Mónica García propone guardias médicas de 17 horas sin subir plantilla para acabar con el modelo de 24 horas

García tomó la bandera de esta reivindicación en cuanto comenzó la campaña. Los sindicatos médicos le avisaron que no sería un cambio fácil porque no habría facultativos suficientes para cubrir todos los turnos y los profesionales deberían renunciar a buena parte de su nómina. Pero este miércoles ha avanzado cómo quiere hacerlo: de forma gradual y con un sistema de guardias de 17 horas antes de acabar definitivamente con el sistema actual de 24 horas. Y en este camino de transición García tranquiliza a los profesionales diciendo que no sufrirán pérdida de poder adquisitivo.

«Lo que queremos es que los profesionales trabajen bien, que ningún paciente sea el paciente al que se le atiende en la hora 23 y que se disminuya todo eso que la evidencia científica dice que son los errores médicos que se producen por el cansancio de los profesionales», ha explicado la ministra.

El modelo que la ministra se ha puesto como referencia es el de Suecia. En el país nórdico, pese a tener menos profesionales por habitante que España, las jornadas de los especialistas son entre 12 y 16 horas y se realizan como máximo tres noches de guardia cada cinco semanas. «Estamos hablando de reorganizar, reestructurar y gestionar mejor a nuestros profesionales sus horas de trabajo y sus horas de descanso», explicó.

Los sindicatos médicos siguen sin verlo claro y piden más concreción a Sanidad. Ahora un especialista ya hace 17 horas de guardia que se suman a sus 7 horas de jornada ordinaria. «¿Entendemos que el médico que haga la guardia de 17 horas estará exento de su jornada normal en la consulta? ¿se quedarán a deber en el cómputo anual?», pregunta Víctor Pedrera, vicesecretario de CESM, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos que considera la propuesta «un brindis al sol».

Tampoco ven realista que se puedan reducir las guardias sin ampliar plantilla. «Salvo que la intención de Sanidad sea cerrar hospitales, es inviable reducir horas de guardia sin ampliar plantillas. Si el modelo funciona en Suecia con menos médicos es porque ellos tienen menos centros sanitarios y poseen macroservicios de urgencias. La asistencia está concentrada con un sistema muy potente de transporte del enfermo. Es el paciente al que se mueve», insiste.

Para cambiar el modelo de guardias, el Ministerio de Sanidad tendrá que cambiar el Estatuto Marco y no es fácil. Este reglamento que regula la actividad laboral de todos los trabajadores de la sanidad pública, empezó a negociarse hace un año, antes de la llegada de Mónica García al Ministerio. Hasta ahora uno de los temas que ha centrado la discusión ha sido el cambio de las categorías profesionales sanitarias, pero aún no se han tocado las guardias. Tampoco en la última reunión de hace unas semanas y ni está previsto para la próxima del 2 de abril. «Necesitaremos una jornada monográfica para hacerlo», asegura Pedrera.

Pese a las dudas, los sindicatos médicos están a favor del cambio, pero siempre que la medida vaya acompañada de mejoras salariales para que los médicos no pierdan su poder adquisitivo cuando dejen de hacer guardias.

A la mayoría de los profesionales no les gusta el sistema. Sin embargo, redondean el sueldo, que en algunos casos puede suponer unos 800 euros al mes. La dureza de las guardias tampoco es la misma para todos. No es lo mismo para un especialista de un servicio de urgencias o un radiólogo que para un cirujano plástico con jornadas mucho menos ajetreadas, aunque se paguen al mismo precio. Por eso muchos médicos no estarán dispuestos a cambiar el modelo, por anacrónico que sea.

La ministra reconoce que en la discusión habrá «resistencias al cambio». Por eso, se ha comprometido a hablar con todos los sectores implicados para conseguir un nuevo modelo a lo largo de esta legislatura. «No queremos tener a profesionales agotados y que pierdan su vocación. Y como pacientes, tampoco queremos que se nos atienda cuando nuestros profesionales están exhaustos», insistió.

El sistema de guardias del Sistema Nacional de Salud no ha cambiado desde el siglo pasado. Se diseñó en un momento en el que los médicos podían descansar en su sala de estar y dormir a ratos para aguantar el turno de 24 horas. Pero eso ya es historia. En las urgencias de cualquier hospital se trabaja casi igual por la noche que durante el día. Y, además, es un sistema perverso: La remuneración de una guardia está entre los 25 y los 30 euros la hora, dependiendo de la comunidad autónoma donde se ejerza. Cotizan en el IRPF, pero no como tiempo trabajado de cara a la jubilación.