El Papa, con la mano en el corazón, tras ver la imagen de los inmigrantes que viajaron en el timón de un petrolero: «Esa foto me tocó»

La red asistencia de la Iglesia les ha acompañado en cada paso que han dado desde su llegada a España. Dos de ellos están ahora en Madrid en un centro de Cáritas

«Nos atamos con los cinturones. Si te duermes y caes al mar, estás muerto»

El Papa, con la foto, en su último viaje a la República Democrática del Congo EFE

«Esa foto me tocó», le dijo el Papa, mientras se llevaba la mano al corazón, a la periodista de EFE cuando le mostró la imagen de Salvamento Marítimo en el vuelo a Congo. En ella, se podía ver cómo tres nigerianos ... habían viajado hasta Las Palmas en el timón de un petrolero.

El Pontífice mostró su deseo de que puedan quedarse en España y también pudo conocer que, dos de los inmigrantes habían estrenado los 'Corredores de Hospitalidad', una iniciativa de la Conferencia Episcopal para trasladar hasta la península a los demandantes de asilo que saturan la red asistencial en Canarias. Ahora están en un centro de Cáritas, aprendiendo español y pendientes de que Inmigración resuelva su caso.

Este es un caso paradigmático en que la asistencia de la Iglesia católica comenzó el mismo día en que llegaron. Un voluntario del secretariado de migraciones de la diócesis de Canarias visitó en el hospital Dr. Negrín al único hospitalizado por deshidratación. Le ofreció asistencia para gestionar su permanencia en España y la aceptó. Fue providencial, porque también fue clave para que sus dos compañeros de viaje pudieran acogerse al asilo, cuando ya estaban en los camarotes del barco esperando a ser deportados.

Comenzó una carrera contrarreloj para que las autoridades les reconocieran la condición de demandantes de asilo, y no de polizones, como los habían catalogado, lo que les encaminaba a ser devueltos a su país, al recaer la responsabilidad en el armador del buque. El propio secretariado de misiones denunció ante la subdelegación de Gobierno que los que estaban en el barco no habían sido informados de sus derechos. Horas después, la Policía acudía para hacerlo. También demandaron el asilo.

Tras un breve paso por algunos centros de acogida canarios, la Conferencia Episcopal habilitó para ellos el 'Corredor de Hospitalidad', una iniciativa que permite conectar las plazas libres en los centros asistenciales de la península con la amplia demanda que ha saturado los de las islas.

Dos de ellos se acogieron, e inauguraron el 'Corredor', inspirado en las acciones que se llevaron a cabo con la acogida de refugiados ucranianos al comienzo de la guerra, y potenciado en las últimas fechas ante la pasividad de la administración para resolver la saturación.

En Madrid, cada uno de ellos reside en un recurso habitacional, de 26 metros cuadrados, dotado con baño, cocina y nevera. Aprenden español y a desenvolverse en la ciudad. Cuando dominen un poco la lengua, entrarán en un programa de empleo de Caritas lo que ya desean con ansia, necesitados de enviar dinero a la familia. Y mientras, esperan que se resuelva su expediente y que el deseo del Papa se haga realidad: poder seguir en España.

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