El País Vasco considera la rabia un problema de salud y obliga a vacunar a los perros

El Gobierno vasco ha accedido a la vacunación obligatoria después de que dar libertad a los dueños de las mascotas no haya resultado efectivo para adquirir la inmunidad de rebaño. Según los datos de los colegios de veterinarios, apenas el 35% de la población canina de la comunidad autónoma está inmunizada. La mayoría de los dueños, además, solo lo hacían porque no les quedaba más remedio si querían viajar con sus perros. Con la entrada en vigor de la normativa vasca, la rabia pasará a considerarse un «problema de salud pública». Por lo tanto, en España sólo Galicia y Cataluña dan libertad a los dueños de los perros. En Asturias, por su parte, únicamente es obligatorio inocular el suero a las razas consideradas peligrosas.

Álvaro Mateos Amann, presidente del Consejo de Veterinarios del País Vasco, insiste en la «necesidad» de tener una estrategia común porque el virus de la rabia sigue siendo un riesgo «real». De hecho, en el año 2019 un hombre falleció en Bilbao por esta enfermedad, a pesar de que se consideraba erradicada desde finales de los 70. Se contagió por la mordedura de un gato en un viaje a Marruecos y desarrolló los primeros síntomas cuando ya estaba de vuelta.

Precisamente el país norteafricano es el que más preocupa a los expertos. Allí la rabia sigue siendo una enfermedad endémica. «Solo en lo que va de 2022 se han detectado 12 positivos en Melilla», explica Mateos. También preocupan las llegadas desde países del Este, como Ucrania y Rumanía, donde periódicamente se registran brotes de esta enfermedad. «Las vacunas son efectivas y han servido para controlar la enfermedad en muchas zonas», insiste Mateos.