José miñones

De perfil técnico, el actual delegado del Gobierno en Galicia es un hombre de confianza del presidente

Reconocido 'sanchista', es licenciado en Farmacia y fue alcalde de Ames

Sánchez anuncia el relevo en el Ministerio de Sanidad

Vídeo: EP

Pablo Pazos

SANTIAGO

Desde que José María Aznar nombró en el año 2000 a Celia Villalobos, hasta la saliente Carolina Darias, un total de catorce ministros han ocupado en 23 años el ministerio de Sanidad. El último que lo hará es un gran desconocido ... en el mundo sanitario, José Miñones Conde (Santiago de Compostela, 1972), actual delegado del Gobierno en Galicia. Su nombramiento ha sido una sorpresa. Desde que se anunció la salida de Darias para ser candidata del PSOE a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canarias, sonaba como sustituta la cardióloga Raquel Yotti, actual secretaria de Estado de Investigación.

Miñones es licenciado en Farmacia, pero más allá de su formación académica, su carrera ha sido política y ha estado vinculada al presidente Pedro Sánchez desde sus comienzos. Reconocido «sanchista», entró en el gobierno del ayuntamiento de Ames como concejal en 2009 y se convirtió en alcalde en 2015 de uno de los municipios con mayor crecimiento demográfico por su cercanía a Santiago de Compostela. Permaneció en el cargo hasta 2021, cuando dio el salto a la Delegación del Gobierno. En una feliz coincidencia, su primer cometido en el gobierno municipal fue precisamente en el área de sanidad.

Se licenció en Farmacia en 1997, obtuvo el Premio Extraordinario por su tesis, recibió distintos reconocimientos y fue investigador del programa autonómico Parga Pondal entre el 2005 y el 2011. Su padre también fue catedrático de Física y Química de la Facultad de Farmacia. Al anunciar su nombramiento, Sánchez ha puesto en valor este apartado de su currículum: «doctor cum laude con premio extraordinario» y «varias publicaciones realizadas como investigador».

Pero es su perfil político el que le ha llevado a ocupar el Ministerio de Sanidad. Comparte también con el presidente del Gobierno datos biográficos similares: los dos son profesores universitarios y tienen dos hijos. Desde la alcaldía de Ames, se mantuvo ajeno a los luchas autonómicas, aunque fue uno de los primeros alcaldes que apoyó a Sánchez.

En un ministerio, casi vacío de competencias, pero con gran visibilidad, el presidente del Gobierno ha optado por alguien de confianza -'sanchista' hasta la médula. Miembro de la dirección del PSdeG, fue el único ponente gallego en el Congreso Federal que el PSOE celebró en 2021 en Valencia; se encargó de las áreas de Municipalismo y Medio Rural.

Desde que fue nombrado delegado en Galicia, hace justo dos años, a finales de marzo del 21, en sustitución de Javier Losada, Miñones ha hecho una defensa cerrada de las bondades del Ejecutivo. Hasta tal punto que ha llegado a calificar a Sánchez como «el presidente más gallego de la historia». Ninguna crítica, en cambio, en línea con la actitud del partido en la Comunidad, lo lidere quien lo lidere.

«Si hablamos de inversiones y compromisos históricos cumplidos, hablamos del Gobierno más gallego de la historia», decía Miñones en enero de 2022, en un acto de rendición de cuentas. «Es más, si la galleguidad la medimos en inversiones y compromisos cumplidos, me atrevo a decir que Pedro Sánchez es el presidente más gallego de la historia; el que más se ha preocupado y ocupado de Galicia. El que más invierte en Galicia y el que más compromisos cumple con Galicia», añadía. El pasado mes de enero, al analizar la dotación de los Presupuestos Generales del Estado para la comunidad autónoma, insistía en que Sánchez es «el mejor presidente para Galicia».

Durante los dos años en el cargo, ha desplegado una actividad, bien mediante actos públicos, bien a través del envío de comunicados de prensa, de redifusión de iniciativas del Gobierno y constantes loas a la gestión de Sánchez. Tampoco ha dudado en 'bajar al barro' y chocar dialécticamente, primero con Alberto Núñez Feijóo y después con Alfonso Rueda. Al actual presidente gallego lo acusaba recientemente de basar todo su discurso en la «confrontación» y de padecer «feijoocentrismo», que le impedía apreciar que el Gobierno es el «más municipalista» y el «más gallego». Una labor de amplificación de la maquinaria mediática de La Moncloa, a modo de contrapeso a la Xunta, que no había pasado desapercibida, y que había servido a Miñones para tener opciones una vez se abrieran huecos en el Ejecutivo.

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El nombramiento de Miñones también tiene derivadas políticas a nivel regional. Además de la incógnita de quién le sustituirá al frente de la Delegación del Gobierno, aún no está claro quién será el candidato del PSOE gallego en las próximas elecciones autonómicas. Miñones pasa, así, a formar parte de las quinielas para disputar la presidencia de la Xunta, en principio, en 2024 -salvo adelanto-. El actual secretario general, Valentín González Formoso, ha sembrado dudas; no se ha cerrado la puerta, pero viene de confirmar que optará nuevamente a la alcaldía de As Pontes, y tampoco ha dado pistas de que vaya a renunciar a la presidencia de la Diputación de La Coruña llegado el caso.

Ahora, Miñones tendrá un escaparate inmejorable para aumentar su proyección, como un nombre a tener en cuenta. Por lo de pronto, el propio Formoso se ha apresurado a felicitar en sus redes sociales a Miñones, a quien ha definido como «una persona accesible, entregada, que sabrá trabajar con las comunidades para reforzar la sanidad pública».

Sánchez, de paso, hace un guiño a Galicia, gobernada ininterrumpidamente y con mayoría absoluta por el PP desde 2009. Miñones se convierte en el tercer gallego integrante del Consejo de Ministros, sumándose a Nadia Calviño y Yolanda Díaz, pero el segundo de filiación socialista.

Quienes han trabajado codo con codo con el nuevo ministro destacan su capacidad de trabajo y dedicación, así como su talante dialogante y que es muy metódico. Enamorado de su carrera profesional, de la que añora la investigación, a nivel personal le apasionan la lectura y la escritura, y jugó al tenis y al fútbol.

El Ministerio de Sanidad suele ocuparse o por ministros con un perfil técnico, como el de Ana Pastor, médico de formación, o político, como el de Salvador Illa o la propia ministra saliente, Carolina Darias. En este caso, han optado por una fórmula híbrida: político pero con una formación académica al que los términos sanitarios no le serán ajenos.

Darias tomó el relevo al ex ministro Salvador Illa en 2021, en pleno impacto del Covid-19, y logró encauzar a España hacia la normalidad tras un duro año de pandemia. Se le recordará como la ministra de la vacunación.

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