¿Quiénes mueven ahora los hilos del Vaticano?: desde el camarlengo hasta la gobernadora

Pese a que cuando el Papa fallece todos los prefectos cesan su cargo, algunos aún mantienen el control de la Santa Sede hasta la elección de un nuevo Pontífice

De izq. a dcha. y de arriba hacia abajo: Giovanni Battista Re, Kevin Farrel, Raffaella Petrini F.S.E. y Pietro Parolin ABC

José Ramón Navarro-Pareja

Enviado especial en el Vaticano

22/04/2025
Actualizado 23/04/2025 a las 09:22h.

En el momento en que el Papa fallece, todos los prefectos de dicasterios, incluido el secretario de Estado, cesan en su cargo e incluso tienen prohibido pasar por su despacho para retomar temas pendientes. Es el momento en el que el camarlengo —que, paradójicamente, no tiene ninguna función mientras el Papa está vivo— asume su papel.

Kevin Farrell

Camarlengo

En esta ocasión, el camarlengo es el cardenal Kevin Farrell, nacido en Dublín (Irlanda), pero que ejerció como sacerdote en México y Estados Unidos, antes de ser nombrado obispo auxiliar de Washington por Juan Pablo II. Tras ocupar otros cargos, Francisco lo nombró prefecto del recién creado Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y cardenal en 2016.

Como camarlengo, su tarea está marcada por la constitución apostólica 'Universi Dominici Gregis': «Apenas recibida la noticia de la muerte del sumo pontífice, el camarlengo de la Santa Iglesia Romana debe comprobar oficialmente la muerte del pontífice en presencia del maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias, de los prelados clérigos y del secretario y canciller de la Cámara Apostólica, el cual deberá extender el documento o acta auténtica de muerte.» Así lo hizo, y poco después también fue el encargado de comunicar al mundo la muerte del pontífice.

La otra tarea, que pudo completar el lunes por la mañana, es supervisar el sellado del estudio y la habitación del pontífice, para garantizar que nadie toque ningún documento hasta que el siguiente Papa tome posesión. A partir de este momento, es el encargado de cuidar y administrar los bienes y derechos temporales de la Iglesia, con tareas tan prosaicas como necesarias, del estilo de ordenar el pago de facturas o los sueldos de los empleados.

Giovanni Battista Re

Decano del Colegio Cardenalicio

En realidad, la principal autoridad en estos días es el decano del Colegio Cardenalicio, que en esta ocasión recae en el cardenal Giovanni Battista Re, de 91 años. Re había terminado su mandato, pero el pasado febrero Francisco decidió prorrogarlo, incumpliendo así la norma de cinco años máximo que él mismo había impuesto. Re nació en Borno, Italia, el 30 de enero de 1934; ingresó en el seminario a la edad de 11 años y fue ordenado sacerdote en 1957, por lo que ha sido sacerdote durante 68 años, obispo durante 37 y cardenal durante 24. Tras un trabajo en la diplomacia vaticana, de 2000 a 2010 fue prefecto de la Congregación para los Obispos, lo que le permitió un profundo conocimiento del episcopado mundial.

Como decano del Colegio Cardenalicio, será el encargado de presidir el funeral del Papa Francisco, organizar el cónclave y las reuniones preparatorias, y ser el celebrante principal de la misa 'pro eligendo pontifice', en la mañana del día en que los cardenales electores entren en la Capilla Sixtina. Sin embargo, dada su edad, ya no podrá estar presente en esta fase decisiva de la elección del próximo pontífice.

Pietro Parolin

Director del cónclave

Dado que el cardenal Re no podrá participar en el cónclave debido a que supera los 80 años, la responsabilidad del decano en esta fase será asumida por Pietro Parolin, secretario de Estado con Francisco, es decir, el número dos del Vaticano. Parolin habría sido el elegido, casi con toda seguridad, como decano del Colegio Cardenalicio si Francisco, en el último momento, no hubiera decidido prorrogar el mandato de Re.

Pietro Parolin nació el 17 de enero de 1955 en Schiavon (Italia). Ingresó en el seminario con 14 años y fue ordenado sacerdote en 1980. Su labor para la Iglesia se ha enmarcado siempre en la carrera diplomática, tanto en varias nunciaturas como en la Secretaría de Estado. En el cónclave, su tarea será de mero supervisor, pues los horarios de cada día y de las votaciones están muy marcados por la constitución apostólica que lo regula.

Raffaella Petrini F.S.E.

Gobernadora de la Ciudad del Vaticano

Durante su ingreso en el Gemelli, Francisco nombró a Raffaella Petrini F.S.E. como gobernadora de la Ciudad del Vaticano. Petrini, que nació en Roma el 15 de enero de 1969, es la primera mujer que ocupa este cargo, que siempre ha estado en manos de un cardenal. Es religiosa y profesora, con una licenciatura en Ciencias Políticas. Ahora, desde su cargo, tiene que mantener el normal funcionamiento de la Ciudad del Vaticano, que, a pesar de ser el estado más pequeño del mundo, cuenta con servicios como una estación de tren, una gasolinera, una farmacia y otras dependencias a las que pueden acceder los empleados y sacerdotes que trabajan para la Santa Sede.

Además, de cara al cónclave, Petrini debe preparar de forma directa toda la logística, desde disponer Casa Santa Marta para el alojamiento de los cardenales electores, como concertar los microbuses que les trasladarán cada día a la capilla Sixtina, situada justo al otro lado del Vaticano.

Edgar Peña Parra

Sustituto de la Secretaría de Estado

Durante el periodo de sede vacante, el sustituto de la Secretaría de Estado asume las funciones del Secretario de Estado, en este caso Pietro Parolin, que, como el resto de los cargos del Vaticano, cesan en su cargo tras morir el Papa. Su papel es asegurar la continuidad de la gestión y la toma de decisiones en la Secretaría, que habitualmente desempeña todas las funciones políticas y diplomáticas de la Santa Sede.

El actual sustituto, Edgar Peña Parra, nació en Maracaibo (Venezuela) el 6 de marzo de 1960 y también tiene una amplia carrera diplomática. Además, era amigo personal del Papa Francisco, y su principal interlocutor en las relaciones con los estados. En estos días, además de continuar la gestión de la Secretaría, tendrá también la responsabilidad de vigilar la seguridad del cónclave desde el exterior. En ese sentido, tiene que garantizar que ningún elemento externo pueda perturbar el aislamiento de los cardenales, así como mantener seguros los espacios, que en estos días se convierten en un objetivo de posibles atentados terroristas.

Paul Richard Gallagher

Secretario para las Relaciones con los Estados

Las funciones del arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, son muy concretas pero fundamentales: debe organizar toda la logística para la recepción de los cientos de líderes y gobernantes mundiales que viajarán al Vaticano, tanto para el funeral de Francisco como para la misa de inicio del pontificado de su sucesor. Gallagher nació en Liverpool (Reino Unido) el 23 de enero de 1954 y también pertenece a la carrera diplomática vaticana, ya que su labor se enmarca en la Secretaría de Estado.

En los próximos días, será el encargado de gestionar el complejo protocolo que permite atender en un mismo acto a reyes católicos y de otras confesiones, a gobernantes de países muchas veces enfrentados entre sí, y a jefes de Estado como el copríncipe de Andorra, el arzobispo Joan Enric Vives, que aúna su cargo eclesiástico con sus responsabilidades civiles en el Principado, junto al otro copríncipe, el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron.