Muere, a los 117 años, Maria Branyas, la anciana más longeva del mundo, «con una genética excepcional»
Su «privilegiada genética» la blindó de sufrir una leucemia a la que estaba condenada y le permitió envejecer «de forma extraordinaria»
«El mejor homenaje que podemos hacerle es continuar la búsqueda por un envejecimiento saludable y una longevidad plena», afirma Esteller
La ciencia busca en los genes de Maria, de 116 años, el secreto de la longevidad
Barcelona
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Iniciar sesiónMaria Branyas, la mujer más longeva del mundo de 117 años, falleció el lunes en Olot (Gerona). Murió en la residencia Santa Maria del Tura, en la que ingresó con 92 años tras la muerte de su esposo, y, según ha explicado la ... familia en un comunicado en X, la muerte le sorprendió «como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor». Maria llegó al fin de sus días convirtiéndose en la octava anciana más longeva en el mundo de toda la historia y, lo más impresionante, sin haber sufrido una enfermedad grave, solo con algún «achaque» propio de la edad, sordera y problemas de movilidad, según explicó en una entrevista a ABC el doctor Manel Esteller, un peso pesado de la epigenética que, impresionado por la «privilegiada genética» de la anciana, decidió estudiarla.
«Un privilegio haber conocido a Maria que se hizo querer por todos. El mejor homenaje que podemos hacerle es continuar la búsqueda por un envejecimiento saludable y una longevidad plena. Dar calor a la familia y amigos. Descanse en paz», ha apuntado el investigador en su cuenta de X.
La catalana llegó a los casi 120 años con un ánimo envidiable y un buen estado de salud, en general, aunque en los últimos meses éste había empeorado, según reconoce la familia en las redes sociales. Branyas estaba menos activa y participativa, apenas leía, que era una de sus principales aficiones. En el mismo mensaje en X, los familiares aseguran que la recordarán siempre por sus consejos y su bondad, en sus palabras, y recuerdan las palabras que les decía la anciana hace unos días: «Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha».
Branyas sentía que se acercaba su hora: «Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo», compartió en su cuenta de X como 'Super Abuela Catalana' hace unos días.
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La asombrosa genética de la mujer más longeva
Esther Armora
Branyas nació en 1907 en San Francisco (EE. UU.), tiene 13 bisnietos y superó el coronavirus a los 113 años. No fue lo único que esta 'super abuela' tuvo que afrontar en su dilatada existencia. De madre catalana y padre pamplonés, Branyas es una superviviente de la vida. Sobrevivió a la muerte de su padre, Josep Branyas, navarro de nacimiento, cuando solo contaba con ocho años. A partir de ahí, fue sorteando obstáculos a lo largo de su trepidante existencia. Su padre, a quien admiraba, partió a EE.UU. en 1906 para labrarse un futuro profesional como editor. La familia recaló en San Francisco, donde nació Maria, y luego se trasladaron a Nueva Orleans.
«En su estancia en EE.UU. la familia sorteó un terremoto y también esquivó un gran incendio», según explicó hace meses en declaraciones a ABC el investigador Manel Esteller, del instituto de investigación contra la leucemia Josep Carreras, investigador Icrea, y catedrático de genética de la Universidad de Barcelona (UB), que en estos últimos años de estudio de la anciana se ha convertido en uno de sus amigos y confidentes. «Maria es una persona muy abierta. Está encantada de colaborar porque entiende el beneficio que puede tener el análisis de su particular genética», dijo el científico en una anterior entrevista con este diario.
Esteller quedó cautivado por la «excepcional forma de envejecer» de Maria y los primeros resultados del estudio epigenético que arrancó, adelantados por ABC el 9 de marzo de 2024, no le decepcionaron. Entre otras cosas, los análisis realizados a la anciana revelaron que sus excepcional genoma la ha blindado, entre otras cosas, de padecer leucemia pese a estar marcada genéticamente para desarrollarla, y le ha permitido sobrevivir con buena calidad de vida pese a no tener apenas protección en su ADN.
«Los primeros datos que hemos analizado revelan que Maria presenta dos mutaciones en sus genes que la marcan para sufrir leucemia. En otras personas, estas mutaciones hubieran desencadenado la aparición de la enfermedad pero ella se ha mantenido sorprendentemente libre de ella, esto demuestra su capacidad de modular el riesgo», señaló Esteller.
«Sin apenas telómeros»
Otra de las cosas que avanzó la investigación es que Branyas «ha llegado a la edad que tiene sin apenas telómeros», los escudos protectores del ADN de nuestras células que se encuentran situados en los extremos de los cromosomas y se acortan con cada división celular. La longevidad está directamente relacionada con su longitud. «Los cromosomas de Maria, que son relojes moleculares, no tienen puntas y esas puntas marcan el paso del tiempo. Habitualmente las personas mueren antes de no tener telómeros», dijo a ABC el investigador.
Esteller escrutó en la genética de la anciana para descubrir hasta qué punto la ha blindado del deterioro asociado a la edad y, de paso, avanzar en la búsqueda de fármacos capaces de combatir la senescencia.
Para ello, Manel Esteller y su equipo tomaron muestras biológicas a Maria(células de la saliva, de la sangre y de la orina). En todas ellas se estudió lo mismo: la expresión de los genes (qué proteínas están más expresadas); los cambios epigenéticos, es decir los mecanismos que controlan las modificaciones en estas células, y el genoma propiamente, es decir la secuencia del ADN.
La investigación, de la que habrá resultados definitivos en los próximos meses, se centra en el análisis bioinformático de los 6.000 millones de segmentos que tiene el ADN, en concreto en cerca de los 200 genes que tienen relación directa con el envejecimiento.
Por ahora, al margen de que Maria ha esquivado el cáncer y es capaz de desafiar las leyes moleculares, lo que apuntan estos primeros resultados es, según precisó el científico, «lo que ya intuíamos antes de arrancar el análisis: que la edad de sus células nada tiene que ver con la que marca su DNI«. «En base a los datos que manejamos podemos decir que sus células son diez años más jóvenes», avanzó. Otro factor que podría explicar el estado de Maria es su afición a los lácteos. «Ella cree que el yogur que se toma cada mañana la protege», añadió el científico.
Según medios locales, la familia no había hecho pública la noticia de la muerte de Maria hasta este martes, cuando ha sido incinerada esta mañana en la más estricta intimidad en el cementerio de Olot. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha lamentado en su cuenta de X la muerte de Branyas. «Perdemos a una mujer entrañable, que nos ha enseñado el valor de la vida y la sabiduría de los años», ha dicho.
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