El Papa deja una propina de 100 euros tras tomarse un café en un bar de Luxemburgo
«Fue el café más estresante que he hecho. Mi único miedo era que no fuera bueno», ha dicho Jassim, el camarero que ha servido al Pontífice
El Papa pide desde Luxemburgo «negociaciones honestas que permitan construir seguridad y paz para todos»
Corresponsal en el Vaticano
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Iniciar sesiónAntes de despegar rumbo a Bruselas, el Papa ha pasado ocho horas en Luxemburgo, la primera etapa de un viaje de cuatro días al «corazón de Europa». Esta mañana ha solicitado al país que recuerde al Viejo Continente el drama que su población experimentó ... en las dos guerras mundiales para que no se repita, y esta tarde ha elogiado su política migratoria y las medidas de integración a quienes llegan a sus fronteras.
«No olvidemos un estribillo que se repite en la Biblia: 'tener compasión de la viuda, el huérfano y el extranjero'. Gracias al pueblo luxemburguese por lo que hace por los migrantes», ha dicho durante un encuentro con católicos en la catedral. «Os pido que sigáis haciendo de vuestro país una casa acogedora para todo el que llame a vuestra puerta pidiendo ayuda y hospitalidad».
El Papa viaja a Bélgica y Luxemburgo para espolear a Europa ante la guerra y la crisis migratoria
Javier Martínez-Brocal | Corresponsal en el VaticanoEl Papa elogiaba políticas de integración que Luxemburgo dirige a personas que solicitan asilo, como clases de idiomas o de cultura nacional. En números relativos, el país tiene 42 emigrantes por cada mil habitantes, la segunda cifra más alta de Europa. En números absolutos el panorama es diferente. En 2022 recibió unos 7.900 emigrantes de fuera de la UE, procedentes sobre todo de Siria, Eritrea, Afganistán, Sudán y Venezuela. En el mismo periodo llegaron a España unos 850.000. Por otro lado, es el país europeo con mayor porcentaje de población extranjera, un 47%, sobre todo profesionales que trabajan en instituciones europeas y financieras.
Icono de la crisis de la fe en Europa
Luxemburgo es un icono de la crisis de la fe en Europa. El 41,5% de sus ciudadanos son católicos, casi la mitad de hace pocas décadas. Ahora los han superado quienes se declaran «religiosamente indiferentes», un 49,5% de la población. El Papa pidió en la catedral que en esta situación «no se replieguen en sí mismos, como una Iglesia triste, resignada, resentida; sino que acepten el desafío, en fidelidad a los valores de siempre, y redescubran y valoricen de manera nueva los caminos de evangelización, pasando de una simple propuesta de atención pastoral a una propuesta de anuncio misionero».
La anécdota de esta etapa ha sido la 'escapada' que el Papa ha hecho a un bar para tomarse un café. Después del almuerzo, ha sido fotografiado en un bar cercano a la residencia del arzobispo, al que se ha desplazado acompañado por tres guardias de seguridad del Vaticano. La foto, con el rostro de sorpresa del camarero, ha dado rápidamente la vuelta al mundo.
Juste avant la messe, le pape François a bu un café au café Gruppetto situé rue Notre Dame à #Luxembourg #POPEinLU pic.twitter.com/hdylcJ0b9C
— Le Quotidien (@le_quotidien_lu) September 26, 2024
«El café más estresante de mi vida»
Minutos más tarde, el 'Café Gruppetto', que así se llama el bar, ha sido tomado por los periodistas en la Rue Notre Dame. Su camarero, Jassim aún no podía creerse el «increible encuentro», durante el que ha preparado «el café más estresante de mi vida». «Al principio creí que era una broma. Entró un señor y me dijo, 'Viene el Papa a tomar un café'. Y de repente vi allí al Papa. Me sentí estresado», explica en una entrevista a Le Quotidiem. Asegura que el Papa llegó acompañado por «unas diez personas», que por las fotos se reconocen como guardia suizos y gendarmes vaticanos. «Fue el café más estresante que he hecho. Mi único miedo era que no fuera bueno, que se quejaran, pero lo elogiaron. El Papa dijo que nuestro café era bueno, y que ese elogio dicho por un italiano era importante», asegura feliz.
Sobre su cliente, el Papa Francisco, dice que «es super accesible y super amable. No me hubiera imaginado que fuera tan accesible con la gente, súper abierto». «Fue un placer conocerle», dice ahora que ha superado con éxito el café más estresante de su vida.
Francisco ha pedido un café expresso, y el camarero ha tenido la elegancia de decirle que él invitaba al Papa y a sus acompañantes. El Papa no ha consentido, y ha pedido a uno de sus colaboradores que pagara. Además, ha dejado lo que Jassim llama una «pequeña propina» de nada menos que 100 euros. Esta tarde enseñaba a todos orgulloso el billete, sin saber aún si lo gastará o no.
Recibimiento cálido en la ciudad
A pesar del fuerte viento y la lluvia, el recibimiento ha sido muy cálido, y miles de personas han salido a las calles de Luxemburgo para ver de cerca al Papa Francisco. Francisco ha dedicado tiempo a estrechar la mano de muchos de ellos y curiosamente a regalarles caramelos y rosarios.
Entre los asistentes al encuentro en la catedral estuvieron los expresidentes de la Comisión Europea Jean Claude Juncker y Jaques Santer, a quienes Francisco saludó personalmente. También estuvieron en todo momento a su lado los grandes duques Enrique y Maria Teresa, que le han despedido a pie de pista en el aeropuerto. La gran duquesa, nacida en Cuba, ha hablado con el Papa en español y le ha traducido algunas palabras de su marido.
Francisco llegará a Bruselas a última hora de este jueves y tiene previsto un breve encuentro en el terminal de Estado con los reyes Felipe y Matilde. A continuación se trasladará a la nunciatura para preparar los encuentros de este viernes, que incluyen una reunión con quince víctimas de abusos cometidos por eclesiásticos.
Carta del presidente de Canarias
Esta mañana, durante el vuelo desde Roma a Luxemburgo, el Papa explicó que no podría recorrer el pasillo para saludar a los periodistas que le acompañaban, pues había poco tiempo y «no me siento con fuerzas para recorrerlo», en referencia a sus problemas de movilidad.
Sin embargo, sí que recibió unas cartas desde Canarias que llevaba la periodista Eva Fernández, de Cadena Cope, que hacían referencia al propósito del Papa de viajar a España. Una de las misivas está firmada por el presidente Fernando Clavijo, que le da las gracias por el interés de visitar el archipiélago para constatar la crisis migratoria.
Las otras cartas son de emigrantes de Senegal, Nigeria y Guinea Bissau, que han llegada en patera a Canarias. Uno asegura que durante la travesía «el frío les retorcía los dedos y el hambre en el estómago se sentía como alambre, mientras la humedad y la sal del mar agrietaba su piel y las pestañas se convertían en cristales de sal». Otro describe al Papa cómo las guerras y el hambre les fuerzan a buscarse otra vida en Europa. De alguna forma, de parte de ellos, Francisco hablará este viernes en Bruselas.
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