El panel elegido por Robert Kennedy Jr. comienza a restringir las vacunas infantiles y su calendario en EE.UU.

Esta vacuna múltiple no es la opción más utilizada en EE.UU., donde normalmente se impone la triple de sarampión, paperas y rubeola por un lado, y la de sarampión por otro. La recomendación es que se mantenga de esta forma separada para niños menores de cuatro años.

La expectativa es que esta sea la primera entre muchas modificaciones al uso de las vacunas infantiles, de las que Kennedy Jr. ha sido un fuerte crítico durante décadas. La próxima, que se espera para este viernes, es que se elimine la recomendación seguida desde hace más de tres décadas par que los niños reciban una vacuna contra la hepatitis B nada más nacer. Todo apunta a que la nueva recomendación sea que eso ocurra solo en caso de que la madre esté infectada con ese virus. De lo contrario, se deberá recibir solo cuando haya pasado un mes.

También se espera que este panel, el Comité Asesor en Prácticas de Inmunización (ACIP, en sus siglas en inglés), apruebe este viernes restricciones sobre el uso de la vacuna contra el Covid-19.

La primera recomendación abre un nuevo periodo en la política sanitaria de EE.UU. sobre vacunas. Kennedy Jr. despidió a todos los miembros de ACIP después de ser elegido como secretario de Salud por Donald Trump y eligió él mismo a sus nuevos integrantes, lo que fue recibido con alarma por la comunidad médica.

Las recomendaciones del ACIP son para los Centros para el Control de las Enfermedades, la principal agencia sanitaria del país, que normalmente las acepta.

La reunión estuvo dominada por el caos, entre abstenciones de algunos miembros en las votaciones porque aseguraban no saber exactamente qué se decidía y retrasos en los procedimientos, en los que no se pudo votar parte del programa. Y, después, por críticas desde algunos sectores por el comienzo de las limitaciones y por el escepticismo mostrado en la reunión por algunos de los asesores.

La reunión «promocionó ideas falsas e información incorrecta sobre las vacunas como parte de un intento sin precedentes de limitar el acceso a inmunizaciones infantiles rutinarias y para crear miedo y desconfianza en las vacunas», reaccionó Susan Kressley, la presidenta de la Academia Americana de Pediatría, en un comunicado. «En lugar de crear recomendaciones claras sobre vacunas que sabemos que nos protegen contra enfermedades graves, se deja a las familias con confusión, caos e información falsa».