El Papa cancela su agenda por una gripe

Francisco, de 87 años y que el 13 de marzo cumplirá once como Papa, debía retomar su agenda habitual de trabajo ya este sábado, pero «como medida de precaución» ha considerado conveniente mantener un día de reposo. El único encuentro público anunciado para hoy era un diálogo con diáconos de Roma, que ha sido aplazado.

A los atentos observadores vaticanos no les pasó desapercibida la ausencia de Francisco ya este viernes por la mañana en la primera de las cuatro meditaciones de cuaresma del cardenal Raniero Cantalamessa, a las que el Papa no ha faltado ningún año. Muchos lo justificaron con los ejercicios espirituales, pero ahora queda claro que probablemente ya este viernes se sentía mal.

Fuentes vaticanas aseguran que «por el momento» se mantiene la agenda del Pontífice para este domingo, que incluye el rezo del ángelus a mediodía desde la ventana de su antiguo estudio, en el Palacio Apostólico.

Es muy posible que Francisco esté arrastrando un resfriado desde el miércoles de ceniza, cuando celebró misa en la fría basílica de Santa Sabina. Eso explica que puntualmente todos los años se resfríe unos días después de esta ceremonia anual.

La noticia, en cualquier caso, crea cierta expectación. Hace poco más de un mes, el 12 de enero, el Papa explicó que no estaba evitando leer los discursos a causa de una «ligera bronquitis», pero entonces no interrumpió su agenda. «Tengo un problema, una ligera bronquitis y no puedo hablar bien, me cuesta mucho hablar», se excusó en uno de estos encuentros.

Fue un poco más seria la que le afectó el pasado 25 de noviembre, cuando también sus portavoces anunciaron que tenía «leves síntomas gripales» y que habían decidido realizarle una TAC pulmonar para descartar patologías graves y «excluir el riesgo de complicaciones». En aquel entonces los médicos se tranquilizaron mucho por los resultados de la prueba. Sin embargo, la que más tarde resultó ser una inflamación pulmonar le impidió leer discursos en voz alta durante una semana, y hasta el 8 de diciembre evitó comparecer al aire libre para evitar «exponerse a fluctuaciones de temperatura».

También en noviembre el Pontífice repasó su historial médico durante una entrevista con la televisión pública italiana, la Rai. Entonces explicó que sigue necesitando la silla de ruedas para desplazamientos largos pero que «el problema de la rodilla está mejorando, ahora puedo andar bien». Recordó además que ha «tenido esas dos operaciones de estómago: la primera (en julio de 2021) por una diverticulitis en el colon transverso, cuando me extirparon unos centímetros de intestino, y luego pasó lo que pasa cuando te abren la barriga. En la otra, (en junio de 2023) lavaron ahí dentro. Lavaron las adherencias que se habían formado. Ahora estoy bien y puedo comer de todo». En la lista no incluyó las bronquitis, señal de que en su entorno no se consideran relevantes.