Los mitos sobre el profesorado español que desmiente la OCDE: ni trabajan más días ni tienen las peores ratios

La 'titulitis' se explica porque un 52% de los jóvenes españoles de entre 25 a 34 años se decantan por un grado universitario o un FP grado superior pero, en esta misma franja de edad, un 26% no han completado Bachiller o un FP de grado medio (en la OCDE, la media que no ha completado la última etapa de la educación secundaria es del 14%, muy inferior al dato español). Somos, en este sentido, un país de extremos. Antonio Cabrales, catedrático de Economía de la Universidad Carlos III, explica a ABC que este es uno de los grandes dramas de la educación en España: "Son muchos los que acaban la obligatoria y no hacen nada más. Sin embargo, ese 52% que sigue estudiando no es muy diferente a la proporción en otros países".

La modesta fama de la Formación Profesional y esa querencia por el título universitario son dos de nuestros rasgos educativos, aunque hay un tercero: los 'ninis', aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan.

El porcentaje de 'ninis' con DNI español es del 17,8%, mientras que la media de la OCDE está en 13,8% y aunque sigue siendo un indicador sonrojante, España ha conseguido ir reduciéndolo en los últimos años. Es decir, la tendencia parece positiva, aunque en la Unión Europea sólo Grecia e Italia tienen más porcentaje de 'ninis' que nosotros. Hay que recordar que la nueva FP, que tendrá que estar en marcha en todas las comunidades antes del 1 de enero de 2025, traerá prácticas laborales desde el inicio de curso: una reforma que pretende hacer más atractiva esta oferta educativa e ir mitigando los 'extremos'.

En el apartado dedicado al alumnado hay otro indicador que sobresale: de media, los españoles repetimos más, tanto en primaria (2,1% de repetidores vs. 1,5% de la OCDE), como en la primera etapa de la secundaria (7,8% vs. 2,2%) y en la segunda -que abarca los últimos años de la ESO y el Bachillerato- (6,5% vs. 3,2% en la OCDE).

Hay abandono escolar, un porcentaje alto de 'ninis' y más repetidores de curso en los colegios españoles que en la mayoría de la OCDE, pero hay algo en lo que España sobresale por encima del resto: en escolarización temprana. El 30% de niños menores de 2 años están escolarizados, frente a un 18% de la OCDE. Una vez cumplidos los 2 años, esta proporción asciende en España al 64%, mientras que en el resto de países es del 42%.

Pero el informe no sólo valora a los estudiantes y su rendimiento, sino que evalúa y compara la financiación estatal y las condiciones del profesorado en cada uno de los países de la OCDE. Es en esta última parte donde el documento desmiente algunas creencias asentadas en nuestras fronteras que resultan ser falsas o, al menos, no tan evidentes.

En España, los profesores están obligados a trabajar menos horas de media que en el resto de países de la OCDE. Los docentes de la primera etapa de Secundaria tienen 656 horas de enseñanza obligatoria al año. Esta cifra está por debajo de la media de la OCDE, que es de 706 horas anuales en esa etapa.

Si nos detenemos en la Primaria, el número de días que trabajan los maestros españoles es inferior al del resto de países de la OCDE. Y si la media en nuestro país es de 176 días de trabajo al año, en el resto es de 183 días. Sí, los docentes españoles hacen más horas lectivas, aunque el cómputo total de trabajo es inferior al del resto de países. Esto se explica, según Cabrales, porque tenemos un año escolar mucho más corto que en otras naciones. «La duración del curso es algo que hay que atajar y equipar a otros países y la solución pasa por instalar sistemas de aire acondicionado en las aulas».

José María Barrio, profesor de Antropología Pedagógica en la Universidad Complutense, además de doctor en Filosofía, cree que en nuestro país existe un error de planteamiento por parte del profesorado y cierta victimización: «Las mejoras en las condiciones laborales del profesorado no son la respuesta a los males de la educación y tienen un impacto secundario. Los docentes tienen que recuperar la conciencia de la grandeza de su trabajo y su envergadura humanística. Esto es algo que no huelen ni los sindicatos ni los partidos políticos».

Por otra parte, el envejecimiento de los maestros afecta a todos los países, aunque en España la cifra de docentes que han cumplido los 50 sobresale especialmente: si en la primera etapa de la educación secundaria el 26% de los profesores de la OCDE tienen 50 años o más. En España, este porcentaje es del 38%.

Lo que no se puede decir es que los docentes españoles estén mal pagados. España se sitúa por encima de la media de la OCDE y también de la Unión Europea. Los salarios en Primaria van desde los 51.280 a los 73.536, mientras que en la UE esta horquilla está entre los 40.810 y 67.285 euros respectivamente. En la ESO, los salarios de nuestros profesores se encuentran entre los 57.427 y los 82.111, frente a una media de 42.327 y 69.994 en la UE. Cabrales indica a ABC que el informe hace una comparación entre personas con un nivel de estudios similar y que, además, la variable está relativizada con el nivel de precios del país. "No estamos mal a nivel salarial, pero la progresión de los sueldos se estanca antes que en otros países. Es al inicio de la carrera de maestro donde estamos mejor que muchos".

Asimismo, llama la atención el análisis de las ratios alumno-profesor. De media, en la OCDE hay 14 estudiantes por docente en primaria y 13 en la secundaria. En España, las cifras son, de media, más bajas: habría 12 alumnos por profesor en primaria; 11, en la primera etapa de la ESO ; y 10, en los últimos años de la ESO y Bachillerato.

Sin embargo, desde ANPE, el sindicato de los profesores de la enseñanza pública, matizan a este diario que es necesario poner en contexto estas cifras, pues en España la escuela rural tiene una gran presencia y eso provoca que las ratios bajen. Es decir, aquí hay un porcentaje no desdeñable de escuelas con menos de 5 alumnos por profesor, cosa que en otros países de Europa es menos habitual. «Convendría fijarse en las ratios de grandes núcleos urbanos», reivindica Francisco Venzalá. Sin embargo, Antonio Cabrales matiza que incluso si nos fijamos en la Comunidad de Madrid, las ratios alumno-profesor no son en absoluto preocupantes.

En cuanto a la financiación, en nuestro país hay grandes diferencias entre concertada y pública, siendo el contraste entre estos dos modelos de enseñanza más acusado que en la mayoría de países que han participado en el informe. Pero antes de hacer una comparativa amplia, es interesante detenerse en los datos nacionales.

El Gobierno de España gasta 9.720 euros por estudiante en las instituciones públicas de primaria, mientras que en las privadas, el gasto es de 4.557 euros por alumno. Esto es: la concertada recibe, por cada alumno de primaria, menos de la mitad que la pública.

Además, la OCDE se estaría gastando por cada estudiante de concertada 2.563 euros más que en nuestro país. Desde Escuelas Católicas reivindican que no se puede obviar que la enseñanza concertada educa a un 25% del alumnado de España y por ello merece una "financiación justa y que corresponda a su coste real".