Mónica García plantea una sanidad adaptada a los retos del planeta y a las desigualdades
La nueva ministra anuncia un pacto de Estado urgente por la salud mental y nuevas prestaciones para que el ciudadano «no tenga que rascarse el bolsillo»
«Recuperaré el orgullo de nuestra sanidad publica», ha dicho la nueva titular
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Mónica García, médica, madre y ahora ministra
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Madrid
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Iniciar sesiónLa nueva ministra de Sanidad, Mónica García, no hizo grandes anuncios en su toma de posesión. Ni amenazó con crear una gran empresa farmacéutica pública ni el fin del modelo de Muface para los funcionarios, incluidos en el programa electoral de Sumar. ... La madre, médico, ministra y también mujer Capricornio, como recordó su antecesor José Miñones, se limitó a recordar los compromisos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su discurso de investidura: la urgencia de contar con un pacto de Estado por la Salud Mental, otro más para apoyar a la debilitada Atención Primaria, nuevas prestaciones en salud dental y visual «para que los ciudadanos no tengan que rascarse el bolsillo» y una apuesta decidida por la sanidad pública.
Pero la primera ministra de Sanidad anestesista de España, como la presentó también Miñones, dejó clara cuál va a ser la dirección que seguirá su ministerio, con un marcado carácter más social. Aseguró que bajo su mandato la sanidad se adaptará a los retos del siglo XXI y del planeta, con políticas adaptadas a la emergencia climática y a los determinantes sociales: desigualdad, acceso a una vivienda digna, salarios y «tiempo para vivir mejor». Por unos instantes, al menos en su deseo, nunca un ministerio de sanidad tuvo tantas competencias. «La salud no solo depende de la sanidad. Vamos a pelear por tener un planeta limpio, en contra de la desigualdad, por una vivienda digna, porque haya buenas condiciones de vida, un buen salario y tiempo para vivir mejor, porque esto impacta en la salud de todos y todas», dijo García.
Su primer discurso como ministra de Sanidad tuvo un tono más político que técnico. No faltaron las críticas veladas al Gobierno del Partido al que culpó del deterioro del Sistema Nacional de Salud. «Nos decían que no era sostenible ni rentable y que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades», en alusión a los recortes de años pasados. E insistió en que devolverá el orgullo al sistema sanitario, «la joya de nuestro sistema de bienestar». Terminó su discurso con un !Viva la Sanidad Pública!.
Quiso la casualidad, que la llegada de Mónica García al Ministerio de Sanidad fuera el día del fallecimiento de ministro de Sanidad socialista más recordado: Ernest Lluch, asesinado por ETA. Su antecesor José Miñones se lo recordó, así como su compromiso para continuar su legado. Algo que él no tuvo oportunidad tras tener un mandato exprés de solo 239 días. Pero sí agradeció haber tenido la suerte de vivir uno de los momentos más emocionantes a los que puede aspirar un ministro de Sanidad: el fin de la alerta sanitaria del Covid.
La nueva ministra ha estado arropada por el nuevo secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla; el diputado de Más País, Íñigo Errejón, y la concejala de Más Madrid Rita Maestre; así como por la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. También ha asistido al acto la que será su sustituta en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, informa Efe. Antes, la nueva ministra ha asumido el cargo frente a un ejemplar de la Constitución, y sin presencia de Biblia ni crucifijo.
Mónica García ha cambiado Madrid por la política nacional. Hija de dos psiquiatras y, además de médica, madre y ministra, García se acercó a la política desde el activismo en defensa de la sanidad pública, ya en 2012, cuando se unió a la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid y participó en encierros, protestas y manifestaciones de la llamada «marea blanca». En 2015 entró en la Asamblea como número 26 de la candidatura de Podemos y destacó al opacar al PSOE con una oposición dura y radical.
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Próxima a Íñigo Errejón en los primeros pasos de su partido, en 2019 formó parte de su candidatura de Más Madrid para las autonómicas como número 10 de esa formación. Cuando las elecciones se adelantaron en 2021, Mónica García fue proclamada candidata y logró situar a su partido por delante del PSOE, lo que le convirtió en jefa de la oposición. En los últimos comicios del 28 de mayo, Más Madrid, con Mónica García al frente, quedó muy lejos de su objetivo de derrotar a su gran adversaria, Isabel Díaz Ayuso, que logró mayoría absoluta en las urnas.
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