El Papa convoca a niños y niñas de todo el mundo para un encuentro mundial en el Vaticano

Juan Pablo II organizó también un encuentro multitudinario con niños de todo el mundo el 8 de enero de 1984, con ocasión del Jubileo de la Redención, que se celebraba ese año. Volvió a convocarlos el 5 de enero del año 2001, en el que fue el último evento del Jubileo del año 2000. Benedicto XVI mantuvo en octubre de 2005 un encuentro de preguntas y respuestas en la plaza de San Pedro con miles de niños y niñas que habían hecho la primera comunión, y mantuvo un encuentro especial con ellos en México en marzo de 2012.

Por otro lado, en el ángelus el Papa Francisco ha asegurado que está pendiente de la «dramática situación de los desplazados en Nagorno-Karabaj». Se refiere a las más de 100.000 personas que están escapando tras la rendición del hasta ahora enclave armenio en territorio azerí, un 70% de la población. Ha sido durante el Ángelus de este domingo en la plaza de San Pedro.

A pesar de que Azerbaiyán garantiza que respetará los derechos de los habitantes armenios del enclave que decidan seguir residiendo en esas tierras, la mayoría de la población está escapando por miedo a represalias. Hoy de nuevo el pontífice ha solicitado «diálogo entre Azerbaiyán y Armenia, esperando que las conversaciones entre las partes, con el apoyo de la comunidad internacional, favorezcan un acuerdo duradero que ponga fin a la crisis humanitaria». El Vaticano ha valorado positivamente que este domingo llegue una misión de la ONU a la zona para evaluar las necesidades humanitarias de la población, pues desde hace 30 años no había tenido acceso al territorio. También el Papa ha recordado a las decenas de «víctimas de la explosión de un depósito de combustible ocurrida cerca de la ciudad de Stepanakert», en el Nagorno, el pasado 26 de septiembre.

Además, como cada domingo desde que comenzó la invasión en febrero de 2022, Francisco ha solicitado a los católicos oraciones por «las necesidades de la Iglesia y del mundo», y ha pedido concretamente «rezar por la paz en la atormentada Ucrania».

Durante el ángelus, el Papa ha reflexionado sobre el Evangelio de este domingo y ha explicado la diferencia entre «el pecador y el corrupto». Es una cuestión de «sinceridad ante Dios y ante uno mismo». El corrupto «es un hipócrita que miente educadamente para encubrir y disfrazar su desobediencia, sin aceptar ningún diálogo ni confrontación honesta». Por su parte, el pecador «asume la responsabilidad de su comportamiento y actúa a la luz del día. Luego, con esta honestidad, acaba cuestionándose, dándose cuenta de que estaba equivocado y vuelve sobre sus pasos».

Según Francisco, mientras que «para el pecador siempre hay esperanza de redención; para el corrupto es mucho más difícil pues sus falsos «síes», sus apariencias elegantes pero hipócritas y sus ficciones que se han convertido en hábitos son un grueso «muro de goma» tras el que se refugia de mala conciencia».

Dirigiéndose a los católicos, el Papa ha propuesto interrogarse sobre si «hago la vista gorda y vivo con una máscara, preocupándome sólo de parecer bueno y decente». La clave es «estar dispuesto a confrontarse con Dios sobre las propias dificultades, caídas y fragilidades», y «cuando se comete un error, estar dispuesto a arrepentirse y a volver sobre los propios pasos». «Pecadores sí, corruptos no», ha concluido.

Se acercan jornadas intensas para el Papa. En el Ángelus ha recordado que este miércoles comienza el «Sínodo sobre la sinodalidad», que durante cuatro semanas reunirá al pontífice con obispos y católicos de todos los países. Además, este miércoles publicará una segunda parte de su encíclica Laudato si' sobre el cuidado del medio ambiente –se titulará «Laudate Deum», «Alabado sea Dios»-, y ha adelantado que el 15 de octubre publicará una nueva «exhortación apostólica» sobre el mensaje de la santa francesa Teresa de Lisieux.