Los mosquitos invaden la Toscana y provocan daños al turismo
La situación más delicada está en Orbetello, centro turístico conocido por su laguna que ha sufrido el aumento de las temperaturas
Los mosquitos invaden la Toscana
El clima cambia y, en consecuencia, también la vida en algunos municipios. Lo saben bien en el Monte Argentario, Porto Ercole, Capalbio y Orbetello, lugares muy selectos del turismo en la costa Toscana, que se ven asediados por una plaga de mosquitos, a causa ... del aumento del calor en la laguna. La invasión dura ya más de dos semanas, aunque ha bajado algo la intensidad de la plaga, gracias a las fumigaciones. La situación más delicada está Orbetello, centro turístico conocido por su laguna y sus extensas playas, un municipio de 15.000 habitantes en la provincia de Grosseto, en la región Toscana.
Luana Guzzon, propietaria del restaurante «Dalla zia», cuenta al diario La Stampa, la cruda realidad sobre la emergencia: «Siempre hubo mosquitos, pero nunca como este año. Los últimos diez días han sido un infierno, muchas veces los clientes han tenido que cenar con las luces apagadas o en el interior porque los mosquitos se colaban por todos lados. Ahora la situación es mejor, hay muchos menos».
Parecido malestar expresan otros residentes en Orbetello, como Gregorio Di Giovanni, un turista romano: «Las primeras noches eran una carrera para encontrar un poco de paz al aire libre, me obligaban a cenar dentro del restaurante, porque de lo contrario los mosquitos terminaban en el plato o en el vaso». El tormento lo confirma también Violetta Levandoschi, de la pizzería «Il Fornetto»: «Teníamos que cerrar a las 21.30 horas en lugar de a las 23 horas, porque era insoportable. Pasamos una noches terribles, pero la situación está mejorando, tal vez por las fumigaciones, que están funcionando, o quizás tengamos que agradecer al viento que ha hecho bajar la temperatura».
A causa de la invasión de mosquitos, las recaudaciones de los restaurantes y tiendas se redujeron notablemente, en particular en Orbetello, porque sus habitantes evitaban salir a cenar fuera de sus casas. En este municipio la recaudación bajó un 60 %. Las autoridades toscanas recomendaron a los residentes cerrar las ventanas y abstenerse de colgar la ropa en el exterior.
Mauro Lenzi, biólogo, ha explicado que la invasión de mosquitos está ligada a las condiciones de la laguna, con altas temperaturas, lo que ha reducido la presencia de los depredadores naturales de los mosquitos, como ranas, murciélagos y diversas aves.
En la noche de este miércoles hubo una nueva fumigación en Orbetello, en un nuevo intento para controlar la plaga. Pero los residentes se lamentan por considerar que la desinfección profunda debió hacerse en la primavera. Leonardo Marras, consejero de Economía de la región Toscana, reconoce que es difícil encontrar ahora una solución a un problema que se debió afrontar mucho antes.
Los vecinos temen el anochecer, cuando miles de mosquitos vuelan alrededor de las bombillas, moviéndose como una ola entre las mesas al aire libre. La pesadilla parece que aún durará algún tiempo, reconoce con disgusto Francesca Pollini, que llegó desde Suiza pasar sus vacaciones en Orbetello: «Incluso cuando te salvas de la invasión de mosquitos por la noche, los encuentras muertos aplastados en las ventanas por la mañana».
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