Ofensiva del Gobierno para culpar al PP de la crisis de la sanidad

En días consecutivos, la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el lunes, y el martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, han forzado intervenciones cuyo único propósito era confrontar sus medidas con las del anterior Gobierno. No se aprobó nada nuevo en el Consejo de Ministros. De hecho en la referencia que La Moncloa publica cada tarde con los temas aprobados no hay ninguno del Ministerio de Sanidad. Pero aún así el Gobierno programó la comparecencia de Darias ante la prensa. Lo hizo bajo el pretexto de presentar un informe con todas las medidas abordadas por su departamento en los últimos años. O planes ya proyectados para próximos ejercicios, ninguna novedad.

Un día después de la manifestación en Madrid en defensa de la Atención Primaria, la ejecutiva Federal del PSOE presentó una declaración solemne de cinco páginas. La idea es denunciar que el PP tiene una estrategia para «deteriorar» el sistema público de manera «progresiva» para así, dijo, terminar trasladando la idea de que «no funciona».

Y este martes Darias se centró en defender la gestión durante el mandato de Sánchez frente a «los años de recortes neoliberales que han supuesto un auténtico desmantelamiento del estado de bienestar y, concretamente, del Sistema Nacional de Salud». Un balance para analizar sus planes, cuando le queda poco al frente del ministerio, «tras todo aquello que fue un desmantelamiento».

Darias mencionó las diferentes estrategias, destacando en primer lugar el fortalecimiento de la Atención Primaria a través del plan de acción de la Atención Primaria 2022-2023, el plan de Salud Bucodental; el plan de protonterapia del cáncer que financia la Fundación Amancio Ortega o un plan de salud mental, cuestionado por la Sociedad Española de Psiquiatría por no tener apenas fondos para contratar psiquiatras y psicólogos. Tampoco faltó el Perte de salud de vanguardia.

Darias se refirió como «segundo vector» a la mejora de las estrategias de vigilancia. Se refirió a la puesta en marcha de la Agencia de Salud Pública y de la nueva Estrategia de Salud Pública. «El otro vector tiene que ver con la consolidación de la equidad, la universalidad y la cohesión», señaló antes de mencionar el plan Inveat; el Plan GenES. de medicina genómica y la mejora en la atención a pacientes con enfermedades raras.

Darias sacó pecho del aumento de plazas de Médico Interno Residente (MIR), que cifró en un 40 por ciento «desde la llegada de Pedro Sánchez». La cifra es real, pero se queda corta: los sindicatos denuncian que 4.000 médicos y 6.000 enfermeros no podrán especializarse pese a la necesidad urgente de médicos.

Tampoco resuelve el problema de falta de pediatras y médicos de Familia. El ministerio ha sacado 2.455 plazas en esta última edición. Es proporcionalmente la especialidad con más oferta, aunque no resuelve el problema inmediato. Se necesitan seis años para formar a un médico. En la convocatoria del año pasado también se ampliaron las plazas de facultativos de Familia y Pediatría y quedaron sin adjudicar 200 plazas, la mayoría de médicos de Familia en zonas rurales, recuerda la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). Aún es pronto para saber cuántas plazas de primaria han quedado sin adjudicar de los examinados en enero, pero se teme lo peor.

Tras alardear de gestión, la ministra de Sanidad dejó claro que el colapso sanitario «no es nuestra competencia» y aludió a la necesidad de una buena gestión con las herramientas que facilita el Ministerio de Sanidad.

Tomás Cobo, presidente de la Organización Médico Colegial (OMC), recuerda que el principal problema de la sanidad pública es la «sobrecarga asistencial». «No es un problema solo de Madrid, ocurre en toda España», matiza. Como representante de los médicos, reclama un pacto para sostener el sistema sanitario público , donde descansa nuestro sistema de bienestar.

Cobo reconoce la labor del Ministerio de Sanidad para reducir la precariedad de los profesionales sanitarios. No suspende toda su gestión. Y pone como ejemplo: «Han puesto los medios para que 67.000 profesionales accedan a una nónima fija y dejen de ser internos, ahora son las comunidades quienes deben agilizarlo. Pero aún hay un largo camino que recorrer: necesitamos hacer las plazas de atención primaria atractivas, dejar los intereses partidistas e ir todos a una por la sanidad».