El Papa Francisco: «Acordaos de Valencia, ¡cómo están sufriendo!»

Como cada semana, el Pontífice ha manifestado la posición del Vaticano sobre las crisis actuales. «Me alegro por el 'alto el fuego' alcanzado hace unos días en el Líbano y espero que sea respetado por todas las partes, permitiendo a las poblaciones de las regiones afectadas por el conflicto –tanto libanesas como israelíes – regresar a sus casas pronto y con seguridad, también con la preciosa ayuda del ejército libanés y de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas», ha comenzado después de la oración del ángelus.

«En esta situación, dirijo una invitación a todos los políticos libaneses para que sea elegido inmediatamente el presidente de la República y las instituciones retomen su normal funcionamiento, para poder emprender las reformas necesarias y asegurar al país su papel de ejemplo de convivencia pacífica entre las diferentes religiones», ha continuado. Desde el 30 de octubre de 2022, cuando terminó el mandato de Michel Aoun, no hay presidente de la República en el país, que está sumido en una crisis institucional sin precedentes.

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Refiriéndose a Oriente Medio, Francisco ha asegurado que tiene «la esperanza de que la espiral de paz que se ha abierto pueda llevar a un 'alto el fuego' en los otros frentes, sobre todo en Gaza». Para conseguirlo, ha dicho que «es muy importante que sean liberados los israelíes que aún son tenidos como rehenes, y que entre ayuda humanitaria para la exhausta población palestina».

Luego ha solicitado oraciones «por Siria, donde lamentablemente se ha vuelto a encender la guerra causando muchas víctimas». «Estoy muy cerca de la Iglesia en Siria, recemos», ha clamado. Tras la toma de Alepo por parte de tropas yihadistas, muchos han recordado las matanzas del Isis y han aconsejado a los cristianos que escapen lo antes posible. Por ahora, los obispos católicos han hecho saber que no se irán de la ciudad, que no les constan ataques dirigidos a los cristianos, pero que el clima es de máxima inseguridad.

El Papa se ha detenido también bastante tiempo para manifestar «preocupación y dolor por el conflicto que sigue ensangrentando a la martirizada Ucrania». Francisco ha denunciado que «desde hace tres años asistimos a una terrible secuencia de muertes, heridos, violencia, destrucción… Los niños, las mujeres, los ancianos y las personas débiles son las primeras víctimas. La guerra es un horror, la guerra ofende a Dios y a la humanidad, la guerra afecta a todos, es siempre una derrota para toda la humanidad».

Ha avisado también de que «el invierno está a las puertas y amenaza con empeorar las condiciones de millones de desplazados. Serán meses muy duros para ellos. La combinación de guerra y frio es trágica». Por eso, ha solicitado «de nuevo a la comunidad internacional, y a todo hombre y mujer de buena voluntad, que hagan todo lo posible para detener esta guerra y que prevalezca el diálogo, la fraternidad y la reconciliación». Con la vista puesta en la Navidad, «el nacimiento del Rey de la paz», el Pontífice ha suplicado «que se dé una esperanza concreta a estas poblaciones».

«La búsqueda de la paz no es una responsabilidad de unos pocos, sino de todos. Si prevalece la indiferencia a los horrores de la guerra, toda, toda la familia humana está derrotada. No nos cansemos de rezar por aquella población tan duramente probada y de implorar de Dios el don de la paz», ha concluido.

En el mismo saludo ha recordado que se cumplen 40 años de uno de los mayores éxitos diplomáticos del Vaticano, que en 1978 impidió un conflicto armado en Sudamérica a raíz de la crisis del Beagle y que logró que en 1984 Chile y Argentina firmaran el Tratado de Paz y Amistad que sigue vigente. «Con la mediación de la Santa Sede puso fin a una disputa territorial que había llevado a la Argentina y a Chile al borde de la guerra. Esto demuestra que, cuando se renuncia al uso de las armas y se dialoga, se recorre un buen camino», ha subrayado.

En la plaza de San Pedro ya puede verse el árbol de Navidad, que aún no ha sido decorado, y que será iluminado el próximo sábado. También, junto al obelisco, se está preparando el tradicional Nacimiento, que estará expuesto desde el 7 de diciembre hasta el 12 de enero.