La cumbre de casi 200 cardenales en Roma desata los rumores sucesorios

Llegan bien preparados. Ya recibieron las instrucciones para el encuentro con un adelanto de los temas planteado de modo abierto con una serie de preguntas. Durante todo el lunes y la mañana del martes, trabajarán por grupos lingüísticos y después intervendrán libremente en las sesiones plenarias. El Papa quiere que aborden sobre todo las novedades que aporta la constitución «Praedicate Evangelium», para que la asuman personalmente y pongan también en práctica en sus diócesis el espíritu de esta norma.

En las preguntas que les ha enviado, Francisco plantea la «conversión pastoral y misionera», cómo generar mayor capacidad de trabajo y de colaboración con la curia vaticana, y cuál es su visión sobre la presencia de laicos en cargos de responsabilidad de dicasterios de la Santa Sede.

«Son temas que parecen poca cosa, pero son de gran importancia», explicó el neo cardenal colombiano Jorge Jiménez Carvajal. «Ahora mantenemos una relación más directa con el Vaticano», añadió subrayando el aumento de responsabilidad a nivel local. Lo está experimentando personalmente otro neo cardenal, el británico Arthur Roche, prefecto del dicasterio vaticano para el Culto divino. Subraya que «la reforma de la curia vaticana también se refiere a las relaciones entre la curia y los obispos del mundo». «Ahora las conferencias episcopales tienen un papel más destacado», sintetiza.

El Papa también tiene previsto explicar en uno de los encuentros el resultado de las iniciativas que ha emprendido a lo largo de estos nueve años para hacer limpieza y llevar claridad a las finanzas vaticanas. Además, el obispo Rino Fisichella les mostrará el proyecto del Jubileo del año 2025 que Francisco ha dedicado a la esperanza.

Algunos observadores subrayan que la nueva constitución «Praedicate Evangelium» ha abolido la llamada Cámara Apostólica, que se encargaba de asistir al cardenal camarlengo en la administración de los bienes temporales en periodo de Sede Vacante, en caso de fallecimiento o renuncia papal. Como no se ha determinado quién se ocupará ahora de esta cuestión, apuntan que Francisco podría aprovechar la reunión para plantear a los cardenales una nueva ley sobre la Sede Vacante, que aborde esta delicada cuestión y de paso aclare jurídicamente el estatus del Papa emérito o qué sucede en caso de que un pontífice se encuentre establemente impedido y no pueda tomar decisiones. En cualquier caso, esta posibilidad no aparece en el orden del día previsto para las reuniones.

En estos nueve años de pontificado, Francisco ha convocado ocho consistorios en los que ha «creado» 121 nuevos cardenales. De ellos, poco menos de dos tercios (83) son electores y no se conocen entre sí. Muchos proceden de ciudades poco conocidas, de países en vías de desarrollo, o de lugares en los que los católicos son minoría o sufren persecución. Las reuniones de estos días les permitirán trabajar juntos, identificar las capacidades de gobierno y ver de qué modo afrontan las cuestiones de actualidad, una experiencia que les facilitará el trabajo cuando tarde o temprano sea el próximo cónclave.

En ese sentido, muchos cardenales han apreciado la posibilidad de poder preparar de antemano encuentros y el modelo de trabajo en pequeños grupos y sesiones plenarias con intervenciones libres, pues permite una mayor participación. Aguardan con expectación el discurso que el Papa Francisco prepara para este lunes. Aunque Francisco también se dirigirá a todos ellos el martes por la tarde, cuando los despedirá con una misa en la basílica de San Pedro.