Estas son las señales que indican que tu perro tiene autismo

Es decir, hay animales sociales y otros que son más tímidos, algunos son más calmados y otros, sin embargo, más bulliciosos. Aunque, que nuestro perro sea más tímido no es sinónimo de que sea autista. Las causas, al igual que en los humanos, aún no se conocen por completo. Existe una combinación de factores genéticos y ambientales que pueden contribuir al desarrollo del trastorno.

En el caso de los perros -según veterinarios consultados- hay determinadas razas que pueden tener una predisposición al trastorno o puede darse por variantes genéticas. Javier Álvarez de la Villa, veterinario del madrileño Centro Veterinario Víctor de la Serna, afirma: «Una vez descartada por el profesional una causa orgánica se realiza una exploración neurológica con una analítica completa que incluya pruebas de imagen como tomografía, tac y/o resonancia».

Asimismo, etólogos aseguran que es posible la presencia de síntomas parecidos al autismo en los perros: «A pesar de que no hay un estudio concluyente sobre la presencia de autismo en perros, no se puede negar que existen pacientes que presentan comportamientos disfuncionales. Es decir, tienen algunas dificultades para entender y obedecer como también para socializar con el entorno que le rodea».

En palabras de Rosana Álvarez Bueno, veterinaria Acredit. AVEPA en Medicina de comportamiento: «El autismo en perros y gatos es un tema de interés creciente en la investigación veterinaria. Aunque este trastorno en animales no se comprende completamente y no se diagnostica de la misma manera que en humanos, se han observado comportamientos que podrían compararse con características autistas en perros y gatos» -y añade que - «Algunos estudios sugieren que ciertos animales, como perros y gatos, pueden mostrar conductas repetitivas, dificultades en la interacción social y sensibilidades sensoriales similares a las observadas en humanos con autismo».

Según explica Álvarez Bueno, la investigación todavía es limitada: «Se necesita más evidencia científica para comprender mejor la posible existencia de trastornos del espectro autista en mascotas». Además, la veterinaria afirma que los perros son una especie muy útil para comprender el autismo, ya que son seres sociales y tienen habilidades cognitivas parecidas a los humanos.

Álvarez Bueno también afirma que «existe evidencia de que los perros pueden mostrar comportamientos asociados con el autismo, como dificultades en la comunicación social y sensibilidad sensorial. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar si los perros realmente tienen autismo y cómo se compara con el autismo humano».

La colaboración entre científicos de diferentes disciplinas, como la biología, la psicología y la medicina veterinaria, es crucial para avanzar en este campo, ya que la investigación en perros puede ayudar a desarrollar nuevas terapias y tratamientos para el autismo en humanos. «La implementación de tecnologías avanzadas, como la neuroimagen y la genómica, puede mejorar nuestra comprensión del autismo en perros y su relevancia para los humanos», concluye Álvarez Bueno.