El Papa levanta la prescripción para poder procesar al sacerdote artista acusado de 30 años de abusos

Marko Rupnik fue expulsado de los jesuitas, pero no podía ser procesado canónicamente porque las víctimas eran mayores de edad y el delito había prescrito

El Defensor del Pueblo certifica 487 casos de abusos y da por válidos los 1.430 que le comunicó la Iglesia

El jesuita Marko I. Rupnik

El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, ha anunciado por sorpresa este viernes que el Papa ha «solicitado que se revise el caso del sacerdote Marko Rupnik y levantado la prescripción para que se celebre un proceso». El sacerdote artista está acusado de haber ... cometido «abusos de conciencia, acoso espiritual, psicológico o sexual» a lo largo de 30 años y contra 25 personas. En junio, los jesuitas lo expulsaron por no mostrar arrepentimiento o compasión hacia sus víctimas.

Rupnik (Eslovenia, 1954) había sido excomulgado en 2019 por el «delito de cómplice», que se verifica cuando un sacerdote se ofrece a confesar y absolver a una persona con la que ha mantenido relaciones sexuales consensuadas. La sanción estuvo en pie sólo dos semanas, pues reconoció el delito e indemnizó a la víctima. Sin embargo, los jesuitas le prohibieron desde entonces tanto administrar la confesión como llevar dirección espiritual.

Unos dos años después, llegaron al Vaticano nuevas denuncias contra Rupnik, referidas a los años 90, cuando asistía a una comunidad de monjas en Eslovenia. Una de las religiosas aseguró que había abusado de veinte de ellas. Al tratarse de abuso de adultos, los hechos habían prescrito. Los jesuitas se indignaron por no poder hacer nada y solicitaron a posibles víctimas que presentaran denuncias. Como resultado, recogieron testimonios de 25 víctimas, todas mujeres mayores de edad, tanto religiosas como laicas, que refirieron «abusos de conciencia, acoso espiritual, psicológico o sexual».

Algunas víctimas lamentaron públicamente que el Papa Francisco se reuniera en septiembre con una de las colaboradoras de Rupnik, Maria Campatelli, directora del centro de espiritualidad y taller de mosaicos que creó el sacerdote. Campatelli había denunciado en junio que contra Rupnik se cernía «una campaña mediática basada en acusaciones difamatorias y no probadas», y acusó a la Compañía de Jesús de retener supuestos documentos «que demostrarían una verdad diferente a la que se estaba publicando».

Según ha informado este viernes el Vaticano, el Papa Francisco ha decidido reabrir el caso después de que «la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores le informara de que había graves problemas en el modo en el que se gestionó y falta de cercanía a las víctimas».

Por su parte, la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores había contactado a algunas víctimas del sacerdote esloveno para «revisar los procesos y acciones que se llevaron a cabo en su caso particular, para identificar cómo pudo haber afectado la legitimidad de su denuncia, derechos y apoyo y acompañamiento que no le fueron brindados». Aclararon que no se trataba de revisar el caso sino el procedimiento «pues no tenemos la facultad de modificar la sentencia existente, ni de intervenir en las decisiones tomadas por el tribunal».

La reapertura del caso y la apertura del proceso significa que Marko Rupnik podría ser expulsado del sacerdocio. También forzará a que el acusado pueda eventualmente defenderse, pues hasta ahora ha guardado silencio, y a que se den a conocer las acusaciones.

Esta semana el entorno de Marko Rupnik hizo público que el sacerdote había sido acogido en una diócesis de Eslovenia, cuyo obispo asegura no haber recibido ninguna documentación «de un tribunal civil o religioso» que muestre que «había sido declarado culpable de los supuestos abusos». Los jesuitas aseguran en cambio que habían enviado un mensaje para avisar sobre la condena y la excomunión.

Con fama de místico y prestigio como predicador – Benedicto XVI lo invitó a predicar a todos los sacerdotes de Roma -, Rupnik es un exponente del arte sacra contemporánea y autor de decenas de reconocibles mosaicos en todo el mundo. En España, por ejemplo, sus obras decoran la capilla de la sede de la Conferencia Episcopal y en la catedral de la Almudena de Madrid. Tras conocerse las denuncias, algunas iglesias y santuarios, como el de Lourdes, en Francia, se están planteando la posibilidad de retirar sus mosaicos.

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