La catástrofe hidrológica que ya supera a Biescas, que dejó 87 muertos y 180 heridos en 1996

Al margen de las víctimas mortales, hubo miles de heridos y enormes pérdidas materoles. Fue la peor inundación de la que se tienen registros, que fue precedida por otro episodio trágico por la fuerza del agua, también en Valencia, que se cobró 300 víctimas mortales, en 1957. La DANA que ahora castiga de nuevo a esta comunidad es, con 70 muertes registradas hasta el momento, la peor cifra de víctimas desde la avalancha de Biescas (Huesca), en 1996, que dejó 87 víctimas mortales.

Las causas de la trágica 'Riada del Vallés' de 1962 fueron principalmente, meteorológicas -en menos de tres horas cayeron precipitaciones de 212 litros por metro cuadrado-, pero también intervinieron aspectos geográficos, geológicos y urbanísticos.

Cinco años antes, el 14 de octubre de 1957, también en Valencia, otra gran inundación -conocida como 'La Riuà'- causó 300 muertes además de cuantiosos daños materiales. Las lluvias torrenciales sobre el Turia a su paso por la ciudad acumularon aquel día 125 l/m2, 90 de ellos en apenas 40 minutos, y el río llevaba un caudal de unos 4.200 m3/s. El dato de precipitación acumulada más destacado (oficial) fue el de 361 l/m2 en Bejís (Castellón).

Dos décadas después, la riada de 19 de octubre de 1973 dejó precipitaciones del orden de los 600 l/m2 en Zúrgena (Almería) y también en Albuñol (Granada). El Guadalentín alcanzó un caudal máximo de 3.000 m3/s y el agua alcanzó 15 metros de altura en Puerto Lumbreras y 10 metros en Lorca (Murcia). Como consecuencia, hubo 150 muertos y medio centenar de desaparecidos cuyos cuerpos, sepultados por el fango o arrastrados al mar, nunca fueron encontrados. Los municipios de La Rábita (Granada) y Puerto Lumbreras (Murcia) quedaron arrasados.

La 'Pantanada de Tous', de la que ahora se cumplen 42 años, fue también una de las peores gotas frías de la historia de la Comunidad Valenciana. Batió récords de precipitaciones en España y se llevó por delante la vida de unas 40 personas el 20 de octubre de 1982. Al margen del reguero de muertes, 'La Pantanà' -en valenciano- causó la destrucción de dos comarcas enteras y la pérdida de su vivienda a más de 300.000 personas.

Las trágicas riadas de 1983, en el País Vasco, tuvieron también efectos devastadores, especialmente en Bilbao. La magnitud de la catástrofe no tuvo precedentes en el territorio vasco: 600 litros de lluvia por metro cuadrado en un solo día. El balance de víctimas: 34 muertos, cinco desaparecidos y 948 millones de euros de daños.

Catorce años después, la riada del camping de Biescas (Huesca) dejó imágenes dantescas que tardarán en olvidarse. El 7 de agosto de 1996, una intensa tormenta en la cabecera del barranco de Arás produjo una gran riada que arrasó el camping Las Nieves, ubicado sobre el cono de deyección del torrente de aguas justo antes de su desembocadura en el río Gallego y a un kilómetro escaso aguas abajo de Biescas. Murieron 87 personas y 183 resultaron heridas de diversa consideración, además de contabilizarse numerosos daños materiales.

Seis años después, en marzo de 2002, una gota fría que anidó en Santa Cruz de Tenerife, descargó con fuerza hasta 129 litros de agua por metro cuadrado en solo una hora en varias áreas isleñas. Como consecuencia de las lluvias torrenciales ocho personas perdieron la vida y 12 se dieron por desaparecidas

Las inundaciones producidas por las lluvias caídas entre el 16 y el 19 de diciembre de 2016 en el sureste peninsular dejaron registros importantes de agua y víctimas mortales. El temporal de Levante que afectó a la Comunidad Valenciana, Murcia, Almería y Baleares dejó cinco muertos y cantidades de lluvia en algunos puntos por encima de los 600 l/m2.

Dos años después, el 9 de octubre de 2018 el torrente que se desbordó en la localidad mallorquina de Sant Llorenç causó la muerte de 13 personas, acumuló en 15 minutos un caudal de 442 metros cúbicos por segundo, tanto como el río Ebro, que tiene mil veces más cabida.

De manera más reciente, uno de los peores episodios de lluvias torrenciales se registró en enero de 2020. La borrasca 'Gloria' dejó un trágico balance en nuestro país y destrozos importantes principalmente en Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana. En total, fueron 13 las víctimas mortales en este episodio de lluvias.

El 3 de septiembre de 2023, una DANA especialmente destructiva abatió España. Se declararon alertas rojas en lugares como Madrid, Toledo y Cádiz, pero la DANA creó estragos en muchos otros lugares. Las inundaciones se extendieron por todo el país y dejaron a un gran número de gente incomunicada. Las carreteras y los medios de transporte también colapsaron por el temporal, que resultó en ríos desbordados y viviendas inundadas en muchas localidades. Se reportaron al menos cinco muertes por las tormentas, tres de ellas en Toledo.