Desde entonces, el caso, que ha dado lugar a una serie en Netflix, ha generado múltiples tesis, nunca probadas, y no deja de apasionar a los italianos sobre el fondo de teorías de complot que implican a los servicios secretos, la mafia, las altas autoridades vaticanas y la masonería.
El pontífice argentino, tras su oración del Ángelus este domingo, dijo que quería aprovechar este aniversario para «expresar, una vez más, mi cercanía a la familia, especialmente a la madre, y asegurarle mis oraciones».
«Hago extensivo mi recuerdo a todas las familias que soportan el dolor de un ser querido desaparecido», añadió.
La familia de Emanuela sigue reclamando justicia desde hace años y denuncia el silencio culpable del Vaticano.
Reabren el caso
En enero, el fiscal general de la ciudad Estado abrió una investigación, mientras que el Vaticano reveló el jueves que trasladó sus informes a la fiscalía de Roma, en donde también se inició un búsqueda de los hechos.
Había «ciertas pistas (...) que merecían una investigación en profundidad», declaró la Santa Sede, añadiendo que había obtenido pruebas de sus instituciones y testimonios de altos funcionarios de aquel entonces.
El Vaticano ha sido acusado de poner trabas a las investigaciones durante años, así lo ha hecho saber el hermano de Emanuela Orlandi, Pietro, quien para él se está dando el momento para avanzar con el caso.
«Por fin se ha roto el tabú sobre Emanuela Orlandi», dijo el domingo a la prensa tras organizar una sentada y oír al papa. «El hecho de rezar es una señal de esperanza para llegar a la verdad».
Las palabras del papa «son ya un gran paso que nosotros reclamábamos desde hacía años y años, y hasta ahora no se había producido», dijo a AFP. Pero, «esperamos acciones tras estas palabras».
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