Palma se suma a la defensa del español: «Yo corrí ante los 'grises' para estudiar en catalán y ahora defiendo el castellano»
Cientos de personas se congregan en Palma a favor de la enseñanza en español al grito de 'Libertad'
La manifestación en defensa del uso del castellano en Cataluña, en directo
Baleares
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Iniciar sesión«En su colegio el español es un derecho». Decenas de carteles inundan la «carpa por la libertad». Así la define Eduardo Carvajal, que hace cola para firmar a favor de que el castellano sea lengua vehicular en la enseñanza en Baleares y « ... en todo el país». Este venezolano no entiende por qué en «España no se puede estudiar en español» ni que el gobierno de la socialista Francina Armengol no permita trabajar en la sanidad pública sin el título de lengua catalana. «Por eso hoy estamos aquí, hay que alzar la voz ante este atropello». A su lado, Mayka Marino opina que «es imprescindible que los españoles estudien español» y no quiere que sus cinco nietos sean unos «analfabetos» en su lengua materna. «Parece de risa tener que pedir enseñanza en español en España, si no fuera tan serio», sentencia Salvador Iglesias, quien preside la mesa informativa de Hablamos Español en Palma, a la que se han unido cientos de personas este domingo en contra de la exclusión del castellano en las aulas.
Iglesias es el primer padre que ha llevado a los tribunales al Gobierno autonómico de PSOE, Podemos y los nacionalistas de Més en Baleares por negar enseñanza en castellano a su hija de 14 años en un instituto de un pueblo de Mallorca. Su denuncia ha servido de inspiración para muchos ciudadanos de las Islas que han salido a la calle este domingo para reivindicar el derecho a que sus hijos estudien en su lengua materna.
«O los metes en un colegio privado o a chupar todo en catalán», resume Cristina Rodríguez, madre de dos hijos escolarizados en Palma. Ella y su marido, José Luis López, tienen que asumir unos gastos de 1.000 euros por niño, lo cual le dificulta el desarrollo del proyecto familiar. «Es la tasa que tienes que pagar por vivir en tu casa, porque nosotros somos de aquí», asume resignada hablando en mallorquín. Dice que «es una aberración el hecho de que cualquier español no pueda estudiar en español, esto es una vergüenza en todos los sentidos».
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La defensa del español en Cataluña llena el centro de Barcelona
E. Burés / A. Cabeza
José Luis es de Zamora y no daba importancia al tema lingüístico hasta que se trasladó a vivir Baleares. «El problema es que mucha gente de zonas no bilingües se lo toman como a chirigota hasta que te toca», se queja amargamente, apuntando directamente a los partidos políticos como responsables: «Mal el PSOE y mal el PP cuando ha estado».
Se escuchan gritos de 'Libertad, libertad'. María Monroy, coordinadora de Hablamos Español en Baleares, alza un cartel por la «libertad de elección de lengua» y anima a la gente a firmar por la creación de una ley educativa nacional que recoja este derecho. «He perdido la cuenta de la gente que ha pasado por aquí», suspira. Desde las 10.30 ha habido un goteo constante de personas que se han acercado a la carpa para solidarizarse y prestarse como voluntario.
Alberto González no da crédito: «Fuimos a por los libros de texto y el de Lengua Castellana está en catalán», relata indignado sobre el colegio de su nieto en un pueblo de Mallorca. A su lado hay un cartel que reza: «Así se excluye el español en estas CCAA», en el que se explica que «en Baleares, la eliminación del español como lengua vehicular en la educación pública es casi completa» y que «hay inmersión al modo catalán sin respetar siquiera el 25% en español». También se denuncia que «en los libros de Lengua Catalana se aprecia un claro intento de cambiar el idioma del alumnado hispanohablante y un adoctrinamiento en la línea pancatalanista».
Magdalena se ha unido a la concentración en la calle San Miguel de Palma, cerca de la plaza España de la capital balear. Critica que los antifranquistas hoy actúan igual contra el castellano. «Soy madrileña y yo corrí ante los 'grises' (apodo de la policía de los últimos años del Franquismo debido al color de los uniformes) para que se pudiera estudiar en catalán. ¿Quién me iba a decir a mí que hoy iba a estar aquí? A lo mejor soy franquista», se pregunta con sorna, preocupada por la educación de sus nietos.
Paralelamente, en Barcelona miles de personas acuden a la cita convocada por la plataforma Escuela de Todos en Barcelona para defender el bilingüismo en las aulas de Cataluña, en una clara respuesta de rechazo a los intentos de la Generalitat de minimizar al máximo la presencia del castellano en la escuela. Los defensores del bilingüismo se han manifestado bajo el lema 'Español, lengua vehicular', en un acto muy festivo.
«Ha sido un éxito. La gente está cansada de que se vulneren sus derechos lingüísticos y de que en una democracia como España no se acaten las sentencias judiciales. Yo sé que para mi hija ya llegaré tarde pero confío en que mi denuncia sirva para abrir el camino del 25% de castellano en Baleares», dice Salvador Iglesias, aunque se teme que el Gobierno balear siga la misma línea que Cataluña y esquive una futura sentencia a su favor. «No me he ido de Baleares porque soy mayor y me gano el pan aquí, pero si esto fuera Teruel, no quedaría nadie».
Iglesias califica a los políticos que le han denegado una y otra vez durante tres años el derecho de su hija a estudiar en español de «nacionalistas con fuertes rasgos racistas» porque «su premisa es que si no si hablas catalán, no eres de la tierra». «Al final después de 30 años en las Islas la gente empieza a darme la razón y afortunadamente las personas se dan cuenta de que no están solas y hay asociaciones que las pueden ayudar».
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