El número dos del Vaticano abre en Sudán del Sur «una ventana para la paz»
El secretario de Estado del Vaticano se reunió por separado con el presidente y el vicepresidente de este país en guerra latente desde 2013
«El conflicto está destruyendo vuestras comunidades», denunció el cardenal en sus visitas a refugiados
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Pietro Parolin con el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardit
El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, continúa su viaje por Sudán del Sur. Llegó el lunes tras visitar Angola y permanecerá hasta el jueves con un objetivo muy claro: acabar con «la plaga de la venganza». Así denominó al clima ... de violencia latente que vive el país desde el 15 de diciembre de 2013, cuando estalló una guerra civil que no termina de pacificarse.
El conflicto armado «está destruyendo vuestras comunidades», sentenció el purpurado el martes durante una multitudinaria misa con desplazados internos en la catedral de San José de Malakal, una ciudad con un campo de refugiados diseñado en origen para 18.000 personas que, debido a los combates en las orillas del Nilo, presta servicio a unas 60.000.
El día anterior se había reunido (por separado) con el presidente Salva Kiir Mayardit, el primer vicepresidente Riek Machar y el arzobispo de Juba Stephen Ameyu. A los dos primeros el Papa Francisco ya les había besado los pies rompiendo el protocolo el 11 de abril de 2019 pidiéndoles el fin de la guerra.
Al término de la reunión, la Oficina de la Presidencia reveló que Parolin entregó a Salva Kiir Mayardit «un mensaje de buena voluntad de su Santidad el Papa Francisco» y juntos hablaron de «la aplicación de la paz y la preparación del país para las elecciones generales del próximo año». Recordaron también la visita apostólica del Papa en febrero de este año.
En declaraciones a medios locales, el arzobispo de Juba (que será cardenal al finales de septiembre) consideró que la visita del Secretario de Estado supone «una ventana para la paz». Recordó las palabras del Papa, quien el 5 de febrero durante su última misa en el país invitó a los locales a «dejar las armas del odio» y trabajar «juntos, juntos, juntos». «Lo dijo tres veces para subrayar ese sentido de unidad», añadió Stephen Ameyu. El arzobispo de Juba se mostró muy confiado en que las elecciones de 2024 «nos darán un fuerte empujón».
Durante su viaje, Pietro Parolin se ha reunido también con estudiantes, seminaristas y jefes locales de la región del Alto Nilo. Aún le quedan por visitar la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas y a las personas de vida consagrada de la diócesis de Malakal. Y el jueves cerrará su viaje celebrando una misa por la paz y la reconciliación Rumbek, una ciudad en la que en 2004 vivían aproximadamente 83.000 personas pero en la que, tras la guerra, solo quedan unas 32.000.
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