La policía detiene a 13 activistas en una protesta ecologista en Berlín

El activismo climático bloquea a diario la capital alemana con protestas y cortes de tráfico

Activistas climáticos asaltan una mina de lignito en Alemania

Agentes de policía se llevan a un activista de la 'Last Generation', que previamente se había pegado a una calle del barrio de Steglitz. REUTERS

Rosalía Sánchez

Corresponsal en Berlín

El objetivo oficial de la protesta era evitar la construcción de una carretera que conectará la B158, a la altura de Märkische Allee, con la Spindlersfelder Strasse, en el este de Berlín, un proyecto que según los activistas amenaza 15 hectáreas de bosque. ... Pero los participantes en la ocupación admitían ante los medios de comunicación, antes de ser evacuados por un operativo de más de 400 policías, que su misión habría tenido éxito «si conseguimos estar en las portadas y en los informativos de televisión durante varios días», algo que no llegó a suceder.

El campamento de protesta de Wuhlheide comenzó a ser despejado de madrugada, cuando se invitó a través de megáfonos a los participantes a abandonar la ocupación ilegal. Unos 40 accedieron a salir de las tiendas de campaña y las casas en los árboles, mientras varias decenas se aferraban a las estructuras que habían estado preparando durante días: zanjas ocultas por vegetación con estacas puntiagudas a modo de trampas, troncos embadurnados de sustancias resbaladizas que impedían a los agentes ascender hasta las copas de los árboles e incluso ramas parcialmente serradas para propiciar la caída de los policías que tratasen de acercarse.

Al cierre de esta edición se había completado el desalojo, cinco de las seis plataformas de casas en los árboles habían sido desmontadas y habían sido detenidas 13 personas. Una portavoz de la policía confirmó que los manifestantes habían sido bajados de los árboles «con toda precaución» y que los obstáculos levantados ya habían sido retirados.

Desalojo justificado

Apenas comenzó el operativo policial, los ocupantes ilegales habían presentado una demanda urgente contra el desalojo ante el tribunal administrativo de Berlín y se quejaron a los medios de comunicación por el hecho de que la policía comenzase el trabajo antes de que fuese anunciada la decisión judicial, que no llegó hasta primera hora de la tarde: la solicitud urgente fue rechazada. Un portavoz del tribunal administrativo justificó la decisión en declaraciones a la radio RBB alegando los peligros para los senderistas. «Estamos muy decepcionados y enojados y no dejaremos que esto nos afecte», escribieron en Twitter los ocupas del bosque.

El nuevo alcalde de Berlín, el conservador (CDU) Kai Wegnerm, que acaba de llegar al cargo tras la repetición de las elecciones regionales que habían sido declaradas ilegales, expresó a la policía su «pleno apoyo», un cambio de tono evidente respecto a la comunicación que mantenía la coalición de izquierdas que formaba el anterior gobierno. También enfatizó que, «en vista de los posibles peligros que plantea la ocupación», consideraba «destacable que la policía hubiese sopesado cuidadosamente esta decisión y la tomase con la mayor cautela». «En Berlín, hay leyes y reglas que todos deben cumplir. Esta coalición seguirá haciendo cumplir la ley«, dijo Wegner, sentando así la que será su actitud contra las constantes protestas por parte fundamentalmente de jóvenes que se declaran en lucha por la protección del clima y que a diario causan disturbios y cortes de tráfico en la capital alemana.

La senadora de Interior Iris Spranger, miembro del Partido Socialdemócrata (SPD), con el que Wegner ha formado una «gran coalición», también justificó el desalojo del campamento. «Lo que vemos allí difiere en gran medida de una manifestación de carácter pacífico, de la que presumen sus protagonistas. Con sus barricadas y las excavaciones que casi recuerdan a trampas, así como los peligros resultantes, la protesta está orientada hacia la resistencia a más largo plazo al coste de la seguridad«, dijo Spranger, «esta estrategia puede ser asignada perfectamente al espectro radical y, desde mi perspectiva, la disolución por parte de la policía de Berlín es un paso importante, porque la libertad de reunión no es una tapadera para la protesta radical».

El tratamiento de este operativo policial supone un punto de inflexión en la actitud de las autoridades hacia este tipo de protestas, que se han convertido en el pan nuestro de cada día en la capital alemana. Hoy mismo se han producido varios cortes de tráfico en hora punta de entrada, por parte de activistas que se pegan al suelo y obligan a la policía a cortar segmentos de asfalto para evacuarlos y restablecer el tráfico, y otros 18 han sido detenidos tras encadenarse a la fachada de la sede de Deutsche Bank, en la avenida Unter den Linden, para mostrar su desaprobación de las inversiones del banco en sistemas de combustibles fósiles. Esta protesta de 'Last Generation' contaba con el apoyo de «Scientist Rebellion» y «Parents Agaisnt the Fossil Industry», así como con la presencia del creador del motor de búsqueda «Ecosia», Christian Krol, que participaba personalmente.

activistas de 'Last Generation' frente a la fachada de Deutsche Bank EFE

Estos grupos convocan a través de las redes sociales sesiones de entrenamiento, para participar en estas protestas con mayor efectividad, como las que tendrán lugar los días 18 y 20 de mayo en Kreuzberg, y se han convertido en el principal obstáculo para el trabajo diario de la actual administración.

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