El Papa nombra a 14 nuevos santos, entre ellos los «mártires españoles de Damasco»

Durante la ola de violencia, esta comunidad de franciscanos rechazó la oferta de refugiarse en casa del gobernador turco, para no abandonar a la población a la furia de las turbas. La noche del 9 al 10 de julio alguien les traicionó y abrió una pequeña puerta del convento, para abrir paso a los agresores. Todos los religiosos que había dentro fueron decapitados o masacrados.

Los españoles eran Manuel Ruiz López, de San Martín de las Ollas (Burgos), Carmelo Bolta Bañuls, de Real de Gandía (Valencia), Nicanor Ascanio Soria, de Villarejo de Salvanés (Madrid), Nicolás María Alberca Torres, de Aguilar de la Frontera (Córdoba), Pedro Nolasco Soler Méndez, de Lorca (Murcia), Francisco Pinazo Peñalver. de El Chopo de Alpuente (Valencia) y Juan Jacob Fernández, de Moire (Ourense).

«Fueron siervos fieles, que sirvieron en el martirio y en la alegría», ha destacado el Papa Francisco. «La fe y el apostolado que llevaron a cabo no alimentaron en ellos deseos mundanos ni ansias de poder, sino que se hicieron servidores de sus hermanos, creativos para hacer el bien, firmes en las dificultades, generosos hasta el final», ha añadido.

El Papa les ha recordado también con motivo de la Jornada Misionera Mundial que se ha celebrado este domingo y ha pedido apoyar con «oración y ayuda a todos los misioneros que, a menudo con gran sacrificio, llevan el anuncio luminoso del Evangelio a cada lugar de la tierra».

También Francisco ha rezado «por las poblaciones que sufren a causa de la guerra» y ha mencionado a los habitantes de «la maltratada Palestina, Israel, Líbano, la maltratada Ucrania, Sudán y Myanmar». Curiosamente, por primera vez ha usado ha usado un adjetivo para referirse a la situación de las personas en Palestina, en este caso «maltratada».

Félix Bolaños ha departido unos minutos este domingo con el Papa Francisco y, sin entrar en otras cuestiones, le ha renovado la invitación a viajar Canarias. El ministro ha encabezado la delegación oficial enviada por el gobierno para la canonización de siete franciscanos españoles que se ha celebrado en el Vaticano. El viaje ha hecho posibles gestos de distensión entre el gobierno y la Iglesia española y ha permitido un encuentro informal del ministro con Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

El saludo al Papa ha durado unos minutos y ha tenido lugar a primera hora de este domingo en una de las salas anejas a la sacristía de la basílica de San Pedro. Junto a Bolaños han encontrado al Papa los jefes de delegación de otros países, como el presidente italiano Sergio Mattarella, y el vicegobernador del Tirol (Austria), Josef Geisler. Francisco ha recibido juntas a las tras delegaciones y ha conversado brevemente con cada uno de los asistentes.

Según explican fuentes del gobierno que han presenciado el encuentro, con «cordialidad» Bolaños «le ha trasladado al papa un saludo afectuoso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez». Añaden que «han coincidido en la preocupación por la situación de las personas migrantes, por lo que le ha invitado a visitar las islas Canarias».

A última hora del sábado, Bolaños intervino durante una recepción en la Embajada de España ante la Santa Sede a la que asistieron varios obispos españoles, entre ellos el cardenal Juan José Omella y el presidente de la CEE Luis Argüello, con quien se reunió informalmente.

«Creo que esta celebración que hoy hacemos, humilde pero sentida, manifiesta al menos dos propósitos. El primero, desde luego, tener la oportunidad de vernos, de hablar, de compartir. Y segundo, recordar a los Mártires de Damasco», explicó Bolaños ante los obispos.

El ministro les aseguró la «predisposición del gobierno al diálogo (con los obispos españoles), que me consta que es recíproca». «Gracias a todos ustedes, gracias por siempre hablar y siempre tener la oportunidad de poner en común, de encontrar puentes de entendimiento. Los hemos logrado, los hemos alcanzado, hemos acordado cosas en los últimos años y desde luego lo vamos a seguir haciendo», dijo mirando hacia Argüello y Omella.

Mencionó las dos cuestiones que actualmente «están encima de la mesa» en las relaciones entre la Iglesia y el Estado. «Tenemos un informe del Defensor del Defensor del Pueblo al que queremos dar cumplimiento las dos partes, la Iglesia católica y también el Estado; y tenemos un imperativo, que es el imperativo del cumplimiento de la ley en relación con la resignificación del Valle de Cuelgamuros (nombre actual del Valle de los Caídos), que pase de ser lo que fue, un símbolo de una dictadura, periodo negro de nuestro país, a ser lo que tendrá que ser, que es un símbolo de la democracia, de la reconciliación, la mejor de las imágenes de la democracia española», añadió.

Bolaños también reconoció el papel de los siete mártires fallecidos en Siria en 1860, que Francisco ha canonizado esta mañana, pues «murieron por defender sus ideas y nos permiten recordar la terrible situación que se vive todavía en esa tierra y que tanta preocupación genera tanto en Su Santidad como en cualquier gobernante democrático y con valores profundos». El ministro de presidencia estuvo sentado junto a monseñor Luis Argüello, quien no tomó la palabra pero aplaudió con afabilidad el discurso de Bolaños y se mostró sonriente y amable durante el encuentro.