Del ibuprofeno al primperan: los 1.000 medicamentos que faltan en las farmacias y para los que la UE creará una reserva estratégica

Son varias las causas de estos problemas de suministro. A los incrementos en los costes de producción se suma que la fabricación de fármacos está deslocalizada, es decir, no toda se da en Europa. «La fabricación de principios activos está muy deslocalizada en países del Este, en India, etc.», dice Juan Pablo Rísquez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. «Esto siempre ha sido así pero ahora va a más, al final es un proceso de evolución y tiende a agudizarse», expone.

Además, la industria farmacéutica es un intermediario en la cadena de producción, pero necesita de otros productores para que el medicamento llegue a las farmacias. Por ejemplo, en el caso de un jarabe, si falta el tapón no se puede comercializar. Y el tapón puede venir de Asia y o bien no estar disponible por falta de materiales para fabricarlo o bien haber subido de precio, lo que provoca una rotura de stock del producto. «Sabemos que hay tensión en la adquisición de materias primas como consecuencia, entre otras, de la guerra de Ucrania y afecta a los prospectos, cartones, blísters, etc.», prosigue Rísquez.

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Y también afectan las fluctuaciones de demanda, que a veces se pueden prever, pero muchas otras no. «Hay veces que es imposible», constata Emili Esteve, director del departamento técnico de Farmaindustria, la principal patronal, que pone como ejemplo lo que sucede actualmente con algunos medicamentos para la diabetes, como Ozempic, que se está utilizando también para adelgazar por pacientes no diabéticos. «La demanda es tan importante que no hay capacidad de producción en estos momentos».

Estos contratiempos, además, traspasan nuestras fronteras, pues la situación se replica en prácticamente todos los Estados miembros, de manera que la Comisión Europea tiene previsto presentar una iniciativa al respecto el próximo 24 de octubre. «En 2021, en plena crisis de Covid-19, Europa identificó 6 áreas clave de dependencia en las que deberíamos ser fuertes y tener autonomía estratégica», señala la eurodiputada del PP Dolors Montserrat. Estas áreas eran: materias primas, baterías, hidrógeno limpio, semiconductores, digitalización y producción de activos farmacéuticos. En este tiempo se han propuesto políticas de apoyo para todos estos sectores salvo para el de medicamentos, que verá la luz en los próximos días tras años de reclamaciones de los principales grupos parlamentarios. En la iniciativa, explica Montserrat, Europa estudia proponer medidas de almacenamiento «que incluyan el establecimiento de reservas estratégicas de medicamentos para prevenir posibles escaseces y faltas de suministro».

En la misma línea, se va a crear un mecanismo europeo de solidaridad para poder institucionalizar las acciones de compra conjunta de medicamentos, así como un listado de fármacos críticos para tener una radiografía real de la situación -España cuenta con uno desde mayo de 2022, pero en lugar de críticos los denomina estratégicos-. Además, se reconocerá la importancia de la deslocalización de los medicamentos, es decir, los problemas que genera la dependencia de terceros países, como India o China, a la hora de disponer de fármacos. «No se está investigando lo suficiente sobre nuevos antibióticos, y la industria que acostumbra a hacerlo no son grandes multinacionales, sino que son más pequeñas y por tanto si en Europa pagas por una caja de antibióticos menos que por un paquete de chicles... ¿cómo le vas a pedir que no se deslocalice?», denuncia Montserrat. Hasta que la Comisión Europea no presente la propuesta no se conocerán cuáles serán las medidas que se tomarán para favorecer esta producción, aunque la eurodiputada popular afirma que «la intención es crear un entorno de producción acogedor en Europa». «En las otras áreas se han creado estos entornos de producción con incentivos y a través de fondos. Entiendo que va a ir más o menos por esa línea, pero aún no se puede asegurar».

La escasez de medicamentos supone un problema tanto para España como para Europa, por lo que es necesario tomar medidas ya para solventarlo, reclaman los políticos. «Tenemos un punto de debilidad y si no tomamos medidas o políticas de apoyo, en los próximos meses o años se va a incrementar», sentencia la europarlamentaria popular. Coincide con ella el eurodiputado socialista Nicolás González Casares, que define la falta de suministro como «un problema crónico y particular de la UE» y cree que la solución pasa por «fomentar de alguna manera que las industrias y las compañías establecidas en Europa produzcan aquí». «Europa está perdiendo posiciones en innovación farmacéutica y eso hay que corregirlo», lamenta, por lo que reclama un sistema de incentivos que facilite esa industria en la Unión Europea y dote a los países de autonomía.

Pero las cifras de falta de suministro, afirman los expertos consultados, no son peores que las de hace un par de años. «Ningún paciente se está quedando sin su tratamiento», defiende el vicepresidente de los farmacéuticos. El foco, coinciden, se debe poner en aquellos medicamentos que se consideran estratégicos o críticos, es decir, aquellos para los que no hay alternativa. «Son claramente los que hay que proteger», reclama Esteve.