La ONU denuncia el aborto selectivo de niñas en Albania

Aunque el islam prohíbe el aborto -Albania es la nación europea con más tasa de musulmanes, casi el 60 por ciento de su población-, en el caso de esta pequeña nación del flanco sur continental se produce un choque de dos fenómenos culturales nocivos que, según los expertos, producen una mezcla explosiva.

Por una parte el país respira la atmósfera del islam -después de siglos de dominio otomano- en la que destaca la mentalidad patriarcal, la relegación de la mujer y la convicción de muchas familias de que su futuro es más seguro si tienen hijos varones. Por otro lado se ha producido el reencuentro de Albania con la Europa postcristiana, que trivializa el aborto o incluso lo considera como una opción legítima de la madre. Irónicamente, Albania es una de las cunas del cristianismo en Europa.

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Desde la llegada de la democracia, el aborto solo es legal en el país báltico durante las doce primeras semanas de embarazo, aunque más allá de esa fecha se practica en clínicas privadas. La selección prenatal, que sobre el papel también está prohibida, permiten conocer muy pronto el sexo del feto. Según los expertos, a partir de la séptima semana de embarazo y con solo una prueba de sangre es posible conocer si es niño o niña.

El aborto selectivo de niñas se asocia más bien con China y con la India. En el primer caso, debido a la política comunista del 'hijo único', que en el pasado empujó a muchos padres chinos a buscar solo el varón. El desfase de sexos que se ha creado tras décadas de imposición ha llevado a Pekín a levantar solo parcialmente su política. En la India, en cambio, la preferencia por el varón se debe a la tradición de la dote, que convierte a las hijas en una carga para las familias más pobres; esa costumbre se ve amortiguada en Pakistán por la prohibición del aborto que establece el islam.

En cambio, es menos conocida la práctica del aborto selectivo de niñas en Europa, en particular en países del Este y en los Balcanes. Hace años, la pequeña república de Montenegro vivió una campaña para denunciar el doble crimen producido por la mentalidad machista y el laxismo legal que estaba dejando al país progresivamente sin niñas.

El proceso natural indica que por cada 102-106 niños nacen 100 niñas. En Montenegro y en Albania la denuncia se ha producido tras observar que nacen 109 niños por cada centenar de niñas, debido a la difusión del aborto selectivo.