El Papa acepta la renuncia del obispo denunciado y absuelto por la violación de una monja
Un tribunal civil indio lo absolvió en 2022 por «contradicciones en las acusaciones». El prelado dice que es una venganza por haberla destituido del cargo de superiora
El Vaticano lanza un aviso a obispos, curas e 'influencers cristianos' que se comportan como «haters» en las redes
Corresponsal en el Vaticano
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLas dos escuetas líneas publicadas este jueves en el boletín de la oficina de prensa del Vaticano esconden una historia dramática: «El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Jullundur (India) presentada por Su Excelencia Monseñor Franco Mulakkal». ... Se refiere al prelado de 59 años, al que una religiosa denunció por abusos y que el tribunal civil declaró inocente por contradicciones en la acusación. El ahora obispo emérito asegura que fue acusado por venganza.
Nada más hacerse pública la decisión del Papa, el obispo ha publicado un breve vídeo en redes sociales en el asegura que él mismo ha solicitado esta medida, «por el bien de la diócesis, para que pueda ser nombrado un nuevo obispo». «Pongo a los pies de Cristo crucificado todo el dolor y las tribulaciones que he tenido que sufrir directa e indirectamente, agradecido con quienes me sirvieron de apoyo y refugio en estos tiempos difíciles», añade en el vídeo.
La diócesis de Jullundur lleva el nombre británico de la ciudad de Prasthala, en el norte de India, cerca de la frontera con Pakistán. Allí llegó en 2013 como flamante obispo Franco Mulakkal, quien llevaba ya cuatro años como obispo auxiliar de Delhi.
¿Debe el Papa coger el teléfono durante una audiencia?
Javier Martínez-BrocalPor tercera vez ha interrumpido el encuentro semanal con los fieles para mantener una conversación telefónica
En junio de 2018, una religiosa de 43 años, ex superiora de la congregación de las Misioneras de Jesús, le denunció ante la policía local por supuestas violaciones y abuso de posición dominante, durante sus visitas al convento de Kerala entre 2014 y 2016. Cinco religiosas pusieron en marcha una protesta pública para que la denuncia fuera escuchada. Algunos medios lo calificaron un «MeToo» religioso.
Por su parte, el obispo Mulakkal defendió su inocencia, dijo que las acusaciones eran «infamantes e infundadas» y se auto suspendió del cargo hasta que se aclarase la situación. El 20 de septiembre la Santa Sede nombró un «administrador apostólico» para que gobernara la diócesis en su ausencia.
Un día más tarde, el obispo fue arrestado por la policía con los cargos de violación, reclusión ilegal e intimidación. Estuvo en prisión tres semanas, hasta que se pagó una fianza para su libertad. Según su versión, la religiosa lo había acusado falsamente como venganza, pues la había destituido del cargo de superiora de la congregación.
Hace un año y medio, en enero de 2022, el tribunal civil de la ciudad de Kottayam lo absolvió de todos los cargos por «contradicciones en las acusaciones», tras escuchar a 39 testimonios. Habían convocado a prestar declaración a otras 45 personas, que no se presentaron. El caso no está cerrado pues, como ha recordado este jueves la nunciatura, la Corte Suprema ha admitido a trámite la apelación de la monja contra la sentencia absolutoria.
MÁS INFORMACIÓN
En febrero de este año, Mulakkal viajó a Roma y se entrevistó con el Papa Francisco, pero no se informó sobre el contenido de la conversación. Este jueves el pontífice ha decidido apartarle de la diócesis, que se encuentra herida tras lo sucedido, y que se convierta en «obispo emérito». La idea es nombrar pronto un nuevo obispo y pasar página. No será fácil hasta que la Corte Suprema resuelva el recurso.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete