El Papa crea 20 nuevos cardenales y reúne durante cuatro días a todos los purpurados

Bolaños presidirá el domingo por la mañana una recepción oficial a puerta cerrada en honor del nuevo purpurado español. Será en la embajada ante la Santa Sede y están invitados todos los cardenales españoles, entre ellos Juan José Omella y Carlos Osoro, presidente y vicepresidente de la Conferencia Episcopal.

De los 15 cardenales españoles, nueve tienen menos de 80 años, y por lo tanto conservan el derecho a participar en un eventual cónclave. Esto convierte a España en el tercer país con más cardenales electores, por detrás sólo de Italia y de EE.UU. Tras la ceremonia de este sábado habrá 132 cardenales electores, de los que casi dos tercios (83 de los 132 cardenales) habrán sido nombrados por el Papa Francisco. Del resto de electores, 11 fueron nombrados por Juan Pablo II y 38 por Benedicto XVI.

Por primera vez en este pontificado, uno de los cardenales ha renunciado a recibir la púrpura, a pesar de que el Pontífice anunció su nombramiento el pasado 29 de mayo. Se trata de Lucas Van Looy, de 80 años y obispo emérito de Gante (Bélgica). La conferencia episcopal de su país explicó que «para prevenir que las víctimas de abusos sean de nuevo heridas a causa de su cardenalato», el obispo emérito «solicitó al Papa que lo dispensara de aceptar este nombramiento», pues «no habría actuado siempre con suficiente contundencia como obispo de Gante contra los abusos en las relaciones pastorales».

Otro de los protagonistas será Angelo Becciu. Hace casi dos años, el 24 de septiembre de 2020 renunció de acuerdo con el Papa «a los derechos ligados al cardenalato» a causa de la sospechosa gestión de los fondos reservados de la Secretaría de Estado. El tribunal vaticano que lo está procesando por supuestos cargos de malversación y abuso de poder ha constatado ligereza en sus decisiones, pero no actividad delictiva. Por eso, el pasado sábado el Papa Francisco lo llamó por teléfono para invitarlo personalmente a las reuniones de cardenales que se celebrarán estos días. Se trata del primer paso hacia la completa rehabilitación.

De los 20 nuevos cardenales, 16 tienen menos de 80 años y por lo tanto son «electores» en un eventual cónclave. La mayoría trabajan en diócesis de países en vías de desarrollo, o lugares donde los católicos deben afrontar considerables dificultades. Por ejemplo, Virgilio Do Carmo Da Silva, de 54 años, es el primer cardenal procedente de Timor Oriental; y el misionero Giorgio Marengo, de 48 años, es el prefecto apostólico de Ulán-Bator en Mongolia, donde hay 5 sacerdotes católicos y unos 1.500 fieles.

También está Anthony Poola, de 60 años, arzobispo de Hyderabad (India), y primer cardenal «paria»; y Peter Okpaleke, de 59 años, obispo de Ekwulobia (Nigeria), a quien unos sacerdotes impidieron en masa que tomara posesión de su diócesis porque querían a uno de su propia etnia.

Entre los nuevos cardenales electores hay tres latinoamericanos: Adalberto Martínez Flores, de 71 años, presidente de los obispos de Paraguay; y los brasileños Leonardo Ulrich Steiner, de 71 años, arzobispo de Manaos, y Paulo Cezar Costa, de 55 años, arzobispo de Brasilia.

También trabajan en grandes metrópolis los nuevos cardenales Jean-Marc Aveline, de 63 años y arzobispo de Marsella; Filipe Neri Ferrão, de 69 años y arzobispo de Goa (India); Robert McElroy, de 68 años, de San Diego (EE.UU.) y William Seng Chye Goh, de 65 años, y obispo de Singapur.

Además del español Fernando Vérgez, el Papa ha incluido entre los nuevos cardenales a otros dos de sus colaboradores, el británico Arthur Roche, de 72 años, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino, y Lazzaro You Heung-sik, de 70 años, prefecto del Dicasterio para el Clero.

El último Consistorio fue el 28 de noviembre de 2020, en plena pandemia, y muchos de los cardenales tuvieron que participar on-line. La reunión que comienza este sábado será exclusivamente presencial y permitirá a los cardenales escucharse unos a otros y conocerse en vistas de un futuro cónclave.

El Papa Francisco les ha dejado libre el domingo, pero ha programado reuniones plenarias para el lunes y el martes. La idea es ilustrarles las claves de la nueva constitución apostólica sobre el funcionamiento de la curia vaticana, la «Praedicate Evangelium», de modo que puedan ponerla en práctica en sus propias diócesis.

Las claves de esta nueva norma publicada por el Papa el pasado 19 de marzo, tras 8 años de consultas internas, es situar la estructura de la Curia vaticana al servicio de los obispos, dar mayor presencia de mujeres y laicos en cargos de responsabilidad, y orientar las prácticas y decisiones del obispo hacia la evangelización.