Diecisiete modelos diferentes

La progresiva descentralización del sistema educativo ha llevado a que todas las comunidades autónomas tengan plenas competencias en ese ámbito y, en consecuencia, a que existan diferencias, en algún caso notables, entre unos y otros modelos.

La educación tiene distinta velocidad según se trate de una u otra región: disponibilidad de recursos diferente, salarios docentes distintos, libertad de elección de centro de diferente grado o contenidos también dispares, normas de convivencia de mayor o menor calado y consideración de los docentes asimismo desigual.

Hay quien habla del creciente riesgo de 17 sistemas educativos diferentes. De hecho, surgen problemas relacionados con el bilingüismo, como los bien conocidos de Cataluña, o con los contenidos de las materias curriculares.

En cuanto a los contenidos, y según mandato legal, los aspectos básicos del currículum no requerirán más del 55% de los horarios escolares en las comunidades que tengan lengua cooficial ni más del 65% en las regiones sin lengua vernácula. En la práctica, esto ha ido interpretado de diferente forma, y no es extraño, sino frecuente, que en Historia, Geografía o Literatura los conocimientos de un escolar de Cantabria no tengan mucho que ver con los que adquiere un alumno de Andalucía.

¿Y qué decir de las garantías para que los padres ejerzan el derecho a la educación y elijan para sus hijos el colegio que se ajuste a sus convicciones? Hay comunidades donde las familias no tienen problemas, pero existen otras donde la elección es difícil y en las que la escuela concertada encuentra seriasdificultades para sobrevivir.

Otro aspecto en el que se advierten diferencias es el de la convivencia en los centros y la consideración del profesor. En el primero de los casos se ha avanzado y todas las autonomías se han dotado ya de la correspondiente normativa para regular la vida en los centros.

En cuanto al reconocimiento de la autoridad de los docentes, la Comunidad de Madrid, La Rioja, Valencia y Cataluña, esta última también para los directores, han reconocido por ley el refuerzo de esta importante figura, tan devaluada en los últimos tiempos.