Las mujeres alemanas permanecen en la Iglesia pese a la pérdida de fieles
El año pasado, más de medio millón abandonaron la fe, un récord histórico
Una iglesia alemana utiliza ChatGPT y avatares digitales para oficiar una misa entera
Corresponsal en Berlín
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónMás de medio millón de fieles abandonaron la Iglesia Católica alemana el año pasado, un récord histórico negativo que la Conferencia Episcopal Alemana hizo público el pasado miércoles. Este torrente de deserciones ha recibido diferentes lecturas desde las enfrentadas corrientes que pasaron 2022 inmersas ... en el Camino Sinodal: mientras que unos acusan al proceso de haber sembrado división y desconcierto, otros achacan las pérdidas al hecho de que el proceso de reforma seguido por la Iglesia alemana no haya tenido resultados suficientemente satisfactorios para homosexuales, divorciados y mujeres. La prensa alemana se ha hecho amplio eco de ese millón de bajas sin subrayar otro dato igual de cierto: que a cierre de 2022 la Iglesia Católica seguía teniendo en Alemania 20,9 millones de miembros y es la mayoritaria en el país, por delante de la Evangélica, con sus 19,1 millones de fieles y pérdidas ese año de 380.000.
Entre todos esos católicos que permanecen, la periodista Elisabeth Zoll, editora de Südwest Presse Ulm, ha indagado en sus raíces. Muy particularmente le interesaba saber por qué las mujeres siguen perteneciendo a una Iglesia que, a los ojos del mundo, las mantiene en un segundo plano en relación con los hombres. Por eso ha pedido una respuesta a 18 destacadas mujeres de la vida pública alemana y ha compuesto un libro que acaba de presentar en Stuttgart bajo el título '¡Nos quedamos!'.
Volvió a los 51 años
«Ser católica es mi hogar», intenta explicar Gerlinde Kretschmann, que durante 15 años fue concejala de Los Verdes en Sigmaringen y que está casada desde 1975 con el presidente regional de Baden-Württemberg, el también verde Winfried Kretschmann. Gerlinde abandonó la Iglesia a los 27 años y regresó a los 51 «por mis hijos, porque entendí que necesitaba que mis hijos fuesen bautizados, transmitirles esa misma fe que yo había perdido». Firme en sus convicciones de protección del planeta, explica que la fe le aporta «esperanza». «A pesar de tanta destrucción y muerte, la fe me sigue ofreciendo esperanza y experimentar eso me conmueve día a día», confiesa, además de divertidas anécdotas de su historia como católica tratando de huir de su propia fe.
El Papa envía de vuelta a Alemania al secretario de Benedicto XVI, y no le da ningún nombramiento
Javier Martínez-BrocalGänswein regresará el 1 de julio a Friburgo, su diócesis de origen, sin ningún encargo pastoral, a pesar de ser arzobispo
Malu Dreyer, presidenta regional socialdemócrata de Renania-Palatinado y miembro del Comité Central de Católicos Alemanes desde hace mucho tiempo, es la que más entra al trapo de las preguntas sobre los derechos de las mujeres en la Iglesia Católica. «Estoy convencida de que no es el acceso de las mujeres a los servicios sagrados y los sacramentos de la Iglesia lo que requiere justificación, sino su exclusión. La cuestión de cómo se verá nuestra Iglesia actual en el futuro va mucho más allá de eso, la fe trasciende las luchas culturales». Al igual que ellas dos, en las alrededor de 180 páginas, prominentes mujeres de la política, la sociedad, la literatura y los negocios describen por qué siguen siendo católicas y qué las mantiene en la Iglesia, a pesar de todas las críticas a sus estructuras, a la fallida gestión de los abusos sexuales a menores o la falta de igualdad entre mujeres y hombres en su seno.
Nivel de madurez
La escritora Felicitas Hoppe habla de cierto nivel de madurez necesario para poder vivir la fe católica. «¿Qué niño entiende la confesión?, por ejemplo... puede ser tan hermosa como terrible, depende de la experiencia», dice de un sacramento que, reconoce, a la Iglesia le cuesta hoy transmitir y que sólo en la madurez se manifiesta en su profundo significado de «la capacidad de depositar algo, el alivio de no ser responsable de todo yo sola; esa es también una razón por la que quiero seguir siendo católica... muchos lo ven como una terapia, pero la religión contiene una sabiduría que va más allá de nuestras propias experiencias».
MÁS INFORMACIÓN
La política de la CDU Annette Schavan, exministra de Educación, alude también a la madurez como razón, un estado de desarrollo lejano ya a aquella niña asustada el día de su Primera Comunión por «el miedo a morder al Señor, Jesús». Para ella, la fe forma hoy parte de una actitud que moldea sus visiones de la política y de la economía. «El cristianismo es internacionalidad y hermandad, más allá de todos los nuevos nacionalismos y egoísmos que actualmente se pueden observar, es reconciliación en un mundo irreconciliable», describe, y reconoce que la fe aporta a su vida «una perspectiva que influye en mi visión del mundo, del tiempo y de la gente, que me hace respetuosa y amante de la libertad».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete