Estos son los motivos por los que se usan cadáveres en las carreras universitarias
A raíz de la detención de los dueños de una funeraria que vendía cuerpos para universidades, en el aire queda la pregunta de por qué son necesarios para la formación de profesionales
Desarticulan una funeraria en Valencia que vendía cadáveres por 1.200 euros
Madrid
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Iniciar sesiónLa Policía Nacional ha destapado en Valencia un entramado criminal orquestado por una funeraria que vendía cadáveres a distintas universidades. Según confirmaron a ABC fuentes cercanas a la investigación, los arrestados falsificaban documentación para poder retirar los cuerpos sin vida de hospitales — como el ... Universitario de Valencia y La Fe, entre otros— y residencias para venderlos posteriormente a universidades para su estudio por 1.200 euros cada cadáver.
Así, llegaron a facturar 5.040 euros a una universidad por realizar hasta once incineraciones de cuerpos, una vez estudiados, las cuales no aparecían reflejadas en las facturas emitidas por ninguna de las incineradoras que operan en la ciudad. Por su parte, La Universitat de Valencia (UV), la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) y la Universidad Católica de Valencia (UCV) sostienen que no compran cuerpos, sino que aceptan donaciones de altruistas a través de protocolos seguros para docencia e investigación.
Sobre esta práctica, la legislación vigente impide la comercialización de cadáveres. Según se recoge en la Ley 30/1979, de 27 de octubre, sobre extracción y trasplante de órganos, no se podrá percibir compensación alguna por la donación de órganos. Así, pauta que la extracción de piezas anatómicas de fallecidos puede realizarse con fines terapéuticos o científicos, en el caso de que estos no hubieran dejado constancia expresa de su oposición.
¿Por qué se usan cadáveres en varias carreras universitarias?
Ahora, queda en el aire la duda sobre cuál es el motivo detrás de que carreras universitarias como medicina, enfermería, fisioterapia, farmacia u odontología usen cadáveres en algún punto de su formación. «Lo fundamental es que los alumnos necesitan prácticas reales de anatomía para comprender la estructura del cuerpo humano y que tomen contacto con la realidad», explica Miguel Lorente, médico forense y profesional universitario. «No es lo mismo enfrentarte a un maniquí que a una persona real, con todo lo que ello implica, las variaciones en nervios, arterias u otras patologías«, expresa el forense, quien pone el ejemplo de que no es lo mismo que un ingeniero agrónomo aprenda en base a una maqueta a que pise un bosque y esté en contacto con su campo de estudio.
Además, con estos cuerpos también se realizan cursos en los que médicos y cirujanos experimentan para mejorar procedimientos quirúrgicos y desarrollar investigaciones médicas que podrían implicar riesgos en pacientes vivos. «En los cuerpos se realizan estudios vasculares, cirugías de manos, de cuello, de tiroides, de pelvis, de abdomen. Son necesarios para que los profesionales sanitarios desarrollen nuevas técnicas y poder aplicarlas luego», comenta Lorente.
Siempre el cuerpo del fallecido debe haber pasado primero por una autorización, ya sea familiar o de la propia persona, para que se investigue con el, además de que suelen tener unos 20 o 30 años de utilidad para los servicios de prácticas de estudiantes y médicos. «Los cuerpos se reutiliza para diferentes campos de la investigación y el desarrollo sanitarios, y pueden durar muchos años, pero cuando ya no sirven se deben incinerar», concluye el forense.
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