El Papa recorta de nuevo el rezo del ángelus: «Estoy mejorando, pero aún no me da la voz»

Francisco, que ha rezado en directo desde una sala de estar de Casa Santa Marta, mostraba aspecto cansado y alguna dificultad para respirar, pero no ha dado motivos para preocuparse por su salud.

La oración se ha retransmitido en pantallas gigantes en la plaza de San Pedro, donde la han presenciado varios miles de peregrinos.

En el Vaticano explican que «el Papa no tiene fiebre y continúa con la terapia». Por eso, esta semana ha mantenido una sorprendentemente intensa agenda de trabajo. El único cambio ha sido que, para evitar «exponerse a fluctuaciones de temperatura», ha realizado los encuentros en Casa Santa Marta o en el Aula Pablo VI y no en el Palacio Apostólico.

Durante el ángelus, el Papa ha asegurado que le «duele que se haya roto la tregua (entre Israel y Hamás), pues esto significa muerte, destrucción y miseria». Francisco ha recordado que «tantos rehenes están todavía en Gaza» y ha solicitado oraciones por «ellos y sus familias, que habían visto una luz, una esperanza de reencontrarse con sus seres queridos».

El Papa ha añadido que «hay mucho sufrimiento en Gaza», pues «faltan productos de primera necesidad». «Espero que todos los implicados puedan alcanzar un nuevo acuerdo de alto el fuego lo antes posible y encontrar soluciones distintas a las armas, tratando de tomar valientes caminos hacia la paz», ha reclamado.

Se calcula que 200 personas han fallecido en la zona desde que el viernes cesó la tregua y se retomaron los ataques.

El Papa denunció también el atentado bomba que esta mañana ha provocado 4 muertos y 50 heridos durante una misa en la ciudad de Marawi, en el pabellón deportivo de la Universidad Estatal de Mindanao. «Quisiera asegurar mi oración por las víctimas del atentado. Estoy cercano a las familias, al pueblo de Mindanao que ya ha sufrido tanto», ha asegurado. Más tarde ha enviado también un mensaje de solidaridad al obispo de la ciudad, Edwin Angot de la Peña.

El Papa también ha recordado que está siguiendo «desde la distancia» la Cumbre del Clima organizada por las Naciones Unidas en Dubái. Francisco tenía previsto participar en la inauguración, pero canceló su presencia por motivos de salud. «Les estoy acompañando», ha dicho durante el ángelus. «Renuevo mi llamada a que a los cambios climáticos se responda con cambios políticos concretos: salgamos de las estrecheces de los particularismos y de los nacionalismos, de los esquemas del pasado, y abracemos una visión común, comprometiéndonos ahora, sin demora, con una necesaria conversión ecológica mundial», ha solicitado.

Antes de despedirse ha recordado que este domingo se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, y ha recordado que «acoger e incluir a quienes experimentan esta condición ayuda a toda la sociedad a ser más humana». «Aprendamos a valorar a cada persona con sus cualidades y capacidades, y no excluyamos a nadie», ha añadido.

El Papa tiene previsto participar este viernes en una oración ante la imagen de la Inmaculada de la piazza di Spagna de Roma. Por ahora, el Vaticano prefiere esperar a ver cómo evoluciona la bronquitis de Francisco antes de confirmar si finalmente estará presente.