Miopes o con vista de lince, ¿cómo nos ven nuestros perros?

En palabras de la veterinaria Irene Martínez para Barkyn «La gama cromática que pueden ver los perros es más reducida» —y añade— «Mientras que los humanos vemos tres colores primarios (verde, rojo y azul), los perros solo son capaces de percibir dos (amarillo y azul)«. Esto es debido a que en su morfología en lugar de tener tres tipos de receptores de color en sus conos (ojos), tienen solo dos. Con estas características la vista de nuestro fiel amigo se asemeja a la de una persona daltónica.

Para los que lo desconozcan los daltónicos no pueden distinguir ni el verde ni el rojo. Es por ese motivo por las que nuestro perro verá las cosas en tonos en los que predomina el amarillo. Como decimos solo tienen dos tipos de conos, pero a diferencia de nosotros cuentan con un número mayor de células receptoras encargadas de la sensibilidad de la vista llamadas bastonees.

Esta característica permite al perro poder ver en la oscuridad superando en ello a sus colegas humanos. Según la veterinaria consultada, en el ojo perruno existe una estructura extra, el tapetum lucidum, cuya misión es reflejar la luz, aumentando de este modo la efectividad de los bastones. Como dato curioso diremos que esa es la razón de cuando al hacer una foto a su perro en una zona con poca luz, sus ojos aparezcan iluminados también que tengan tanta sensibilidad a las luces inesperadas.

El tapetum lucidum es una capa de células reflectantes que convierte la vista del perro en un excelente instrumento para la visión nocturna porque le permite aprovechar mucho mejor la luz. Éste tapiz de células está situado en el fondo de la retina, es propio de los mamíferos nocturnos y nosotros los humanos no los tenemos.

Su olfato como decíamos es increíble. Se dice que el sentido del olfato de un perro es mil veces más sensible que el de los humanos. De hecho, un perro tiene más de 220 millones de receptores olfativos en la nariz, mientras que los humanos solo tienen 5 millones. Sin embargo su vista es peor que la nuestra —nos detectan más por el olfato— cuando un objeto se encuentra lejos. Como ejemplo diremos que mientras que los humanos podemos detectar algo a 100 metros, ellos necesitan que esté a 25 metros para poder verlo de manera correcta... Aunque esto cambia cuando el objeto está en movimiento y su capacidad de «enfoque» es peor cuando el objetivo está demasiado cerca.

Estudios científicos han demostrado que los perros son capaces de detectar formas y objetos en movimiento hasta 800 metros. Los perros poseen una visión tridimensional, lo que les permite calcular las distancias con mayor exactitud. Los perros están más especializados en distinguir más movimientos que colores. El campo de visión de los humanos es de 200 grados, mientras que el de los perros es de 240 grados. ¿Sabía por qué su mascota es tan buena atrapando huesos, ramas o premios en el aire? Ellos cuentan con una visión tridimensional, lo que les permite calcular las distancia con mayor exactitud. Cuando nacen, los cachorros son completamente ciegos y comienzan a desarrollar la vista a partir de la tercera semana.

Al igual que los humanos hay perros que tienen mejor visión que otras. Razas como el Golden Retriever o ejemplares de caza como los galgos son dos claros ejemplos de perros que son conocidos por poseer una visión excelente. En la parte negativa, ejemplares de Rottweiller o Pastor Alemán son los que tienden a ser lo que los humanos conocemos como miopía.

Ahora que sabe cómo ven los perros y que colores pueden distinguir y cuáles tienen mejor o peor visión comprenderá la mayor importancia de una buena higiene y cuidado de los ojos. Aunque los ojos cuentan con mecanismos de protección como el llamado tercer párpado o las lágrimas, son susceptibles de padecer alteraciones por factores climatológicos, cuerpos extraños, bacterias, causas congénitas, etc.

Cualquier signo de problema ocular como secreción, dolor, hinchazón o enrojecimiento es motivo de consulta veterinaria, ya que muchos de estos trastornos, si no se tratan, pueden terminar en ceguera. Una visita periódica al veterinario es una buena prevención.