El Papa visita a Emma Bonino, exlíder radical italiana, convaleciente en su propia casa

«La he encontrado bien» ha asegurado el pontífice a un periodista del diario italiano 'La Repubblica' que lo ha grabado saliendo del edificio. «Ha sido un encuentro cordial», ha añadido.

Emma Bonino ha publicado en redes sociales una foto de la visita, en la que se les ve a los dos en silla de ruedas en una terraza de Roma. «Me ha llenado de alegría que me haya dicho que soy un ejemplo de libertad y de resistencia», escribe Bonino.

«Esta mañana, con enorme sorpresa y llena de emoción, Su Santidad me ha hecho una visita muy grata. Del Papa Francisco siempre se desprende su extraordinario aspecto humano. Incluso con los regalos que quiso hacerme, un maravilloso ramo de rosas y bombones. Me ha impresionado la fuerza y la comprensión que me ha mostrado desde su típico saludo piamontés 'cerea', debido a nuestros orígenes comunes», ha narrado.

Emma Bonino, de 76 años, fue recientemente hospitalizada e ingresada en la UCI a causa de una grave crisis cardiorrespiratoria. Desde la semana pasada, está siguiendo la rehabilitación desde su casa.

El Papa acababa de presidir la inauguración del curso académico de la Pontificia Universidad Gregoriana, y de regreso al Vaticano, se ha detenido junto a la casa de la política, muy cerca de la plaza Campo di Fiori, en el centro de Roma. Francisco también ha encontrado por la calle a la periodista argentina Betta Piqué, corresponsal de La Nación, con quien ha conversado unos instantes y que le ha señalado las ventanas de un edificio de la zona.

En varias ocasiones, Francisco ha elogiado a Emma Bonino por su defensa de las personas migrantes y por sus reclamaciones para mejorar las condiciones en las cárceles italianas. En 2016, en una entrevista al Corriere della Sera dijo que en su opinión Emma Bonino figuraría entre «los grandes de Italia de hoy» pues «ha ofrecido el mejor servicio a Italia para conocer África»; y que aunque ella «tenga opiniones diferentes de las de la Iglesia», «hay que mirar a las personas, a lo que hacen».

En enero de 2015, Emma Bonino anunció en una entrevista radiofónica que tenía cáncer. «Me han hecho unas revisiones médicas rutinarias que han revelado un tumor en el pulmón izquierdo. Se trata de una forma localizada y asintomática, que requerirá un tratamiento largo y complicado de quimioterapia, que ha comenzado ya y que durará al menos seis meses», explicó. Ya entonces anunció que no iba a abandonar la política, pero sí a moderar sus fuerzas.

En aquellos meses trascendió que Francisco la había llamado por teléfono para interesarse por su salud. «Mantuvimos una conversación afectuosa y me animó a ser fuerte», explicó entonces Bonino. «También el Papa me dijo que 'la mala hierba nunca muere'. Mi madre solía decirme que soy una hierba dura, pero no mala», bromeó la política.

Recuperada, explicó que debería continuar el tratamiento de radioterapia. Desde entonces, siempre aparece en público con un pañuelo en la cabeza.

Emma Bonino fue comisaria europea de Pesca y Ayuda Humanitaria entre 1995 y 1999. Su popularidad se disparó en España durante la crisis del fletán cuando la marina canadiense interceptó al pesquero español 'Estai' en aguas internacionales y ella acusó a Canadá de «acto de piratería».

Cuando tenía 27 años, en 1975, organizó un «Centro de Información sobre la esterilización y el aborto» y fue muy activa en la promoción de un referéndum sobre la legalización del aborto en el país transalpino.

Noticia Relacionada

El Papa visita un cementerio de niños abortados en Roma para conmemorar el Día de Difuntos

Javier Martínez-Brocal

El gesto del Pontífice no ha sido leído sólo en términos pro-vida, sino como una reflexión sobre el misterio del dolor y de la muerte de los niños

El Papa prefiere destacas que años más tarde, se movilizó en la causa del desarme y la lucha contra el hambre, en la instauración de una Corte Penal Internacional o en la paz en Ruanda, que como comisaria europea, viajó a los Balcanes, a Afganistán, a Somalia, al Kurdistán iraquí o a Sierra Leona, o que en 1998, recibió junto con otras seis mujeres el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por su lucha por la defensa y dignificación de la mujer.