Una 'playlist' de música, una pastilla alucinante y tres meses sin síntomas, así es la nueva terapia contra la depresión

Los terapeutas que le acompañarán durante las cuatro o cinco horas que se prolonga la experiencia ultiman los preparativos para que el paciente se olvide de que se encuentra en un hospital, pero con el suficiente control clínico.

La habitación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Barcelona se ha decorado con plantas, la temperatura es agradable y en los auriculares empiezan a sonar los primeros acordes de una de las composiciones más conocidas de Arvo Pärt, 'Spiegel in Spiegel' (Espejo sobre espejo). Es la primera de una lista de composiciones cuidadosamente elegidas para conducir al paciente por diferentes estados emocionales con la ayuda de la música. Algunas son melodías relajantes, otras más vibrantes, las hay melancólicas, más místicas... El paciente se toma la pastilla, se tumba, cierra los ojos y con el piano y el chelo resonando en sus oídos se sumerge en una especie de 'sueño despierto', como relatan, en el que empieza a experimentar sensaciones.

El tratamiento se repitió con nueve pacientes en el centro sanitario del Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Barcelona dentro de una investigación internacional en la que han participado 233 enfermos con depresión resistente. Todos eran resistentes a los antidepresivos y todos siguieron el mismo protocolo: el tratamiento se puso en marcha en un ambiente similar y escucharon la misma selección de música. Los pacientes recibieron una dosis de 1, 10 o 25 miligramos, para evaluar los efectos de distintas cantidades.

Los resultados de la investigación han sido impactantes y se acaban de publicar en 'New England Journal of Medicine', una de las revistas científicas de mayor prestigio. Bastó una sola sesión con un pastilla para conseguir un efecto duradero que en algunos pacientes se prolongó durante tres meses, sobre todo en los que tomaron la dosis más alta.

«Aún no sabemos quién recibió la mayor dosis o a quién le tocó el placebo (la dosis de 1 miligramo), pero los que sintieron más efecto (y probablemente la dosis más alta), están muy agradecidos y contentos, relatan experiencias muy profundas. Alguien con una depresión profunda que vuelve a percibir o a sentir, lo vive como una experiencia transformadora«, cuenta Óscar Álvarez, el psiquiatra que ha dirigido el estudio en España.

La investigación se ha centrado en depresión resistente, aunque su utilidad en el futuro será mucho más amplia en otros problemas de salud mental. Se estudia para luchar contra la adicción al tabaco, el alcohol, el TOC y también en la anorexia y otros trastornos de la alimentación. En Estados Unidos ya hay pequeños ensayos en los que algunos fumadores narran cómo una sola sesión con una píldora de psilocibina con 30 miligramos logró desenganchar a auténticos adictos al tabaco después de intentos fallidos con otras vías. Un estudio publicado en 2014 con 15 fumadores demostró un 80 por ciento de éxito frente al 35% de éxito de otros tratamientos antitabaco. Aunque las investigaciones aún son muy limitadas.

No se sabe muy bien cómo actúa la psilocibina, pero es capaz de resetear el cerebro para cambiar la forma de percibir las cosas y escapar de una conducta repetitiva que te impide disfrutar de la vida, dice el psiquiatra Óscar Álvarez.

Él prefiere explicar el mecanismo de acción de los fármacos con una metáfora: «La mayoría estamos acostumbrados a ir a casa por el mismo camino. A los pacientes con depresión o adicciones les pasa algo similar y siempre repiten los mismos caminos mentales y conductuales. Al tomar psicodélicos es como si de pronto te dejasen en un lugar desconocido de tu ciudad y tuvieras que encontrar un nuevo camino para llegar a casa y en el trayecto puedes descubrir muchas cosas nuevas que te llevan a ver la vida de una manera distinta. Quizá te encuentres con un antiguo amigo o pases delante del patio de tu antigua escuela..., quién sabe. Lo importante es que se rompen los antiguos patrones y descubres que se puede llegar a casa de otras maneras, algo que se había olvidado de alguna manera.

Aunque Álvarez pide cautela porque estamos solo al principio. No genera adicción y parece que se tolera bien, pero es una terapia experimental y aún queda mucha investigación, con más pacientes y a largo plazo. Si se confirmaran los resultados podríamos contar con una nueva herramienta para ayudar a más pacientes cuando lo demás falla. No es solo un medicamento, sino un tratamiento completo que integra tanto el fármaco como el acompañamiento profesional para conducir la experiencia. «Un pack que es difícil de comercializar», cree.

La psilocibina extraída de los hongos mágicos no es el único fármaco psicodélico que atrae a la industria farmacéutica. El Ministerio de Sanidad ya financia en España la esketamina, un derivado de la ketamina, anestésico utilizado para uso recreativo. En forma de spray nasal, se ha autorizado su uso en centros sanitarios y bajo supervisión médica. Es la última incorporación al tratamiento de la depresión resistente, cuando todo lo demás falla. Aunque, como la psilocibina también se investiga su posible uso en adicciones y otros trastornos mentales.

La desventaja de la esketamina es que requiere dos dosis a la semana frente a una dosis de la psilocibina con efecto prolongado. «Los resultados no son tan radicales, pero ya está en la farmacia y sus secuelas están muy estudiadas. Ahora la esketamina se administra en un centro sanitario para tener la administración controlada. No sería imposible que se trasladara al domicilio particular», dice Eduard Vieta, director científico de Cibersam jefe de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona. Aunque hay riesgo de que aparezcan síntomas disociativos, en los que el paciente se siente extraño. Puede sentir paranoias y un mayor riesgo de subida de tensión arterial que se controlan mejor en un centro sanitarios.

En paralelo están proliferando investigaciones prometedoras con microdosis de LSD para tratar la ansiedad o el éxtasis (MDMA) en el síndrome de estrés postraumático. «Tras años de prohibición, estos medicamentos se ven ahora como una oportunidad por su capacidad para penetrar en la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro», explica Vieta. El tiempo dirá si la revolución que hoy se vive en los laboratorios llegará a los pacientes.

Mientras la investigación sigue sus pasos algunas clínicas ofrecen tratamientos con la propia droga recreativa. El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Víctor Pérez Sola, advierte del riesgo: quienes lo hacen se exponen a unos riesgos que no tendrían con un fármaco sintetizado y una utilización supervisada. Hay quien con un "viaje" de setas mágicas nota cómo mejora su humor y solo siente efectos extraños como alteraciones de las distancias y proporciones. Otros reportan una conexión en su interior muy profunda. Pero un mal viaje sin control también puede acabar en tragedia.