El Papa nombra cardenal al arzobispo de Madrid, José Cobo, y España se convierte en el segundo país con más purpurados electores

Francisco lo ha anunciado por sorpresa durante el ángelus de este domingo desde su ventana en la plaza de San Pedro. Cuando se celebre este consistorio, habrá 137 cardenales electores. Su principal prerrogativa es que son tanto candidatos como votantes únicos del cónclave.

España se refuerza en su posición de superpotencia cardenalicia, y se convertirá en el segundo país con más votantes en un eventual cónclave, doce, uno más que EE.UU., por detrás sólo de Italia, que tendrá quince el 30 de septiembre.

Los cardenales españoles menores de 80 años y por lo tanto con derecho a entrar en un cónclave, son Luis Ladaria, de 79 años; Carlos Osoro, de 78; Fernando Vérgez, de 78; Antonio Cañizares, de 77 años; Juan José Omella, de 77; y Miguel Ángel Ayuso, de 71. A ellos se le añaden desde finales de septiembre José Cobo, de 57 y Ángel Fernández Artime, de 62.

Los otros españoles que el Vaticano no computa son obispos de diócesis de otros países: el pamplonica José Luis Lacunza, obispo de David, en Panamá, de 79 años; el también navarro Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile, de 78 años; y el almeriense Cristóbal López Romero, de 71, obispo de Rabat. A partir del 30 de septiembre, en la lista estará también Francisco-Xavier Bustillo, de 54 años, que tiene a su cargo una diócesis francesa.

En este consistorio, Francisco ha optado por crear cardenales con perfil internacional y jóvenes, la edad media de los nuevos purpurados es 62,9 años, por lo que se les considera de largo recorrido. Es difícil encontrar una línea común entre ellos, pero aparentemente ha premiado perfiles que se han mostrado dialogantes en entornos complejos a diferentes niveles -como los obispos de Sudán del Sur, Hong Kong o Tierra Santa, o los nuncios en Estados Unidos e Italia-; y modos de gobierno centrados en ayudar a las personas y no en defender posiciones adquiridas -como el prefecto del dicasterio de obispos, el nuevo prefecto para la Doctrina de la Fe o el arzobispo de Madrid.

En un gesto inédito, ha nombrado sólo dos nuevos cardenales italianos, ninguno de los cuales preside diócesis, una cura de humildad para el país transalpino.

Europa cuenta con nueve de los 18 nuevos cardenales. Además de los tres españoles, en la lista hay dos italianos son el franciscano Pierbattista Pizzaballa, de 58 años, el más conocido del consistorio, patriarca latino de Jerusalén; y el veronés Claudio Gugerotti, de 67 años, que trabaja en la curia vaticana como prefecto para las Iglesias Orientales. Fue nuncio en Bielorrusia, Ucrania y hasta hace unos meses, en Reino Unido.

El Papa hará cardenales a otros dos europeos que son actualmente nuncios, el suizo Emil Tscherrig, de 76 años, nuncio en Italia; y el francés Christophe Pierre, de 77, actual nuncio en EE.UU. De Europa son también el polaco Grzegorz Ryś, arcivescovo de Łódź, de 59 años y Amerigo Manuel Alves Aguiar, obispo auxiliar de Lisboa, de 49 años, que estudió Periodismo después de ordenarse sacerdote y es el más joven del grupo.

También habrá tres nuevos cardenales latinoamericanos. El primero es el argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, de 60 años; el jesuita Ángel Sixto Rossy, de 64 años, arzobispo de Córdoba (Argentina); y Luis Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá (Colombia), de 61 años.

De África proceden tres: Stephen Brislin, arzobispo de Ciudad del Cabo, de 66 años. También Stephen Ameyu Martin Mulla, de 59 años, arzobispo de Yuba en Sudán del Sur; y Protase Rugambwa, arzobispo coadjutor de Tabora, en Tanzania, de 63 años, y hasta hace unos meses subsecretario del Dicasterio para la Evangelización.

El Papa hará dos nuevos cardenales de Asia en el próximo consistorio. El primero es Sebastian Francis, obispo de Penang, en Malasia, que tiene 71 años y es presidente de los obispos de su región. El segundo, el jesuita Stephen Chow Sau-yan, de 63 años, obispo de la delicada diócesis de Hong Kong.

Francisco ha incluido en la lista a tres cardenales eméritos: Agostino Marchetto, de 82 años, uno de los grandes historiadores del Concilio Vaticano II; el obispo venezolano Diego Rafael Padrón Sánchez, de 84; y simbólicamente el capuchino Luis Pascual Dri, que ha dedicado su vida a escuchar confesiones en el santuario de Nuestra Señora de Pompei en Buenos Aires, de 94 años. El Papa ha hablado a menudo de él citando que se excusaba entre bromas con Jesucristo por dar tantas absoluciones: “Señor, perdóname por haber perdonado demasiado, pero me has dado tú el mal ejemplo”.

Los pontífices suelen nombrar nuevos cardenales cuando el número de purpurados con derecho a entrar en el cónclave ronda los 120 cardenales. Si tenemos en cuenta las fechas de nacimiento, esa cifra volverá alcanzarse el 10 de octubre de 2024, cuando el arzobispo de Caracas Baltazar Porras cumpla 80 años.