Un niño con autismo se convierte en blanco de las críticas del Gobierno argentino: «Un hijo con discapacidad es un problema de la familia, no del Estado»

A partir de ese momento, el pequeño se ha convertido en blanco de ataques por parte de los seguidores del Gobierno argentino. Incluso el mismo presidente, Javier Milei, ha tomado partido en el asunto a través de sus redes sociales. Las políticas de discapacidad de la Casa Rosada se han vuelto el eje de cuestionamientos en el país del tango.

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Con el avance de las semanas, la voz del niño se ha vuelto de alguna manera el estandarte de la discapacidad en Argentina, un área que atraviesa actualmente una grave crisis presupuestaria. Nada más Ian Moche denunció en la televisión local haber recibido esa respuesta por parte de un funcionario —algo que este desmintió—, se dispararon los ataques en su contra por parte de seguidores del Gobierno.

El niño, todo un 'influencer' —que supera ya los 400.000 seguidores en Instagram—, pidió en reiteradas ocasiones en los medios entrevistarse con el presidente Milei para ponerlo al corriente del drama que atraviesa el sector de la discapacidad en el país. Pero, hasta ahora, no ha tenido éxito en esta hazaña.

Por el contrario, el jefe de Estado ha mostrado su furia contra Paulino Rodrígues, el periodista que invitó al niño a su programa, acusando al pequeño de estar aliado al kirchnerismo. «Pautino siempre del lado del mal. No falla nunca al momento de operar en contra del gobierno. Siempre del lado de los kukas —kirchneristas—... no falla», escribió en sus redes sociales.

La organización Amnistía Internacional no tardó en responder y, a través de un comunicado, expresó: «Ninguna diferencia política justifica la exposición ni humillación pública de un niño. No hay excusa posible para este nivel de violencia simbólica desde el máximo cargo del Estado».

«Tiene 12 años. No grita, no insulta, no señala. Solo habla con respeto, conocimiento y milita por la inclusión. Hay adultos que podrían aprender mucho de Ian», dijo sobre el asunto la exgobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal.

Cabe recordar que la emergencia en discapacidad es un reclamo que varios sectores vienen planteando a la Casa Rosada desde hace largos meses y que este miércoles incluso se debatirá en el Congreso albiceleste. El retiro de pensiones, la falta de cobertura en algunas áreas y el acceso a los medicamentos son algunos de los planteos que realizan distintas asociaciones vinculadas a temas de salud mental. Por esta razón, este mismo día los organismos vinculados a la discapacidad protestarán en los alrededores del Parlamento en apoyo de la ley de Emergencia en Discapacidad.

Además de los cuestionamientos del sector de salud mental al Gobierno, en los últimos meses también estuvo en tela de juicio el léxico utilizado para referirse a la discapacidad en Argentina. Y, nuevamente, la Agencia Nacional de Discapacidad, fue el centro de las críticas tras publicarse el pasado mes de febrero un documento oficial en el que se clasificaba a personas con discapacidad intelectual en tres categorías: «idiota» –«Incapaces de leer, escribir, controlar esfínteres o atender sus necesidades básicas-, «imbécil» – «Pueden realizar tareas rudimentarias pero no leer ni escribir3- y «débil mental profundo» – «Se les atribuye un vocabulario simple y la capacidad de realizar tareas básicas, pero sin manejo del dinero».