testigos de jehová. los expulsados del paraíso
El nuevo mundo
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episodio 5
Salir de los testigos de Jehová es un proceso que tiene consecuencias inimaginables para los que son expulsados de esta congregación. De repente se verán en una situación totalmente desconocida
El rechazo de la propia familia cuando sales y ellos siguen siendo Testigos: «Es como pensar que tu madre está muerta»
La vida después de ser expulsado de los Testigos de Jehová: «Volver a nacer es trumático»
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Transcripción
Narrador: Hay personas que en el DNI o en el pasaporte podrían tener una segunda fecha de nacimiento. Algunas situaciones nos hacen sentir que hemos vuelto a nacer, por ejemplo, cuando sobrevivimos a un accidente grave de tráfico, o cuando se supera una operación a corazón abierto. Se roza el desastre pero se sale con vida... Por eso bajo esa expresión, volver a nacer, suele haber agradecimiento, gratitud. Y luego, la vida continúa.
Pero no siempre es así:
Gabriel: Cuando naces te guían tus padres; cuando sales de los testigos de Jehová, ya sea por expulsión, porque te hacen un comité judicial y ellos deciden que no puedes ser testigo de Jehová (...), pues ahí vuelves a nacer y claro, no conoces este mundo. No conoces nada porque ni has celebrado cumpleaños, ni has tenido contacto directo con personas... El volver a nacer es traumático.
N: Todos los extestigos han tenido ese segundo comienzo porque cuando son expulsados o cuando se van de la congregación pasan del mundo en el que nacieron como bebés o en el que entraron desde muy pequeños a otro totalmente desconocido.
Gabriel decidió irse por decisión propia, pero no calibró bien las consecuencias... En marzo de 2019, tras varias semanas pensándolo mucho, decidió renunciar a los Testigos de Jehová. Llevaba tres décadas dentro y, según cuenta, entre los 12 y los 16 años había sufrido abusos sexuales.
G: los abusos sexuales eran dentro del lugar de culto, en los Salones del Reino, y también luego se traspasaron a la furgoneta que él tenía.
N: Como si hubiera cometido un pecado, durante su adolescencia le atormentaban las pesadillas sobre el Armageddon, sobre el fin del mundo. Internamente, Gabriel había llegado a justificar ese abuso. Tenía sentimiento de culpa. A los 17 años decidió bautizarse para confirmar su fe y redimirse:
G: Bautizarme como una manera también de decir 'perdóname Jehová por lo que he estado permitiendo', y me echaba las culpas a mí.
N: Necesitó tiempo para procesar todo aquello. Y el cambio de congregación apareció como una vía de escape para enterrar lo sucedido. Pero no funcionó, unas cuantas 'mudanzas' después sus problemas de salud mental se volvieron más graves y se intentó quitar la vida dos veces:
G: Cuando llegas a un momento que sufres tanto y que no buscas ninguna salida, y la única que encuentras es quitarte la vida, pero no es porque no quieras vivir, sino porque uno quiere dejar de sufrir.
N: El 'despertar' de Gabriel, como ocurre a muchos extestigos, vino a través de la lectura. Empezó a investigar y a detectar lo que para él eran contradicciones. Aquel fue un camino sin retorno. Por eso, después de treinta años siendo Testigo, Gabriel decidió dejar de serlo.
Escribió una carta para comunicar su decisión y pidió que nadie contactara con él. Se libró así de aquellas primeras llamadas, pero no de 'la reunión de los viernes':
G: el viernes, que era un día de reunión, pues iban a anunciar que ya Gabriel Pedrero ya no es testigo de Jehová.
N: Acudió a su salón del reino, como había hecho muchas otras veces. No todos en la congregación conocían lo que había decidido... Ahí fue cuando disfrutó de los últimos momentos de normalidad.
G: Yo cuando entré al salón en la reunión, todos me hablaron, me saludaron y todo ello. Cuando anunciaron que Gabriel Pedrero Sánchez ya no es testigo de Jehová, a la salida ya ninguno me habló. Eso sabía que iba a ocurrir, pero no sabía lo que iba a ocurrir más adelante.
N: Esa será la fecha de su segundo nacimiento.
G: Lo dejé el 1 de marzo del 2019.
Cabecera. Episodio 5. El nuevo mundo.
N: Nacer con treinta años no es fácil, porque uno sí sabe conducir, sabe hacer papeleo con la Administración, incluso sabe ganarse un sueldo y ser independiente económicamente, pero no sabe relacionarse con los demás.
Este episodio habla de reaprender a vivir. De cómo un grupo de personas que han salido o han sido expulsadas de una jaula se enfrentan a una sociedad que apenas conocen. Y del castigo social que les acompaña y que da comienzo en cuanto cruzan el umbral:
José Ramón Navarro: Cuando dejas de ser testigo de Jehová, a partir de ese momento se rompe por completo la relación con tu familia, mucho más con las amistades o con todos aquellos que habías tenido Su fundamentación, digamos, teológica, religiosa, es pues eso, que nosotros somos los elegidos por Dios. Entonces pues lógicamente te tienes que relacionar con los elegidos de Dios, los que nos vamos a salvar, no con los que no se van a salvar.
N: José Ramón Navarro Pareja, periodista de ABC encargado de cubrir este caso para el periódico, explica el verdadero trasfondo de este comportamiento:
JR: Porque cualquier persona que se haya podido salir, como es este el caso, nos puede llegar a contar cosas o a decir cosas que probablemente hagan tambalear mi fe; entonces es mejor que no te relaciones con los que están fuera. El miedo a sufrir el ostracismo es la herramienta más importante que tienen para la cohesión.
N: Sufrir ese aislamiento es el gran temor para cualquier testigo que se esté planteando su renuncia o que vaya a ser expulsado. Gran parte de los testimonios reunidos por la Asociación de Víctimas, como el del propio Gabriel, hacen hincapié en el dolor que provoca esta situación de soledad forzosa.
JR: Si a esto le sumamos que la propia organización, durante toda tu etapa en la que tú has permanecido dentro, ha hecho todo lo posible para que mantengas las mínimas relaciones con cualquiera que no esté dentro de la organización, lo que te encuentras cuando eres expulsado es que estás solo.
N: Las repercusiones dependen de muchos factores: hay personas que, por su oficio, ya mantenían contactos más regulares con los mundanos (comerciantes, gente que trabaja de cara al público...) y, cuando abandonan los testigos de Jehová no notan tanto el cambio. Otras personas, sin embargo, lo viven de manera traumática:
JR: 'Yo no pude estar en la boda de mis hijos', 'yo no pude estar en el entierro de mis padres', 'yo no supe nada sobre esta situación porque, en el momento en el que fui expulsado o en el momento en el que me salí, directamente dejaron de existir para mí', o 'yo dejé de existir para ellos', más bien. Entonces claro, eso era lo más terrible, y era la constante en cada uno de los testigos que estuvo presente en el juicio.
Yehosua: Pues fueron muy duros porque comienzas a recibir mensajes de WhatsApp de amigos, de familia diciéndote que te quieren muchísimo, que eres una persona muy importante para ellos, pero que te van a dejar de hablar, que te estarán esperando con los brazos abiertos para el día que vuelvas a Jehová.
N: él es Yehosua. Recordemos que había sido expulsado por haber cometido adulterio al acostarse con un hombre.
N: El anuncio de su marcha supuso un goteo incesante de notificaciones en su móvil.
La despedida es tan abrupta que cuesta encajarla. De la noche a la mañana desaparecen lazos familiares y de amistad. Quienes han pasado por ello lo describen como una especie de luto sin muerte.
Y: Para mí una de las cosas más fuertes y más duras fue perder a mi madre. Eso para mí fue lo peor. Yo estaba muy, muy unido a ella. Es que es como pensar que tu madre está muerta aunque esté viva, porque no la tienes, porque no la puedes llamar, porque no la puedes enviar un whatsapp, no está ahí para nada.
N: Después de ese adiós forzado, muchos de los expulsados comienzan una travesía hacia ninguna parte, a veces incluso se decantan por una suerte de exilio. Yehosua lo hizo:
Y: Me fui incluso a otro país, Alemania, porque aquí no aguantaba la situación, porque durante ese año para mí fue catastrófico. Yo dejé mi casa donde yo vivía, me tuve que buscar prácticamente la vida, y llegó un momento, un día que, la verdad, yo es que quería dejar de sufrir, es que no quería seguir viviendo más este sufrimiento. Incluso yo me llegué a plantear, porque tenía la oportunidad de hacerlo, de quitarme de en medio.
N: Durante la celebración del juicio entre los Testigos de Jehová y la Asociación de Víctimas se habló mucho del ostracismo social o, mejor dicho, se intentó negarlo... Aníbal Matos, que fue portavoz de la congregación en España, no reconoció esta práctica:
Fiscal: Le quería preguntar si es habitual o lo que usted conozca, que se rompan los lazos familiares en los casos de expulsados. O si son casos aislados en los que se rompe la relación.
Aníbal Matos: No es habitual, puede haber casos, y serían aislados, como usted bien ha dicho, pero no es habitual.
N: La fiscal repregunta e insiste:
F: En este tema de las expulsiones no sé si usted, como anciano, qué es lo que recomiendan ustedes a los familiares de los expulsados en cuanto a estos lazos familiares, o si no recomiendan nada.
AM: Les recomendamos que sigan lo que es propio de sus sentimientos, entendiendo cómo debe tratarse una persona expulsada, en el interés de que pueda volver en su día.
N: Cuando llegó el turno de Carlos Bardavío, el abogado también intenta abordar la cuestión. Son cinco sesiones y en más de veinte horas de juicio, algunos de los fieles que aún siguen dentro bajan la guardia:
Testigo: Hasta que no se readmite a una persona, yo no le puedo hablar.
Carlos Bardavío: ¿No le puede hablar? ¿Por qué no le puede hablar?
T: Bueno, porque todavía no se ha readmitido
CB: Pero ¿quién le ha dicho que no le puede hablar? ¿Lo ha decidido usted o se lo ha dicho alguien, un anciano?
T: No, eso yo lo he aprendido en la Biblia, y le voy a decir más, es una cosa: yo he tenido una hermana que ha sido expulsada y hasta que no he sido readmitida, yo no le he hablado.
N: Otro momento del juicio relacionado con el ostracismo social ocurre en la segunda sesión. El protagonista será Enrique, al que escuchamos en episodios anteriores. Cuando aún estaba dentro de los Testigos, decidió divorciarse de su esposa. Mientras completaba los trámites, conoció a otra mujer y decidió comenzar una relación con ella. Ya habían pasado 16 meses de su separación, pero eso da igual: los Testigos lo consideran adulterio.
Enrique Carmona: Es decir, técnicamente, sí, es real, fui un adúltero, según los Testigos de Jehová, pero en la práctica no.
N: Le hicieron un comité judicial y fue expulsado. Su salida de los testigos supone de facto la pérdida de su familia y amistades:
EC: Los Testigos de Jehová entienden que hacen un favor grande a la familia cuando se les deja de hablar. Lo ven desde el punto de vista más retorcido posible. 'Te mato porque te quiero'.
N: El rechazo que más le afecta proviene de su hija:
EC: Me escribió un correo diciendo que ya no volvería a hablar más conmigo. Y así fue. Desde noviembre del año 2007 que me manda ese correo, hasta julio del 2022, no sabía yo nada de mi hija.
N: Desde entonces Enrique se reencontará dos veces con ella. La primera fue durante aquel verano, un reencuentro casual por la calle. Momentáneo, pero feliz:
EC: Ella había venido a ver a su madre porque ella vive en Galicia y, mira por dónde, voy con el coche y me cruzo con ella. Digo 'es mi hija'. 15 años más tarde, como que me parecía mentira, porque la veía un poquillo cambiada, pero me centré bien y digo 'es mi hija'. Paré, fui a por ella, le di un abrazo, fue maravilloso. Y bien, y no supe más, eso fue en julio, no supe más hasta noviembre.
N: Esa mañana de noviembre de 2022, Enrique se encontró a su hija en el lugar donde menos se lo esperaba:
EC: El día 8 de noviembre me la encuentro en Torrejón de Ardoz porque esta hija se había prestado a declarar en contra de la Asociación de la que soy secretario.
N: Más que contra la asociación, la hija de Enrique estaba allí para declarar a favor de los Testigos. Los juzgados asisten a la colisión en directo de dos mundos y, en el caso de Enrique, también de una familia...
EC: ¿Cuál es mi sorpresa? Que cuando le toca declarar a ella. Pues pues fue decepcionante, muy decepcionante.
Hija de Enrique: cada vez que me acuerdo de las palizas que nos pegaba a mí y a mi hermana, de la cantidad de veces que se fue desde que yo tenía 8 años.
EC: jamás he pegado una guantada a nadie! Jamás. Jamás. Estás difamando.
HdE: Es un mentiroso.
N: Enrique fue Testigo durante 45 años y, con la distancia, ha podido darse cuenta de muchas creencias y prácticas erróneas. Por encima de todas ellas, destaca la del castigo social:
EC: Yo opino, personalmente, que es impresentable que en este país todavía tengamos organizaciones con un comportamiento que use el ostracismo como un arma de chantaje a las familias y a las personas, es un arma muy peligrosa. Algunos se deprimen tanto que acaban suicidándose.
N: Unos episodios atrás, Olga Belmonte nos hablaba del concepto de 'patria': ese hogar que construimos junto a los nuestros y que nos proporciona seguridad. Algo así como un refugio que, para cualquier víctima, se viene abajo:
Olga Belmonte: De repente eres expulsado de ese lugar, te sientes expulsado, o no quieres estar ahí porque te duele. Una víctima, después de lo que ha sufrido, puede volver a su casa, pero es que ya no es su casa. Todo le parece extraño, entonces es la extrañeza por todas partes.
N: Algo muy parecido les ocurre a las personas que deciden abandonar los Testigos de Jehová o que han sido expulsadas. La muerte social que implica salir de la congregación les daña de manera traumática. Las convierte en personas sin patria, sin refugio. Y, además, a varios niveles: en lo físico, pero también en lo humano. Hay patria en las paredes o en los ladrillos que forman una casa, pero también en una cena entre amigos, en la costumbre de rezar en grupo o en hacer la compra por el barrio.
N: Hasta que uno no queda excluido de esos espacios y esas interacciones, no se da cuenta de su significado:
O: Y luego sería la ausencia de patria humana, que tiene que ver con la cuestión de la comunidad, de la, proximidad que decíamos, del que me sienta expulsada de mi propia comunidad o porque no me reconocen como víctima, como decíamos, o porque socialmente me estigmatizan, porque me culpabilizan.
N: En casos como el de Gabriel o el de Judit, que han sufrido agresiones sexuales, la relación con el cuerpo también cambia... Uno también puede 'exiliarse' de su patria corporal:
O: Lo has sufrido en tu cuerpo es que te han expulsado de tu cuerpo. Ya ni siquiera te sientes segura en ese cuerpo. Pero es que no es solo eso; la víctima de abuso siente asco, asco por su propio cuerpo. Entonces esa expulsión es también muy dolorosa.
N: Olga también habla de la patria lingüística, que afecta al lenguaje, a la posibilidad de contar lo que te ha ocurrido. En el caso de los extestigos, a los que su entorno -literalmente- les retira la palabra, el puente de la comunicación queda roto:
O: La víctima es expulsada en la medida en que no puede hablar de lo que le ha pasado, por lo que hemos dicho: o porque no es nombrable, porque no hay palabras para expresarlo de lo atroz que es, o porque tú no tienes posibilidad de decírtelo a ti misma, o porque no lo puedes contar hacia afuera. Ahí hay una ausencia de palabras que supone una ausencia de patria lingüística.
N: Todas estas pérdidas son repentinas y simultáneas: estas personas se sienten expulsadas de la patria humana, de su comunidad; también quedan excluidas de la patria lingüística y a veces tienen que forcejear incluso con su propio cuerpo porque no se sienten capaces de poder habitarlo.
N: Aun así, teniendo en cuenta que han construido su vida alrededor de unas creencias religiosas, quizá la ausencia más dolorosa sea la de la patria espiritual:
O: Para una persona que tiene fe da bastante vértigo. Para quien no la tiene a lo mejor no comprende lo que significa, pero es como quitarte el suelo de repente y el cielo. O sea, ni suelo, ni cielo, ni horizonte, ni donde sostenerte.
N: Cuando aquellos que se criaron dentro de los testigos salen a este otro mundo, el sentido de sus vidas se desvanece.
Patricia: Sentí que perdía la aprobación de Dios directamente
N: El caso de Patricia ilustra muy bien esta idea de la falta de patria: la ausencia de referentes a los que admirar, y la pérdida de esa red de seguridad que representa el entorno y la familia.
P: Unes lo que es Dios y la aprobación de Dios con los Testigos, o sea, es el pueblo de Dios. Si tú te sales de ahí, te vas de Dios.
N: La primera reacción de muchos de los expulsados suele ser intentar volver, lo hacen para no dejar a sus familias en mal lugar. Para Patricia, la opinión de sus padres pesaba mucho:
P: Les dije a mis padres van a anunciar mi expulsión. Y ellos estaban muy tristes, pero yo les dije que estuvieran tranquilos, que yo iba a volver. 'Bueno, hija, no pasa nada, todos cometemos errores. Tú eso, tú haz méritos para volver y que te readmitan y ya está'.
N: Ese proceso de readmisión en parte se parece al de recuperar el carné de conducir: hay que hacer méritos... Patricia estuvo un año yendo a reuniones: por norma, tenía que ser la última en entrar al salón del Reino, debía sentarse en la última fila de asientos y absolutamente nadie podía dirigirle la palabra.
P: Es una prueba muy dura, sin que nadie te hable, y tienes que probar que tú quieres ser admitida y que lo mereces. Eso acaba con la autoestima de cualquiera. Es lo peor que yo he pasado en mi vida. Ese impass.
N: La travesía para retornar puede durar hasta dos años en los que el expulsado debe mostrar arrepentimiento en cada una de las visitas. Patricia siguió los pasos e hizo todo lo que estaba en su mano para volver.
P: O sea, iba preguntando cada cuatro meses o así. 'Vale, vale, vas bien, pero sigue, sigue'.
N: No estaba 'dentro', pero tampoco se sentía parte de este otro mundo. Se abrió en su vida un paréntesis en el que decidió ocuparse con tareas para mantenerse concentrada: aprovechó el tiempo para formarse como personal de estética y también para cuidar de una niña. Trabajaba por la mañana y estudiaba por la tarde.
N: Un año después, Patricia terminó recibiendo la respuesta, pero no fue la que ella esperaba. Le negaron la readmisión:
P: Pues sí, pues la decepción. Pues ya era la gota que colma el vaso. O sea, estoy más de un año aquí esforzándome, trabajando, estudiando, yendo a las reuniones, no sé qué más quieren de mí, y me estoy privando de abrirme a tener amistades fuera o ir a vivir el mundo, ¿no? Vivir en el mundo.
N: Decidió dejar de intentarlo:
P: Es que estoy cansada, es que estoy harta, es que nunca me van a readmitir, es que yo para ellos ya pues no sé, estoy marcada ya, porque es que te hacen sentir ya marcada.
N: Y al igual que Yehsoua, Patricia también decidió marcharse lejos:
P: Pues decidí irme de España, decidí huir.
N: Le tocaba volver a nacer.
P: Entonces el irme a Londres de interna pues era encerrarme en un ambiente pues protegida. O sea, no me fui al mundo a 'venga, voy a vivir aquí libremente'. Me daba miedo.
N: La reconstrucción de Patricia comenzó en suelo inglés. Llegó a Londres para ser aupair en una familia de madre española, pero a los pocos meses acabó viviendo en un hostal rodeada de jóvenes de otros países:
P: Y conocí australianas, conocí, bueno, les enseñaba a hacer tortilla de patatas en la cocina común, porque había una cocina común, era de estudiantes. Y ahí probé el cigarrillo por primera vez, y ahí pues empecé a abrirme un poquito más al mundo-mundo.
N: Poco a poco, dejó de tenerle tanto miedo a lo desconocido. En unos cuantos meses, Patricia había podido costearse los estudios con su trabajo y ahora, viviendo en el extranjero, cogía distancia para verlo todo bajo otra perspectiva.
N: Volvió a España habiéndose gastado el dinero ahorrado y siendo... diferente:
P: Pues empecé a abrirme a salir, a conocer personas, hacer amigas y amigos. Ya volví de otra manera.
N: Este sería un relato más simple si pudiéramos fechar el 'segundo nacimiento' de Patricia con un día concreto, como ocurrió con Gabriel. Que de la noche a la mañana, ella hubiera reseteado toda su vida y empezado de cero. Pero su despertar fue muy progresivo...
N: En más de una ocasión se planteó volver a los Testigos, incluso durante su estancia en Londres. Allí llegó a visitar una congregación de habla hispana pero los ancianos le explicaron que necesitaban ponerse en contacto con su comunidad en España para conocer el motivo de la expulsión.
N: A Patricia aquello le pareció humillante. Ser consciente de que su vida (con sus supuestas faltas y pecados) estaba archivada en algún lado le hizo darse cuenta del grado de control que existía dentro de los Testigos.
N: Hubo malas temporadas, sobre todo cuando un tiempo después tuvo que criar a su hija como madre soltera, pero al final ganaron las buenas.
P: No sé, dejé de creer que la verdad de Dios estuviera solo en un sitio. Empecé a pensar por mí misma, bueno, pues igual... no sé, los verdaderos cristinanos están esparcidos por distintas iglesias. Me daba cuenta que lo que enseñó Jesús era muy distinto a lo que aprendíamos ahí.
N: En este volver a nacer no solo hay sufrimiento, soledad y abandono. En un punto determinado, también hay luz. Y muchas primeras veces.
N: Los criados, como niños de los Testigos, arrastran una larga lista de prohibiciones que, cuando salen a este otro mundo, se convierten en experiencias por estrenar.
N: Patricia todavía recuerda con cariño la primera noche que pisó una discoteca junto a un amigo:
P: Entonces a mí me gustaba mucho la música, me gustaba cantar, bailar y él me dijo 'bueno, pues vamos a ir a una discoteca y yo te voy a proteger', me decía. Entonces pues bueno, la noche que pisé una discoteca me hicieron corro. Me hicieron corro. O sea, fue como si estuviera en las nubes. O sea, el disfrute fue máximo.
N: Todos los extestigos han ido viviendo sus particulares 'primeras veces'. Por ejemplo, Yehoshua ha descubierto la Navidad casi en la treintena:
Y: Recuerdo mi primera Navidad que celebro, mi primera Nochevieja, que me lo pasé superbien, porque hicimos una cena con varias personas, con varias personas que estaba empezando a conocer en realidad. Me tomé por primera vez las uvas...
N: Las tradiciones le gustaron...
Y: Me puse un calzoncillo rojo, era todo como 'qué ilusión, yo esto nunca lo he hecho', era como algo nuevo para mí y era algo como 'qué contento, qué alegría'. Luego recuerdo que salimos por ahí a tomarnos unas copas, a celebrarlo.
N: Abrahán también ha pasado de no conocer la Navidad a convertirla en su momento favorito del año.
Abrahán: Pues sí, poner el primer árbol de Navidad. Me encantó y, de hecho cada vez, si puedo, lo compro más grande, y monto aquí el Cortylandia, como dicen los amigos.
Carmen: La psicóloga me decía 'esa falda larga, fuera. A llevar minifalda corta, el escote hasta el ombligo'. Digo 'No, hombre tampoco te pases'.
N: En el caso de Carmen, los descubrimientos vinieron a través de la terapia. Su psicóloga le planteó un juego para que empezara a disfrutar de la moda, dejando a un lado el estilo tan recatado que le habían impuesto dentro de los Testigos. Y Carmen aceptó...
C: Me acuerdo que la primera vez que me puse una falda corta, lo pasé súper mal. Fue una vergüenza, digo 'madre mía, a ver, si no me mira nadie, soy yo la que lo pienso, porque qué más da'.
N: Algunos de estos hallazgos vienen a través del exterior (lugares, costumbres, ropa...), pero hay muchos otros que tienen que ver con la autoaceptación, con el reconciliarse con uno mismo, reencontrarse con su propio cuerpo... Algo así le pasó a Abigail, que con 40 años comenzó a disfrutar del sexo:
Abigail: Voy a decir una cosa que no le importa a nadie, pero lo que es un orgasmo de verdad a los 40 años, saber lo que es un orgasmo. Madre mía de mi vida. Si estuviera aquí David se moriría de la vergüenza, pero lo digo...
N: Y por último, teniendo en cuenta que los Testigos de Jehová no se implican en votaciones ni en acciones políticas, las personas que recobran la libertad también descubren la 'fiesta de la democracia':
A: Tampoco te dejan ir a votar, el otro día voté por primera vez. Me encantó. Me encantó. Pues eso, cosas que para vosotros o para la gente normal es el día a día, es una vida normal, para nosotros es algo... Somos como niños. Ya te digo, todo es nuevo al final. Y si estuviera dentro, pues todas esas cosas me las hubiese perdido.
N: En ese proceso de reconstrucción, los extestigos van a decidir saber, informarse. También buscarse entre ellos. Pronto, todas estas personas, desconocidas entre sí, se pondrán en contacto. Ocurrirá en un grupo de whatsapp, donde intercambiarán historias y experiencias. Y se darán cuenta de que todos tienen algo en común:
N: Una palabra...
Israel: porque al final la idea era hacíamos votaciones y salía siempre que ese era el nombre correcto.
P: Yo dije 'Uy, víctimas, claro, somos víctimas'. Claro, hasta ese momento yo no había pensado en esa palabra.
A: Y ahí fue ya cuando nos enteramos de toda la movida que hay y todo lo que están haciendo y dijimos 'vamos a por todas'.
Créditos. 'Los expulsados del paraíso. Sobrevivir a los Testigos de Jehová' es una investigación periodística de ABC realizada por José Ramón Navarro-Pareja y narrada por Juan López Córcoles
Guion: Juan López Córcoles, Andrea Morán, María Romero
Diseño sonoro: Rodrigo Ortiz de Zárate
Entrevistas: Manuel Garre, Juan López Córcoles, María Romero
Idea original: Javier Nadales
Producción ejecutiva: José ángel Esteban, Javier Nadales
Dirección: Andrea Morán
ABC no se hace responsable de las afirmaciones ni opiniones expresadas por las personas que participan en esta serie.
Nacer con treinta años no es fácil, porque uno sí sabe conducir, sabe hacer papeleo con la Administración, incluso sabe ganarse un sueldo y ser independiente económicamente, pero no sabe relacionarse con los demás. Esto es lo que les pasará a los protagonistas de este ... podcast. De repente se ven obligados a aterrizar en una sociedad que apenas conocen y con la que han tenido un contacto mínimo.
El día que Gabriel mandó la carta anunciando su renuncia, no tenía ni idea de lo que se le venía encima. Yehosua tampoco podía esperar la cantidad de mensajes que llegaron a su teléfono, todos ellos decían lo mismo y ninguno era bueno. A Enrique el mayor dolor le vino por parte de su hija, tampoco se podía esperar de ella lo que pasó en aquellos días.
Nada volverá a ser como antes
Olga Belmonte nos explicó episodios atrás la importancia de la patria para estas personas, nada tiene que ver con el país o el sentimiento de nación, es algo que está más dentro de nosotros. Patricia fue expulsada a las primeras de cambio y está en una situación algo diferente, así que decide intentar volver. El proceso de readmisión al que se somete no va como ella esperaba y termina desistiendo.
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Episodio 1 La escucha
ABC PÓDCAST -
Episodio 2 El primer desconcierto
ABC PÓDCAST -
Episodio 3 Los silencios
ABC PÓDCAST -
Episodio 4 El eclipse de Dios
ABC PÓDCAST
Después del shock de llegar a un sitio nuevo, comienzan las primeras veces. Muchos de ellos experimentan cosas que el resto de los mundanos vivimos de niños. Yehosua, Patricia, Abrahán, Abigail, Carmen, todos ellos descubrirán a destiempo experiencias que para los demás son cotidianas.
Créditos
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Investigación: José Ramón Navarro-Pareja
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Narración: Juan López Córcoles
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Guion: Juan López Córcoles, Andrea Morán, María Romero
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Diseño sonoro: Rodrigo Ortiz de Zárate
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Ayudante de sonido: Íñigo Martín Ciordia
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Entrevistas: Manuel Garre, Juan López Córcoles, María Romero
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Premontajes: Manuel Garre, Blanca Nava
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Ilustraciones: Martí Ferrer
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Desarrollo web: Jorge García
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Dirección de Arte: Rodrigo Parrado
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Coordinación editorial: Elena de Miguel
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Idea original: Javier Nadales
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Producción ejecutiva: José Ángel Esteban, Javier Nadales
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Dirección: Andrea Morán
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Coordinación de producto: Axel Guerra
ABC no se hace responsable de las afirmaciones ni opiniones expresadas por las personas que participan en esta serie.
Todos los episodios de 'Los expulsados del paraíso' pueden encontrarse en las principales plataformas de audio, como Spotify, Ivoox, Apple Podcasts, Google Podcasts, Amazon Music y Podimo.
Cuéntanos tu caso. Si tienes una historia que contarnos, puedes escribir a testigos@abc.es
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