La ministra Montero utiliza Igualdad para promocionar el canal de Iglesias con un artículo contra Rubiales
Irene Montero lo ha vuelto a hacer: lejos de quedarse callada, publica una entrada en un blog de Canal Red y defiende que el beso a Jenni Hermoso es «violencia sexual»
La ministra en funciones, Irene Montero, en un corrillo con periodistas en la apertura de esta legislatura el pasado 17 de agosto
A pesar de que hay muchos juristas que ya han contestado públicamente a Irene Montero y la juez y delegada del Gobierno Vicky Rosell, entre otros cargos del Ministerio de Igualdad, acerca de que antes de la 'ley del solo sí es sí' ya ... se castigaban los actos de acoso, la ministra en funciones lo ha vuelto a hacer. No se ha quedado callada desde que asistiéramos por televisión al beso de Luis Rubiales a la jugadora de fútbol Jenni Hermoso y ha reivindicado una y otra vez que este acto es un acto propio de «violencia sexual» con la nueva ley en la mano y que así debe ser castigado.
Además, en un gesto inédito hasta el momento, la ministra en funciones no solo utiliza el canal del ex secretario general de Podemos Pablo Iglesias para dar difusión a sus ideas, y audiencia al canal en sí, sino que lo difunde a través del canal del Ministerio público de Igualdad y su servicio de prensa.
El artículo de la ministra en funciones vetada en las listas de Sumar dice que «lo que no se nombra, no existe. Lo sabemos bien las feministas».
«No es solo intolerable o bochornoso»
El beso de Rubiales a Hermoso y otros gestos a otras futbolistas campeonas del Mundo -condena el gesto impropio la ministra- «no solo es un acto machista intolerable o bochornoso, no es únicamente una actitud sexista, una vejación o un abuso de poder: es violencia sexual. Si no lo llamamos por su nombre, violencia sexual, podremos conseguir ahora que Rubiales dimita o sea cesado, pero otros millones de besos no consentidos seguirán quedando en la impunidad«.
«Yo también pido la dimisión de Rubiales o que sea cesado, pero honestamente, me parece más importante que identifiquemos ese beso no consentido como violencia sexual»
Irene Montero, en Canal Red
Ministra de Igualdad en funciones
"Es muy sencillo. Dos personas se besan si las dos quieren. Si hay consentimiento. Todo lo demás, es decir, cualquier acto de naturaleza sexual no consentido, es una agresión sexual. Esto que las feministas llevamos décadas peleando ya no lo decimos solo las feministas, porque gracias a la lucha de las mujeres ahora es también un mandato de obligado cumplimiento para todos los países que, como España desde 2014, ratificamos el Convenio de Estambul, tratado internacional de Derechos Humanos en materia de violencia contra las mujeres", remarca en el escrito.
«Poner el consentimiento en el centro significa -entre otras cosas para la ministra en funciones- que se deje de mirar para otro lado cuando un tío le toca el culo a su sobrina, que lo que hasta ahora no era para tanto, ahora no sólo merece atención sino que se llama violencia. Significa que nos dejen de decir exageradas cuando no consentimos que nos «roben» un beso».
La ministra, autora de la norma de Garantía y Libertad Sexual que ha facultado que haya más de cien rebajas de penas a agresores sexuales, se siente fortalecida en su posición sobre el consentimiento con el acto del presidente de la Federación: también sobre su tan criticada intervención en el Parlamento sobre la «cultura de la violación». Acusó entonces a toda la bancada derecha del arco parlamentario de impulsarla.
Artículo de la ministra en funciones en Canal Red TV
«Decirlo parece sencillo. Pero poner el consentimiento en el centro significa reconocer que acciones que hasta ahora se consideraban normales, o algo desgraciadamente cotidiano, son violencia. Como un beso no consentido o tocar a una mujer sin su consentimiento en el transporte público».
Rubiales «nos avergüenza ante el mundo»
Escribe: «En estos días muchísimas personas insinúan o piden la dimisión de Rubiales como consecuencia ejemplar ante una violencia sexual retransmitida en directo en toda España, y que nos avergüenza ante el mundo justo cuando nuestra selección femenina de fútbol es nada menos que campeona del mundo. Al menos esto es una prueba de que nuestra sociedad ya no tolera la normalización de las violencias sexuales, esto es una prueba de que nuestra sociedad ha entendido que solo sí es sí, incluso antes que algunas de sus instituciones. Yo también pienso que Rubiales debe dimitir o ser cesado. Pero, honestamente, me parece más importante que identifiquemos ese beso no consentido como violencia sexual«.
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Y continúa: «Que nadie en nuestra sociedad dude de cómo llamarlo y que, ante cualquier tipo de violencia sexual que sospechemos o conozcamos, sepamos que nuestra responsabilidad es proteger a la víctima y garantizar sus derechos, sin culpabilizarla y aunque decida no denunciar, y combatir la impunidad del agresor. Porque besos no consentidos, tocamientos no consentidos, y violencias sexuales de mayor intensidad sufren millones de mujeres cada día, y necesitamos que este momento de reflexión social nos permita avanzar a todas en la lucha contra las violencias machistas«.
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