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Cataluña se queda un trimestre por detrás de Andalucía y a un curso completo de Asturias en comprensión lectora
Los alumnos de 10 años españoles sacan peores resultados en experiencia literaria y en interpretar, integrar y evaluar
El Ministerio de Educación no había publicado hasta hoy los datos de lectura de 4º de Primaria del informe PIRLS «por razones electorales»
Los alumnos de 10 años retroceden siete puntos en comprensión lectora respecto a 2016
Niños jugando
Los niños de 10 años de Cataluña se quedan a la cola en comprensión lectora en España. Los asturianos le arrebatan un curso completo a los catalanes, mientras que los andaluces, un trimestre. Se trata de los datos por comunidades autónomas del estudio internacional PIRLS ... (del inglés, Progress in International Reading Literacy Study), que evalúa la comprensión lectora del alumnado en su cuarto curso de escolarización obligatoria, es decir, 4º de Primaria en España. Una etapa importante porque en «este momento de su educación, han aprendido a leer y ahora leen para aprender», remarca la versión del estudio elaborada por el Ministerio de Educación.
El departamento de Alegría decidió no publicar los datos del informe por comunidades hasta ayer, «por razones electorales». Sin embargo, el estudio elaborado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA, en sus siglas en inglés), lo había dado a conocer la semana pasada.
En el informe español, Cataluña saca 507 puntos, frente a los 550 de Asturias y a los 523 de Andalucía, es decir, 43 y 13 puntos menos de diferencia, respectivamente. Pero también sorprende que en esta edición de PIRLS le saca ventaja Canarias, con 510 puntos. Cataluña cae 15 puntos respecto a la edición anterior, de 2016. De todas las comunidades autónomas participantes en el informe de lectura (nueve en total) Asturias (550) ocupa la primera posición con una puntuación incluso por encima de la media del país (521). También supera la media de la UE (528) y de la OCDE (533), lo que, al mismo tiempo, pone de manifiesto lo lejos que ha quedado España del resto de países participantes.
Detrás de Asturias sigue la Comunidad de Madrid, con 539 puntos. Una buena posición, la segunda, -y también por encima de la media de la UE y de la OCDE- aunque cabe recalcar que cae 10 puntos respecto a la última edición, la de 2016. Solo se le adelanta por un punto a Castilla y León (538), también bien posicionada respecto a la media del resto de países, y algo más abajo aparece Navarra, con 524 puntos. Es decir, solo hay tres comunidades por encima de la media de la UE y de la OCDE.
Por detrás de Navarra sigue Andalucía (523), Canarias (510), Cataluña (507), Melilla (499) y Ceuta (498), en el último lugar. Estas cuatro últimas comunidades, «quedan significativamente por debajo» del conjunto de España, reconoce el informe español de PIRLS, elaborado por el Ministerio de Educación.
Ismael Sanz, profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos e investigador en la London School of Economics no oculta su sorpresa respecto a cómo Cataluña ha sido superada por Andalucía y también por Canarias. «Es muy raro, históricamente Cataluña ha sido de las comunidades más avanzadas en educación, en economía y en desarrollo en su conjunto», señala el experto. ¿Cuál puede ser la causa de este 'descalabro'? «Entiendo que puede deberse a que se le presta mucha atención idioma cooficial y esto puede estar quitando tiempo al fomento de de competencias fundamentales como la lectura», sentencia Sanz.
Jorge Calero, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, matiza que la inmersión tiene muchos años implantada por lo que si el problema fuera ese la puntuación tendría que haber bajado también en otras ediciones. Sin embargo, «el hecho de se que se acumulen años de inmersión, que es cada vez más intensa y absoluta en el contexto de una población, además, que tiene una proporción de inmigrantes cada vez más grande, va incrementando el efecto negativo».
Por otro lado, «y respecto a otras comunidades autónomas, por el tipo de composición sociocultural, Cataluña debería tener una puntuación mucho mayor», coincide Calero con Sanz.
Ana Losada, presidenta de la AEB, también suscribe: «La mayoría de los alumnos catalanes no estudian en su lengua materna, esto tiene un efecto muy negativo en el aprendizaje de la lectoescritura y evidentemente retrasa y complica su comprensión lectora en una lengua que no es la materna. Las pruebas PIRLS en Cataluña analizan la comprensión lectora en catalán no en castellano», critica.
Antonio Cabrales, catedrático de Economía de la Carlos III señala que «los datos de bilingües de Madrid dicen que estudiar en lengua distinta de la materna daña el desempeño en aquello que estudias en la otra lengua. En Cataluña hay mucha gente cuya familia es inmigrante y encima con poca educación, que son los que en Madrid estaban más afectados. La única duda es por qué pasa ahora, y no antes, puede que el impacto de la inmigración se note más ahora pero no tengo certeza absoluta», analiza.
En el caso del liderazgo de Asturias, Sanz lo atribuye a que es una comunidad que «tiene baja ratios de estudiantes por profesor en las clases y eso puede influir». Recuerda que, además, «ya había salido bien» en el más famoso informe PISA -aunque este analiza a niños de 15 años y no solo en Lectura, sino también en Matemáticas y Ciencias-. «Asturias y Aragón no salen mal en las pruebas internacionales«, sentencia. «Asturias es una comunidad del norte y estas han tenido siempre puntuaciones más altas que las del sur, no sorprende tanto», añade Calero.
En cuanto a los diez puntos que perdió Madrid, Sanz apunta a que se explica por el contexto nacional. «España perdió 7 puntos a nivel global respecto a la anterior edición de 2016 y es habitual que el que parte de una situación mejor empeore más que el que parte de una situación menos beneficiosa. No es tanta diferencia porque además sigue por encima de España y del promedio de la UE y de la OCDE», analiza el profesor de Economía.
Menos alumnos excelentes
Otra conclusión que se desprende de los datos globales es que no hay ninguna comunidad autónoma, salvo Asturias, con nivel alto de comprensión lectora. En la misma línea, se pone de manifiesto que hay menos alumnos excelentes (nivel avanzado) en todas las comunidades españolas, en relación a la OCDE, otra vez, menos en el caso de Asturias. Esta comunidad tiene un 11 por ciento, igual que la OCDE. La Comunidad de Madrid tiene un 8 por ciento, lo mismo que la UE. Melilla, Cataluña y Ceuta son las que tienen el menor porcentaje de alumnos excelentes, con un porcentajes del 3 por ciento las dos primeras y del 2 por ciento en el caso de Ceuta.
Caída en «experiencia literaria»
Si se tienen en cuenta los procesos de la comprensión lectora y los propósitos de lectura, otra de las conclusiones que pone de manifiesto el informe es que donde más ha fallado España es en la experiencia literaria y en el proceso de interpretar, integrar y evaluar. Así, sacamos 520 puntos frente a los 535 de la OCDE en la primera y 520 frente a los 534 de la OCDE en la segunda.
En este caso, el informe del ministerio lo atribuye «al impacto que la pandemia de Covid ha tenido sobre el normal funcionamiento de los centros escolares y, en consecuencia, sobre el proceso de aprendizaje». Así España llega a los 520 puntos en experiencia literaria tras los 530 que tenía en 2016 y pasa de 529 a 520 en el proceso correspondiente a interpretar, integrar y evaluar. Esta caída producto de la pandemia también se ve para las dos últimas ediciones (2016-2021) en el caso de la OCDE.
Desigualdad según el nivel educativo de los padres
El informe también analiza la relación entre el rendimiento de los estudiantes y diferentes aspectos demográficos y del contexto social, económico y cultural «que permiten valorar, entre otros aspectos, los condicionantes de partida en los que se desarrollan los aprendizajes y las competencias del alumnado», dice el informe.
En el caso de «las diferencias en el rendimiento en compresión lectora, entre los niveles educativos alto y bajo de los padres, también son significativas en las comunidades y ciudades autónomas españolas. Las diferencias más elevadas se observan en la Comunidad de Madrid, Castilla y León y Navarra, si bien no sobrepasan en ningún caso los 65 puntos y, por tanto, muestran mejores signos de equidad que buena parte de los países seleccionados, aunque peor que en España en su conjunto». Por otra parte, «las diferencias más bajas entre los niveles alto y bajo se observan en Ceuta, Canarias y Melilla«.
Entre las comunidades autónomas, «en el nivel educativo más alto, Asturias, Castilla y León y Madrid obtienen las puntuaciones medias más altas, por encima de los 550 puntos, significativamente por encima de la puntuación media de España. Las puntuaciones más bajas en este nivel educativo se dan en Ceuta y Melilla, ambas ciudades con 519 puntos«, dice el informe.
España no aprueba
Tal como ya se conoció la pasada semana, a nivel general, España bajó 7 puntos en comprensión lectora, quedándose en 521 puntos respecto a la edición anterior de 2016 y muy por debajo de la UE (528) y de la OCDE (533). Entre 2016 y 2021 ha quedado de manifiesto que nuestros alumnos sufrieron las consecuencias de la pandemia de Covid. Sin embargo, «sorprende que España no tuviera mejor resultados habiendo sido de los países que abrió antes los centros (septiembre de 2020, mientras que Inglaterra lo hizo en marzo en 2021 y nos superó); es un poco sorprendente que les haya afectado igual cuando habíamos reabierto los centros antes», concluye Sanz.
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