El Papa reza por su confesor fallecido, un cura franciscano de Zamora

«Fue un confesor y hombre de consejo», lo ha definido el Papa. «Recordándolo, quiero honrar la memoria de muchos hermanos franciscanos confesores y predicadores que han honrado y honran a la iglesia de Roma. Gracias a todos ellos», ha añadido desde la ventana del Palacio Apostólico.

El Papa había revelado la identidad de su confesor durante una larga entrevista con una radio portuguesa, en septiembre de 2015. «¿Con qué frecuencia se confiesa?«, le preguntó entonces la periodista Aura Miguel, de Radio Renascença. »Cada quince días, veinte días«, respondió Francisco. »Me confieso con un padre franciscano, padre Blanco, que tiene la bondad de venir acá, a confesarme«, explicó. Luego, añadió una broma: »Sí, nunca tuve que llamar una ambulancia que lo llevara de vuelta, asustado de mis pecados«.

Manuel Blanco Rodríguez nació hace 85 años en Camarzana de Tera (Zamora) y falleció la noche del jueves al viernes. Falleció repentinamente, mientras dormía, según explica el ministro general de los franciscanos, Massimo Fusarelli, en una carta a los miembros de esta orden en España.

Blanco se hizo sacerdote en 1963. Estudió Pedagogía, Psicología y Filosofía en la Universidad Complutense, y Teología en Roma. Como autor, escribió mucho sobre la espiritualidad franciscana.

También desarrolló su carrera académica como profesor de Filosofía y fue decano de esa facultad y vicerrector en la Universidad Pontificia Antonianum, en la Ciudad Eterna.

Dentro de su orden, formó parte del grupo de «definidores generales», el consejo que gobierna a los franciscanos junto al ministro general. También fue ministro provincial y visitador en diversas entidades de la Orden.

El arzobispo de Oviedo, el franciscano Jesús San Montes, lo recordó el viernes con un mensaje en la red social X. «Fallece el confesor del Papa Francisco, el zamorano Fr. Manuel Blanco OFM, buen hermano y prudente sacerdote franciscano, profesor de filosofía y amigo cercano. Descanse en paz. Se lleva en el silencio de su corazón la ayuda que prestó al Santo Padre durante todo su pontificado«, escribió.

El funeral será este lunes por la mañana en la parroquia de Roma en la que vivió.

Vivió con gran discreción el encargo de confesar al Papa. Nadie lo hubiera sabido si Francisco mismo no lo hubiera revelado. Ahora el Papa deberá buscarle un sustituto.