Las nubes bajas se están reduciendo y esto podría explicar el misterio de las temperaturas de 2023

Un estudio dice que el calentamiento 'excepcional' se debió en parte a una reducción en la capacidad del planeta para reflejar la radiación solar

2023, el año más cálido de los últimos 100.000: «Los récords climáticos cayeron como fichas de dominó»

Nubes en Toronto

Ha sido uno de los grandes misterios que han traído de cabeza a los científicos climáticos en los últimos meses: intentar explicar la inmensa anomalía en la temperatura global que se registró a lo largo de 2023. En la segunda mitad del ... año, los registros alcanzaron tal margen sobre los récords previos que ningún factor por sí mismo lograba explicar el fenómeno. Ahora un equipo del Instituto Alfred Wegener propone una explicación para esa parte del calentamiento que sigue sin explicación: el calentamiento excepcional se debió en parte a la reducción de nubes bajas, lo que a su vez supuso un aumento de la radiación solar que llegaba a la superficie terrestre, elevando las temperaturas.

No ha sido el único factor detrás de los registros inéditos de 2023, el año más cálido desde que hay registros (1850) y probablemente de los últimos 100.000 años. Los científicos han ido desgranando poco a poco diferentes ingredientes que han podido estar detrás de la anomalía. Está la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el fenómeno meteorológico El Niño, el vapor de agua que inyectó la excepcional erupción volcánica del Hunga-Tonga en 2022, el aumento de la actividad solar o la reducción de aerosoles en la atmósfera debido a una caída en la contaminación del transporte marítimo. Incluso se ha barajado la posibilidad de que haya habido menos polvo del Sáhara en suspensión, lo que a su vez ha podido aumentar el reflejo de la radiación solar que llega a la tierra.

Pese a todos estos factores, dicen los científicos del Instituto Alfred Wegener, hay unos 0,2 grados Celsius que todos estos ingredientes juntos no consiguen explicar. Y aunque dos décimas parecen poco, en cuanto a temperatura global se refiere es una cantidad inmensa.

Al analizar los datos de la NASA y del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF), los investigadores detectaron que 2023 fue probablemente el año con el albedo planetario más bajo al menos desde 1940, cuando comienza la serie de datos, dice el coautor del estudio Thomas Rackow, del ECMWF. Es decir, que la capacidad que tiene el planeta de reflejar parte de la radiación solar de vuelta al espacio estuvo bajo mínimos y, por tanto, pudo contribuir a aumentar las temperaturas en la superficie terrestre.

Nubes bajas

Según explica el estudio, publicado este jueves en 'Science', el albedo de la superficie de la Tierra ha ido disminuyendo desde la década de 1970, en parte debido a la disminución de la nieve y el hielo marino del Ártico, lo que también significa menos áreas blancas que reflejen la luz solar. Desde 2016, esto se ha visto agravado por la disminución del hielo marino en la Antártida. «Sin embargo, nuestro análisis de los conjuntos de datos muestra que la disminución del albedo superficial en las regiones polares solo representa aproximadamente el 15 por ciento de la disminución más reciente del albedo planetario«, dice la autora Helge Goessling.

Los investigadores utilizaron un modelo para tratar de imitar la respuesta climática del planeta si no hubiera mermado la capacidad del planeta de reflejar la radiación. Y la respuesta fue sorprendente: sin la reducción del albedo el calentamiento hubiera sido 0,23 grados más baja. Las piezas encajan, y los autores atribuyen esta diferencia a la disminución de las nubes de baja altitud, en especial en las latitudes medias del norte y en los trópicos. Destaca especialmente el Atlántico, es decir, exactamente la misma región donde se observaron los récords de temperatura más inusuales en 2023.

Los científicos creen que la reducción de nubes bajas se debe en parte a la reducción de aerosoles contaminantes procedentes del tráfico marítimo, a fluctuaciones naturales y a retroalimentaciones oceánicas, así como al efecto del cambio climático, algo sobre lo que todavía existe mucha discusión en el mundo científico. «Si una gran parte de la disminución del albedo se debe efectivamente a las retroalimentaciones entre el calentamiento global y las nubes bajas, como indican algunos modelos climáticos, deberíamos esperar un calentamiento bastante intenso en el futuro», avisa Helge Goessling.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios