El Papa Francisco apela desde Mongolia a la «armonía» entre religiones
El Pontífice dedica la tercera jornada de su visita oficial a un encuentro ecuménico con una docena de representantes de las principales confesiones del país
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Enviado especial a Ulán Bator
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Iniciar sesiónEl Papa Francisco ha iniciado la tercera jornada de su visita oficial a Mongolia con un encuentro ecuménico que ha reunido a los líderes religiosos de las principales confesiones del país. Durante su intervención, el Papa ha defendido la importancia de la armonía para « ... medir el valor social de nuestra religiosidad».
El encuentro ha tenido lugar en el Teatro Hun, una construcción con forma de yurta o 'ger', enclavada en un complejo de ski a las afueras de Ulán Bator. Allí han acudido portavoces de hasta doce creencias: budismo tibetano y mongol, islamismo, judaísmo, cristianismo ortodoxo, mormonismo, hinduismo, sintoísmo, evangelicanismo, adventismo, bahaísmo y chamanismo. Todos ellos han tenido la oportunidad de dirigirse al papa y al público.
«Siempre que líderes religiosos acuden de visita es muy beneficioso no solo para la religión, sino para la sociedad en general. Nuestra época actual está muy desarrollada en términos de tecnología, pero necesitamos hablar más sobre lo espiritual», ha apuntado Tserenjav Altankhuu, asistente del principal lama budista de Mongolia, la religión mayoritaria en el país. «Queremos hablar con el papa de paz y armonía, los fundamentos básicos del desarrollo, más que cuestiones materiales, pues para alcanzar la paz primero debemos entender nuestra paz interior».
«Permítanme que me dirija a ustedes así, como un hermano en la fe de los creyentes en Cristo y como hermano de todos ustedes, en nombre de la común búsqueda religiosa y de la pertenencia a la misma humanidad», ha saludado el papa tras escuchar a sus acompañantes.
«El hecho de estar juntos en el mismo lugar ya es un mensaje. Las tradiciones religiosas, en su originalidad y diversidad, comportan un formidable potencial de bien al servicio de la sociedad. Si quien tiene la responsabilidad de las naciones eligiera el camino del encuentro y del diálogo con los demás, contribuiría de manera determinante a poner fin a los conflictos que siguen causando sufrimiento a tantos pueblos».
Armonía asiática
Francisco ha pronunciado un discurso plagado de referencias universales, desde el Dhammapada –escritura sagrada budista– hasta Kierkegaard, con un énfasis especial en la armonía, «esa palabra de sabor típicamente asiático». «Armonía es quizás el sinónimo más apropiado de belleza.
Por el contrario, la cerrazón, la imposición unilateral, el fundamentalismo y la coerción ideológica arruinan la fraternidad, alimentan tensiones y ponen en peligro la paz. [...] Hermanos, hermanas, por el modo en que logremos la armonía con los demás peregrinos sobre la tierra y en la forma que consigamos transmitir armonía, allí donde vivimos, se mide el valor social de nuestra religiosidad», ha señalado el pontífice.
«Hoy estamos aquí juntos como humildes herederos de antiguas escuelas de sabiduría. Al reunirnos hoy, nos comprometemos a compartir todo ese bien que hemos recibido, para enriquecer a una humanidad que, en su caminar, a menudo se encuentra desorientada por miopes búsquedas de lucro y bienestar; y a menudo también es incapaz de volver a encontrar el hilo conductor. Volviendo así su mirada sólo a intereses terrenos, acaba arruinando la misma tierra, confundiendo el progreso con el retroceso, como lo muestran tantas injusticias, tantos conflictos, tantas devastaciones ambientales, tantas persecuciones, tanto descarte de la vida humana».
El representante judío, Yair Jacob Porat, ha alabado que el papa «haya intentado reunir a todo el mundo». «Este evento es muy importante para alcanzar la paz, en especial para Mongolia, que esté entre dos grandes vecinos y necesita el apoyo de todo el mundo».
Cirilo de Moscú
Por su parte, el responsable de la Iglesia ortodoxa, Anthony Gusev, ha preferido no valorar el discurso del papa antes de haber repasado la traducción. «Siempre existe la posibilidad», ha contestado a ABC respecto a una hipotética visita del pontífice al otro lado de la frontera, aunque ha manifestado no tener información alguna respecto a los rumores de que Francisco podría detenerse en el trayecto de vuelta para departir con Ciril de Moscú, patriarca de la Iglesia ortodoxa.
Por la tarde, el papa cumplirá con la cita dominical oficiando una misa multitudinaria en el Steppe Arena, un estadio de hockey sobre hielo con capacidad para 3.600 asistentes.
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