El Papa irá este martes al Coliseo junto a líderes de otras religiones para rezar por la paz en Ucrania

Con esta cumbre interreligiosa en el Coliseo, el Papa clausurará un encuentro de líderes políticos, sociales y religiosos enfocado en la paz especialmente en Ucrania, convocado por la Comunidad de San Egidio, y que este domingo por la tarde inaugurará en Roma Emmanuel Macron.

«Queremos liberarnos de este discurso único (a favor o en contra del envío de armas o de las sanciones) y retomar el grito de petición de paz», explicó uno el presidente de San Egidio, Marco Impagliazzo durante la presentación del evento «El grito de la paz».

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La reunión se inspira en la cumbre de líderes de todas las religiones que Juan Pablo II convocó en Asís en 1986. Participan personas de unos 50 países, entre ellos cristianos, budistas, musulmanes e hinduistas. Como es habitual en estos encuentros, los representantes de las religiones rezarán a la vez, pero en lugares separados, para evitar la impresión de sincretismo, y a continuación se reunirán para tener breves discursos y firmar una declaración conjunta sobre la paz.

Por su parte, el Papa Francisco y los líderes cristianos rezarán juntos dentro del Coliseo, en la zona del anfiteatro. Está previsto que guíe la oración un líder cristiano iraquí, el nuevo patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, Awa III, que recientemente ha trasladado de nuevo a Irak la sede del Patriarcado, tras años en EE.UU.

Por otro lado, el Papa también ha denunciado el recrudecimiento del conflicto en el Tigray (Etiopía), pese a que el lunes se retomarán las conversaciones entre el gobierno y los rebeldes. «Repito con sincera preocupación que la violencia no resuelve la discordia, sino que sólo aumenta sus trágicas consecuencias», ha clamado el Papa. La guerra estalló en 2020 y se ha llevado por delante miles de vidas en la región del Tigray, y ha provocado el desplazamiento forzado de dos millones de personas.

«Hago un llamamiento a los responsables políticos para que pongan fin al sufrimiento de la población indefensa y encuentren soluciones equitativas para una paz duradera en todo el país. Que los esfuerzos de las partes por el diálogo y la búsqueda del bien común conduzcan a un camino concreto de reconciliación. Que no falte nuestra oración, nuestra solidaridad y la necesaria ayuda humanitaria para nuestros hermanos etíopes, tan probados», ha añadido el pontífice.

El Papa también ha mencionado los temporales en Nigeria, que esta semana han dejado más de 600 muertos, 1,3 millones de desplazados en el país, y que han arruinado las cosechas. Las lluvias están provocando calamidades en 19 países del centro y el Oeste de África, con consecuencias directas para unos 5 millones de personas. «Rezo por las víctimas y estoy cerca de los millones de desplazados, y auguro un mayor esfuerzo común para prevenir estas calamidades», ha pedido.

Además, el Papa ha invitado a asomarse a su ventana a dos chicas y un chico de Portugal para inaugurar el proceso de inscripción a la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, que se celebrará en la capital lusa la primera semana de agosto de 2023. El Papa, ha rellenado un formulario en una tableta y ha pulsado la tecla para confirmar su inscripción. «Ya está, me he apuntado como peregrino», ha dicho. «Queridos jóvenes, os invito a apuntaros a este encuentro en el que, después de un largo período de distancia, redescubriremos la alegría del abrazo fraterno entre pueblos y entre generaciones, que tanto necesitamos», ha añadido.

El Papa también ha recordado la beatificación de 12 mártires de la congregación de los Redentoristas que ayer se celebró en Madrid. «Vicente Nicasio Renuncio Toribio y once compañeros de la Congregación del Santísimo Redentor, fueron asesinados por odio a la fe en 1936, en España. Que el ejemplo de estos testigos de Cristo, hasta el derramamiento de sangre, nos estimule a ser coherentes y valientes; que su intercesión sostenga a quienes hoy luchan por sembrar el Evangelio en el mundo», ha pedido el Papa antes de invitar a dar un aplauso a estos mártires.

También ha saludado y ha dado las gracias a un grupo de peregrinos españoles del «Centro Académico Romano Fundación», donantes de becas de estudio para sacerdotes y futuros sacerdotes. Antes de marcharse, a pocas horas después del traspaso de poderes entre Mario Draghi y Giorgia Meloni, ha invitado a «rezar por la unidad y la paz de Italia».