sur. Vuelve el apocalipsis al país vecino, como ya ha sucedido en otras ocasiones, años atrás.
En el Portugal del continente, no hay ninguna región que se libre del riesgo: desde Viana do Castelo, al lado de Galicia, hasta el Algarve, colindante con Andalucía. Y hasta la propia Lisboa se halla en alerta, tal cual refleja el cierre de los parques infantiles del barrio de Olivais.
Con todo, la gravedad más extrema es la que se palpa en Leiria y su área de influencia. Allí diversos testimonios hablan de «devastación».
Las altas temperaturas van a continuar hasta el final de esta semana, pero se teme que, incluso a partir del lunes, se reproduzcan los mismos parámetros climatológicos.
Ayer, a media tarde, Protección Civil de Portugal contabilizaba 19 incendios activos a lo largo de todo el territorio. Y en algunas zonas españolas limítrofes, como Zamora o Salamanca, miran con preocupación por si acaso el fuego va a más y pueda llegar a cruzar de un país a otro. De momento, no es así, pero las circunstancias dan a veces giros inesperados.
Más de 3.500 efectivos humanos combaten este feroz ataque de las llamas en un estío que no puede descuidar hacer frente al virus del covid-19.
El Ejército luso, por orden gubernamental, ha salido de sus cuarteles para ayudar a la población en estos difíciles. La Sierra de Arrábida, que circunda el núcleo de Setúbal, atraviesa por una fase crítica y Palmela ha visto como las columnas de humo se acercaban al castillo. De hecho, hay cinco heridos allí, uno de los cuales en estado muy grave.
Mientras tanto, Quinta do Lago concentra el foco en el Algarve y numerosas viviendas han tenido que ser evacuadas. Lo mismo aconteció en diversas aldeas del centro del país.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro, Antonio Costa, tienen previsto reunirse de urgencia este jueves 14 de julio para tratar este tema de forma monográfica. Ambos cancelaron sendos viajes al extranjero: el primero a Nueva York y el segundo a Mozambique.
De momento, se ha registrado una detención de un sospechoso que tiene antecedentes por prender fuego y pudo haber intervenido en Montemor-o-Novo por partida doble. Por esta razón, las autoridades creen que es realmente él una de las 'manos negras' que están detrás de parte de la oleada de incendios actual.
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