El Papa encomienda su comisión contra los abusos a una expolicía de Chicago y a un obispo colombiano

Morris-Kettelkamp será «secretaria adjunta». Tiene 72 años, trabajó 29 en la ISP (Policía del Estado de Illinois), donde alcanzó el rango de coronel, y desde 2016 colabora con este departamento del Vaticano, en el que «ha coordinado el grupo de trabajo centrado en la curación de supervivientes y en la integración de sus voces en el ministerio de la Iglesia».

De gran humanidad, en Chicago llegó a dirigir la policía forense, responsable de analizar «la escena del crimen». Abandonó la policía y trabajó como consultora en el grupo que auditó las medidas de prevención de abusos en diócesis de EE.UU. Los obispos apreciaron su trabajo y la ficharon como directora del departamento de Protección de Niños y Jóvenes de la conferencia episcopal desde 2005 a 2011. En el Vaticano también se ha encargado de elaborar directrices universales para la protección de menores y adultos vulnerables y para sanar y atender a víctimas y supervivientes.

Noticia Relacionada

El Papa levanta la prescripción para poder procesar al sacerdote artista acusado de 30 años de abusos

Javier Martínez-Brocal

Marko Rupnik fue expulsado de los jesuitas, pero no podía ser procesado canónicamente porque las víctimas eran mayores de edad y el delito había prescrito

Por su parte, el hasta ahora obispo auxiliar de Bogotá, Luis Manuel Alí Herrera, de 57 años, se convierte en nuevo «secretario» de este departamento. Además de sacerdote, es psicólogo, y es el más veterano de esta comisión vaticana, pues forma parte de ella desde que Francisco la instituyó en el año 2014.

El cargo de secretario y secretaria adjunta son muy relevantes pues son quienes toman las decisiones ejecutivas sobre las tareas de esta comisión. Su tarea no es ocuparse de juzgar los casos de abuso, sino de establecer protocolos para ayudar a las víctimas y verificar las políticas de prevención y detección de abusos en instituciones de la Iglesia.

El presidente de esta comisión es el cardenal Seán Patrick O'Malley, arzobispo de Boston, de 79 años. O'Malley ha asegurado que Herrera y Morris-Kettelkamp «aportan tanto estabilidad a la agenda de la comisión como un alto grado de profesionalidad».

El cardenal ha escrito un mensaje de bienvenida, en el que dedica amplio espacio a reconocer la tarea de quien les ha precedido, el sacerdote Andrew Small, que ha ocupado el cargo de secretario desde 2021.

O'Malley elogia la gestión de Small, que en el pasado fue criticada por externalizar algunas tareas de la comisión. También recibió muchas críticas al saberse que gestionaba un fondo millonario de inversión con el que concedía créditos a muy bajo interés para proyectos en zonas de misión. La actividad especulativa, que no constituía delito, fue mirada con recelo en el Vaticano.

«Ha ayudado a realizar varias iniciativas importantes con visión y tenacidad», escribe ahora O'Malley. Elogia que ha contratado nuevos empleados y buscado una nueva sede, lo que «ha tenido un enorme impacto en el acceso a la información sobre protección a nivel local». Según el cardenal, esto ha permitido elaborar el «Informe Anual Piloto sobre Políticas y Procedimientos de Protección en la Iglesia» que será publicado previsiblemente en junio, y actualizar el «Marco de Directrices Universales».

El cardenal recuerda también que Andrew Small ideó la «Iniciativa Memorare», un fondo financiado por Iglesias de occidente para que las diócesis de países en vías de desarrollo puedan dotarse de instrumentos para prevenir y detectar abusos. «Muchas personas se beneficiarán de sus esfuerzos durante los próximos años, por lo cual estamos agradecidos», concluye.

El cardenal Seán O'Malley cumplirá 80 años en junio, edad a la que el Derecho Canónico establece la jubilación obligatoria de los eclesiásticos. Quizá el inédito nombramiento como secretario de un obispo en ejercicio y también de una secretaria adjunta, sea un modo de preparar el cambio de guardia, para dar «continuidad» al trabajo de esta comisión.